Entrevista a Joan Gené, nuevo director del INCAVI
Su predecesora dejó una lista de objetivos bastante larga... En su mandato, ¿tendrá una línea continuista con su visión?
La anterior directora, Alba Balcells, trabajó en un Plan Estratégico 2023-2025 y yo estoy siguiendo esa línea, con pequeños detalles modificables, pero con la misma base.
En ese Plan, aumentar el consumo de vino era uno de los objetivos…
Efectivamente. En este sentido, el mayor reto es el del presupuesto, pues no contamos con fondos suficientes para tener una incidencia profunda en la tendencia de consumo. Sin embargo, sí trabajamos en algunos proyectos para conseguirlo e invertimos buena parte de nuestro tiempo en ellos. Nuestra idea es apelar a la parte emocional del vino catalán, puesto que la calidad ya la tenemos. Y esa es una gran ventaja porque cualquier categoría de vino que busque el consumidor, lo encontrará en nuestra gama de vinos catalanes: vinos asequibles, de precio estándar, los más altos niveles mundiales… Lo tenemos todo. Por ello apelamos a la emoción, porque el producto lo tenemos. El vino es paisaje y es territorio y cuando uno adquiere un vino catalán, está manteniendo el país.
Otra línea en que estamos trabajando mucho es en la campaña 'Catalunya, on el vi és cultura' (Cataluña, donde el vino es cultura), la más ambiciosa hasta el momento, en la que intentamos acercar el producto a cualquier tipo de evento cultural: gastronomía, moda, tecnología… Se trata de una lluvia fina que no pretende incidir en el hecho de beber en sí, sino en la notoriedad del vino. Por eso, donde podamos acompañar con vino, ahí estamos.
Otro punto que me gustaría destacar es el de remarcar que el vino es un alimento y que, consumido con moderación, es un gran producto. La demonización que está sufriendo por el hecho de llevar alcohol es absurda, no se nos puede meter en el mismo saco que a otras bebidas alcohólicas. No se trata de que queramos ir a contracorriente de las tendencias de consumo mundiales donde se priorizan las bebidas reducidas o sin alcohol, todo es bienvenido, pero un producto no tiene porque demonizar a otro.
Ya que ha sacado el tema… ¿Qué opinión tiene de la desalcoholización: es una moda o realmente está cambiando el mercado?
De momento, el consumo todavía es muy reducido y la oferta de productos también, pero sí creemos que es una tendencia importante. De hecho, las empresas dedicadas a ello están creciendo bastante y muchas bodegas están ya elaborando vinos reducidos o sin alcohol.
Aunque todo está en una fase inicial, también lo estaba la cerveza hace 15 años y mira ahora, han logrado consumos y calidades excelentes. Creo que con el vino sucederá lo mismo pero mucho más rápido, estoy seguro que en poco tiempo ya tendremos en el mercado propuestas muy interesantes, tanto a nivel tecnológico como organoléptico.
¿Y el sector está abierto a compartir sus procesos tecnológicos para lograr el avance común?
El sector tecnológico del vino ha dado un salto enorme en los últimos años, su avance ha sido increíble. Hay muchas opciones en el mercado que hacen que hacer vino malo sea algo muy difícil… No veo porqué tendría que ser distinto con el vino desalcoholizado.
En todo este marco, ¿es posible vender el vino más caro?
Creo que sí. Pero desde el INCAVI, nuestro objetivo es que el sistema esté equilibrado, es decir, tenemos unas viñas de las que nacen las uvas que se acaban transformando en vino. Y todos los eslabones tienen que sobrevivir. Por ello, tiene que haber productos de todas las categorías. Por supuesto que cuanto más caro podamos vender, mejor, pero lo importante es vender toda la cosecha cada año. Esa es la parte que más me preocupa porque no se trata solo de venderlo a un mayor precio, sino de venderlo todo.
La sequía es, sin duda, la problemática más extendida… Hay zonas que necesitan el riego de apoyo para sobrevivir, como Priorat o Montsant. ¿En qué momento se encuentran estos proyectos?
Hay dos zonas en los que se está avanzando más: el Priorat y el Penedès. Ya existen comunidades de regantes que están trabajando en los retos tecnológicos que implica cualquier sistema de riego y de gestión de agua, ya sea la orografía o la cantidad de agua necesaria, y cuentan con el apoyo del Govern.
El Conseller d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat de Catalunya, Òscar Ordeig, tiene claro que el riego de apoyo es una prioridad y así nos lo ha dejado saber, por lo que podemos confirmar que se invertirá bastante dinero en ello.
¿Cree que la recuperación de variedades o la implantación de otras más resistentes son una buena estrategia?
Por supuesto, y desde el INCAVI trabajamos mucho en ello, es una de nuestras líneas principales de investigación. Creo que encontrar variedades ‘nuevas/viejas’ que sean interesantes a nivel enológico nos puede diferenciar, apostando por aquellas que sean características de cada territorio. Y es un trabajo que debemos hacer conjuntamente los centros de investigación y las bodegas.
Sin duda, me parece que el futuro pasa por estas variedades y doy fe de que ya existen en el mercado productos muy interesantes.
Si hablamos de temas más generales, ¿en qué líneas de trabajo va a centrar su mandato?
La primera de ellas es aprobar el Decreto de despliegue de la Ley Catalana del Vino, que se reformó en 2020 pero que ha estado parada desde entonces, y que busca mejorar la organización del sector, adaptándolo a las demandas de Europa. Esta Ley da al INCAVI la categoría de autoridad competente para realizar, entre otras, los controles de calidad y gestionar las Denominaciones de Origen.
Otra línea es la comunicación, que es y será clave. Estamos muy centrados en varias campañas y vamos a apostar fuerte por las redes sociales para acercarnos al público. Sabemos que la mejor publicidad que se le puede hacer al vino es que la gente lo pruebe, por eso queremos estar muy presentes tanto en ferias profesionales –como la Barcelona Wine Week, nuestro principal evento– como en actos más culturales.
Por último, la certificación. Estamos trabajando en el desarrollo de una aplicación informática que haga más sencillo el proceso de auditoría para las bodegas.
Para terminar, y mirando al futuro, ¿cuál es el reto principal del nuevo director del INCAVI?
Mi reto principal es que ningún productor de vino cierre su negocio. Todo lo que hacemos desde el INCAVI es para que el ecosistema funcione y para ello queremos fomentar la colaboración entre todos los entes. Sabemos que hay muchas apuestas empresariales y muy distintas entre ellas, pero todos compartimos una tierra y un paisaje y creemos que hay espacio para todos. Personalmente, me gustaría mucho que nos dejáramos de ver los unos a los otros como enemigos y viéramos que lo que es bueno para el vino catalán en su conjunto, es bueno para los negocios individuales.








