La tendencia general revela una consolidación del consumo de menor volumen, pero de mayor valor, con consumidores que eligen productos de más calidad y precio
El consumo de vino en España: entre la estabilidad y el reto de reconectar con el consumidor
Durante 2024, el consumo aparente de vino en el país mostró señales de recuperación, alcanzando los 9,874 millones de hectolitros, lo que supuso un incremento del 2,5% respecto al año anterior, según los datos de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). Este aumento se vio impulsado especialmente por el fuerte repunte registrado en los meses de diciembre (+15,5%) y abril (+13,8%), alcanzando niveles que no se veían desde octubre de 2022. Sin embargo, esta evolución positiva no se trasladó de forma uniforme a todos los canales de venta.
Consumo por canales y segmentación
En el ámbito del consumo en hogares, los datos del Ministerio de Agricultura señalan un descenso del 2,4% en volumen durante el mismo año, aunque la facturación creció un 1,3%. Este incremento en valor se explica por el alza del precio medio por litro, que alcanzó los 3,56 euros. La tendencia general revela una consolidación del consumo de menor volumen pero de mayor valor, con consumidores que eligen productos de más calidad y precio.
El canal alimentación, por su parte, experimentó una evolución similar. Aunque el volumen descendió ligeramente (–0,5%), el valor total de las ventas aumentó un 2,7%, situando el precio medio por litro en un máximo histórico de 4,42 euros. En contraste, la hostelería mostró un comportamiento más débil, con caídas tanto en volumen (–1,2 %) como en valor (–0,1 %) durante el periodo interanual cerrado en febrero de 2025.
De hecho, los últimos datos disponibles confirman una cierta estabilización del mercado. A mayo de 2025, el consumo aparente de vino en España se situó en 9,76 millones de hectolitros, lo que representa una leve caída del 0,7% respecto al mismo periodo del año anterior.
Desde finales de 2022, el consumo interno se ha mantenido en una horquilla estrecha entre los 9,6 y 9,9 millones de hectolitros, con pequeñas oscilaciones mensuales. Uno de los picos más destacados se produjo en enero de 2025, cuando se alcanzaron los 9,9 millones de hectolitros, marcando un crecimiento puntual del 2%.
España en perspectiva global
En el contexto internacional, donde el consumo global de vino cayó en 2024 a su nivel más bajo desde 1961 —según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV)—, España se erigió como excepción. Fue el único país que logró un crecimiento, con un incremento del 1,2% en su consumo nacional. Este dato refuerza el papel del mercado interno como pilar estratégico para el sector vitivinícola español, sobre todo en un momento en el que las exportaciones enfrentan crecientes desafíos.
En resumen, el consumo de vino en España durante 2024 y lo que va de 2025 se ha caracterizado por una recuperación moderada, acompañada de una clara tendencia hacia la valorización del producto. El sector se enfrenta ahora al reto de mantener esta estabilidad y reconectar con un consumidor que valora más la calidad, la sostenibilidad y la experiencia, en un entorno cada vez más competitivo y cambiante.








