La biotecnología, motor de innovación para el sector agroalimentario
Málaga albergó el XVIII Congreso Anual de Biotecnología (BAC), un punto de encuentro estratégico para investigadores, estudiantes y profesionales del sector biotecnológico, que ofreció un espacio de interacción idóneo para compartir los avances del sector entre empresas biotech, centros de investigación, centros tecnológicos y universidades.
La ciudad de Málaga acogió el XVIII Congreso Anual de Biotecnología, BAC Málaga 2025, los días 9, 10 y 11 de julio, consolidándose como uno de los puntos de encuentro más relevantes del panorama científico nacional. El evento, organizado por la Federación Española de Biotecnólogos (FEBiotec) y la Asociación de Biotecnólogos de Andalucía (AsBAn), en colaboración con la Universidad de Málaga, reunió en la Escuela de Ingenierías Industriales a destacados personajes de la investigación, la innovación y el ámbito empresarial en un momento clave para el desarrollo del sector.
La cita puso el foco, principalmente, en los avances y aplicaciones dirigidos a impulsar la competitividad de la industria agroalimentaria. Más de 300 investigadores, expertos y compañías punteras abordaron los retos y oportunidades de uno de los campos con mayor proyección científica y económica.
El congreso contó con la participación de figuras de renombre como Margarita del Val, investigadora del CSIC y una de las voces más reconocidas durante la pandemia de la COVID-19; el Doctor Ginés Morata, genetista de prestigio internacional, Premio Príncipe de Asturias en 2007 y miembro de la Royal Society del Reino Unido; o Mariano Barbacid, investigador de relevancia internacional en oncología molecular y actual patrono de la Fundación AstraZeneca. A ellos se sumaron empresas líderes en biotecnología aplicada en sus respectivas áreas, entre ellas, PharmaMar, AstraZeneca, Roche, Syngenta, Vaxdyn, Grupo Cooperativo Cajamar, TROPS o Grupo Empresarial La Caña que compartieron sus avances más recientes y mostraron cómo la innovación científica se traduce en soluciones reales con impacto en la salud, el medioambiente o la alimentación.
Estas jornadas se caracterizan por la innovación científica, la colaboración entre profesionales y el networking, además de ofrecer formación especializada para investigadores, profesionales y estudiantes del ámbito biotecnológico.
El evento ofreció una experiencia integral que combinó ciencia, formación y networking profesional. Durante los tres días, los asistentes disfrutaron de ponencias científicas de primer nivel, talleres prácticos, cursos especializados, espacios de encuentro con empresas y sesiones de mentoring personalizado.
El acto de inauguración contó con la presencia del rector de la Universidad de Málaga, Teodomiro López; el secretario general de Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, Antonio Posadas; la teniente de alcalde y concejala de Innovación del Ayuntamiento de Málaga, Alicia Izquierdo; la tesorera de FEBiotec, Lucía González; y el presidente de AsBAn, Adrián Macías.
Grupo La Caña y la revolución invisible
Grupo Empresarial La Caña, participó con una ponencia en la sesión plenaria titulada 'Innovación en Agrobiotech: La revolución invisible del sector Agroalimentario', a cargo del director de Innovación del Grupo Empresarial La Caña, José Ramón Fernández, con la que compartió una visión práctica sobre algunos de los retos de futuro que tenemos en el sector y como puede la biotecnología ayudar a afrontarlos, tal y como recoge en su web.
La aplicación de los nuevos conocimientos en biología molecular y biotecnología con criterio industrial, escalable y práctico va a ser clave en los próximos años para avanzar en sostenibilidad, productividad agrícola y en la competitividad del sector agroalimentario, explican desde la compañía.
En concreto, José Ramón Fernández desgranó los retos que se están abordando en Grupo La Caña “para los que hay avances biotecnológicos muy prometedores que están revolucionando el sector, aunque muchos de ellos, aún no están consolidados en el terreno de juego de la innovación en forma de soluciones escalables y viables para la industria”.
Durante su conferencia, se centró en los siguientes desafíos de futuro:
- Desarrollo de un nuevo modelo agrícola ecosostenible y rentable.
- Calidad, seguridad, funcionalidad y trazabilidad del producto.
- Revalorización de productos, destríos y subproductos.
- Digitalización, espacios de datos, Inteligencia Artificial.
- Sostenibilidad Ambiental, Social y de Gobernanza.
Respecto al desarrollo de un nuevo modelo agrícola ecosostenible y rentable, Fernández abordó las nuevas técnicas de mejora genética. Profundizó en la trepidante carrera por el desarrollo de nuevas variedades más productivas y resistentes a estrés abiótico y biótico, así como en los últimos avances en biotecnología, como la mutagénesis dirigida en general y el CRISPR-Cas en particular, que van a moldear el futuro del sector, con permiso de las novedades regulatorias europeas que están por venir.
Como ejemplo de proyectos que se están implementando en el grupo empresarial granadino, destaca su plataforma de ensayos de nuevas variedades, destinada a obtener datos propios y concluyentes del interés agronómico y comercial de los nuevos avances. También comentó su participación en el proyecto Green Motion, que conforma una plataforma internacional promovida por la Universidad de California para acelerar la innovación y la introducción de nuevas variedades de aguacate en diferentes latitudes del mundo.
