Ribera del Duero presenta su primer informe con PwC y confirma su papel como motor económico, laboral y fiscal
La fuerza de un territorio: Ribera del Duero dispara su impacto económico, social y fiscal
La Denominación de Origen Ribera del Duero ha presentado el primer informe desarrollado junto a PwC que mide de forma integral su aportación económica, laboral, turística y fiscal. La actividad productiva vinícola en la zona genera 1.254 millones de euros de PIB total, de los cuales el 72% permanece en Castilla y León, a los que hay que sumar los 79 millones que genera la actividad enoturística. Con estos datos, el estudio confirma el peso estratégico del sector vinícola y del enoturismo en la región, así como su capacidad para generar riqueza en el conjunto del país.
Más de 1.330 millones de euros de PIB anual
La actividad productiva vinculada a la DO genera 1.254 millones de euros de PIB al año, de los cuales el 72% permanece en Castilla y León. A esta cifra se suman los 79 millones de euros derivados del enoturismo, consolidando al territorio como uno de los polos económicos más relevantes de la España interior.
El estudio sitúa el efecto tractor del sector en 4,1 euros de PIB por cada euro de impacto directo y en 18,4 euros de PIB por cada litro de vino comercializado, ratificando su elevada intensidad económica y el carácter estratégico de la cadena de valor.
Un tejido empresarial sólido y orientado al exterior
Ribera del Duero cuenta con 316 bodegas registradas y 359 instalaciones, lo que la convierte en la segunda Denominación de Origen española con mayor número de bodegas.
En 2024 comercializó más de 68 millones de litros —con un valor de 808 millones de euros—, combinando mercado nacional e internacional. Las exportaciones ascendieron a 12,4 millones de litros, valorados en 173 millones de euros, lo que supone más de una quinta parte del valor total de ventas.
El precio medio de exportación, situado en 13,9 euros/litro, multiplica por 3,9 la media española de vinos con denominación de origen. Entre sus principales destinos figuran Suiza, México, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Puerto Rico, China, Países Bajos y República Dominicana.
Nota: Los datos de superficie y viticultores han sido ajustados retroactivamente con base en las regularizaciones aprobadas en 2024, lo que explica que no coincida con los datos publicados en informes anteriores.
El enoturismo, pilar de crecimiento y actividad económica
La Ruta del Vino Ribera del Duero recibió en 2024 un total de 381.083 visitantes atraídos por la oferta cultural, gastronómica y enológica del territorio. El gasto medio diario alcanza los 179 euros, principalmente en restauración, alojamiento, compra de vino, visitas a bodegas y servicios complementarios.
El impacto directo asciende a 68 millones de euros, y el total —sumando impacto indirecto e inducido— se eleva a 79 millones de euros de PIB. Cada enoturista genera un impacto medio de 585 euros, evidenciando el peso del turismo vinculado al vino en la economía regional.
El enoturismo sostiene 1.364 empleos, de los cuales el 87% se concentra en Castilla y León. Hostelería y comercio representan el 78% de los empleos indirectos derivados del gasto turístico.
Un motor laboral con casi 21.000 empleos
La producción vinícola de la DO sostiene 19.552 empleos en España, de los cuales 13.595 corresponden a Castilla y León. La cifra incluye los 5.040 empleos directos del sector y los generados en actividades dependientes como agricultura, logística, distribución, turismo, industria auxiliar y comercio.
El informe señala que cada trabajador directo genera 3,9 empleos adicionales y que el conjunto de la DO integra a más de 5.000 viticultores, el 5% del total de viticultores de denominaciones protegidas en España.
Si se incorpora el impacto del enoturismo, la DO supera los 20.900 empleos. Cada empleo directo en enoturismo sostiene 11,9 empleos en el conjunto de la economía.
El peso del empleo asociado a Ribera del Duero dentro de Castilla y León es especialmente significativo: supone el 22% de los ocupados en agricultura, ganadería y pesca; el 9% del empleo industrial regional; y el 1,32% del total de trabajadores de la comunidad.
Además, la productividad por viticultor ha aumentado un 80% entre las campañas 2018/19 y 2022/23, alcanzando los 93.564 euros, muy por encima de la media del sector.
Un impacto fiscal que supera los 459 millones al año
La DO genera 459 millones de euros anuales en impuestos y cotizaciones, de los cuales 431 millones proceden directamente de la actividad productiva vinícola y 28 millones del enoturismo. De este modo, más del 94% de la contribución fiscal está ligada a la elaboración y comercialización de vino.
Según PwC, cada euro de impuestos directos genera 6,2 euros adicionales en recaudación total gracias al efecto arrastre del sector. Esta magnitud equivaldría a financiar más de 3 de cada 100 euros del gasto público autonómico de Castilla y León en 2024.
Un modelo de calidad y valor añadido
El informe concluye que Ribera del Duero ha respondido con solidez al contexto de menor consumo global gracias a una estrategia de calidad, diferenciación e internacionalización. Su precio medio de exportación —casi cuatro veces superior al promedio español entre vinos con DO—, unido al crecimiento en productividad y al fortalecimiento del tejido empresarial, consolida a la DO como una de las denominaciones de mayor valor añadido y competitividad internacional.
