Bodega Numanthia elige Barcelona para lanzar su nueva añada en colaboración con Terraza Martínez
La Ciudad Condal fue el escenario elegido por Bodega Numanthia para presentar oficialmente su nueva añada, Numanthia 2020, en un maridaje excepcional con la cocina de Terraza Martínez, uno de los restaurantes más emblemáticos de Barcelona. La revista Eneo asistió a esta exclusiva experiencia gastronómica, que reunió a profesionales de la comunicación en una propuesta que fusiona tradición mediterránea y carácter vinícola.
Con vistas privilegiadas sobre el Mediterráneo y Montjuïc como telón de fondo, el evento sirvió para descubrir la nueva añada de esta bodega zamorana, referente en la DO Toro, reconocida por sus vinos de gran intensidad y longevidad, elaborados a partir de cepas viejas de Tinta de Toro.
“Para nosotros es un orgullo presentar Numanthia 2020 en primicia en Barcelona a través de un maridaje tan especial en Terraza Martínez. Este vino es la interpretación moderna de un viñedo histórico, que refleja la esencia de Toro y nuestra pasión por preservar un legado único. Creemos que su complejidad y finura encontrarán en la cocina mediterránea el compañero perfecto para vivir una experiencia memorable”, afirmó Martín Derrier, director de Marketing y Ventas de Bodega Numanthia, durante la velada.
El menú diseñado por el equipo de Terraza Martínez, que estará disponible a partir del 15 de octubre por tiempo limitado y previa reserva, está concebido para resaltar la estructura, elegancia y expresión aromática de los vinos. La experiencia comenzó con Termes Blanco 2023, acompañado de una ostra Fine du Galon d’Or con ajo blanco y granizado de manzana, y un tatin de chalota con queso Tou del Lluçanès.
El plato fuerte fue la presentación en primicia de Numanthia 2020, un vino elaborado con cepas de entre 70 y 100 años que se caracteriza por su riqueza aromática —fruta negra, hierbas mediterráneas, notas balsámicas—, y su paso sedoso y estructurado en boca. Se sirvió con dos maridajes destacados: un canelón de pollo elaborada con el famoso ‘Pota Blava del Prat’ y cigala, y un cochinillo asado con parmentier trufada y su jugo. El postre, la emblemática tarta de queso de la casa, se acompañó con el excelente Numanthia 2013, cerrando un recorrido que armoniza la profundidad del vino con la sutileza de la cocina local.