Por otro lado, abordó los nuevos bioestimulantes y productos de biocontrol. Los nuevos avances en las ciencias ómicas (genómica, metabolómica y proteómica) están permitiendo el desarrollo de nuevos bioestimulantes agrícolas a partir de extractos naturales como herramienta para combatir estrés hídrico y salino, optimizar el metabolismo secundario de la planta y la modulación de la expresión génica, potenciando la fotosíntesis, el sistema antioxidante y el metabolismo primario. Asimismo, destacó el desarrollo de nuevas soluciones frente a plagas y enfermedades que inducen la respuesta sistémica adquirida de la planta, provocando estados de “alerta fisiológica” o priming.
Ejemplos de proyectos de investigación en los que participa la empresa y que desarrollan este reto son el proyecto europeo Realm: Reutilización del agua drenada por los invernaderos para cultivos de microalgas y desarrollo de nuevos bioestimulantes y el proyecto Tomagroup: Aplicación de enzimas específicas para liberar compuestos bioactivos del destrío del tomate con el fin de desarrollar bioestimulantes agrícolas.
También explicó las nuevas estrategias de manejo integrado con fauna auxiliar. Sumando de forma decisiva a la selección varietal y las nuevas generaciones de insumos agrícolas, el uso de insectos beneficiosos para mejora de la polinización y el control biológico de plagas y enfermedades es clave para incrementar la productividad del cultivo y la disminución del uso de productos fitosanitarios.
En este sentido, Grupo La Caña ha participado en el proyecto europeo Novel Pollinators, basado en el estudio del incremento de la capacidad de polinización de cultivos subtropicales mediante insectos beneficiosos como los sírfidos a través de una polinización complementaria a los himenópteros (abejas y abejorros) en una apuesta por la biodiversidad.
En materia de digitalización de fincas y agricultura de precisión, la empresa participa en varios proyectos con el objetivo de promover una agricultura más sostenible y rentable a partir de la creación de espacios de datos que agrupan información agronómica, fisiológica, metabólica y meteorológica, que nos están llevando a un nuevo escenario donde vamos a disponer de herramientas muy potentes para un manejo de los cultivos de precisión, preventivo y eficiente.
Un ejemplo de este tipo de iniciativas es el proyecto europeo Iguess-Med, que trabaja la digitalización de invernaderos y el desarrollo de un sistema de apoyo para la toma de decisiones dirigido a la reducción de la huella hídrica, reducción del aporte de insumos agrícolas, desarrollo de algoritmos para el control preventivo de plagas y enfermedades y aumento de la productividad.
Microbiota y salud del suelo
La democratización y reducción de costes de la secuenciación masiva y el avance de la bioinformática ha abierto un escenario que nos permite estudiar la microbiota del suelo como nunca hasta el momento. Conocedores de la importancia de la relación entre microorganismos y plantas y de la degradación de la calidad de los suelos de cultivo, desde Grupo La Caña consideran que hay un escenario apasionante para el desarrollo de nuevas soluciones prebióticas, probióticas y postbióticas que cuiden de la salud del suelo y nos permitan tener explotaciones agrícolas más productivas.
La empresa está participando en el proyecto Smartbiofert, en el que se están diseñando consorcios bacterianos que permitan al cultivo ser resiliente a condiciones de estrés hídrico y sequía.
Respecto a la revalorización de productos, destríos y subproductos para fomentar la economía circular, la empresa andaluza considera que aún queda mucho camino por recorrer. “Los destríos y subproductos vegetales ya no pueden ser considerados residuos; hoy tenemos que verlos como recursos”, aseguró Fernández.
Por un lado, “tenemos la obligación moral reducir el desperdicio alimentario, pues se siguen tirando millones de toneladas por problemas productivos, excedentes de producción o frutas que no acepta el mercado, que sumado a las pérdidas en la distribución y lo que tiran los consumidores finales, se llega a cifras de hasta un 40% de desperdicio alimentario, suponiendo solo en España cerca de 8 millones de toneladas”, puntualizó.
Sin embargo, muchos de esos subproductos vegetales tienen un gran valor, lo que representa una gran oportunidad para impulsar nuevas líneas de negocio. Grupo Empresarial La Caña lleva muchos años trabajando en proyectos en el ámbito de la economía circular aunque reconoce que queda mucho por hacer a nivel sectorial.
“En la actualidad, estamos desarrollando varios proyectos en los que estamos trabajando en la optimización de procesos biotecnológicos que incluyen fermentaciones microbianas controladas (lácticas, metanogénicas, líquidas, en medio sólido), para la estabilización de la materia prima y obtención de ingredientes biotecnológicos como proteínas bioactivas, conservantes naturales, ácidos orgánicos, antioxidantes, probióticos, postbióticos, bioplásticos y biopolímeros”, afirmó el director de Innovación de La Caña.
Por ello, consideró que estamos ante un cambio de paradigma en el que la biotecnología va a ser el eje central de la transformación agroalimentaria. “La sostenibilidad, la productividad agrícola y la competitividad del sector agroalimentario dependen de que sepamos aplicar el conocimiento biotecnológico con criterio industrial, escalable y práctico. Necesitamos biotecnólogos con mentalidad aplicada, que entiendan los procesos y que sean capaces de dar solución a los retos que tenemos en el sector”, concluyó Fernández.








