Placas filtrantes y la clarificación del vino
Hay dos razones para filtrar el vino: la estética y la estabilidad microbiana. Por el lado estético, la filtración puede hacer que un vino sea más limpio tanto en la copa como en la boca; a menudo creando un efecto de redondeo que suaviza los bordes del vino. Si se quiere mejorar el aspecto y dar más forma al vino, lo mejor es filtrándolo. Sin embargo, si queda azúcar residual o ácido málico en el vino durante el período de envejecimiento/almacenamiento, entonces la filtración ya no es una decisión artística; se convierte en la única manera de garantizar la estabilidad microbiana del vino.
El tamaño de los poros de los filtros se mide en micrones. Los tamaños típicos para la elaboración del vino son de 5, 3, 2, 1 y 0,45 micrones. Cuanto más pequeños son los agujeros, más ‘apretado’ se dice que está el filtro.
La garantía de estabilidad microbiana de los filtros proviene del hecho de que el tamaño de los poros de los filtros puede hacerse más pequeño que la propia levadura y los microbios.
A medida que el vino pasa a través del filtro, los microbios más grandes se atascan y son removidos del vino.
El efecto que la filtración tiene en el vino se hace más pronunciado a medida que el tamaño de las micras se reduce. La filtración elimina ciertos elementos de un vino; sin embargo, a menudo se trata de elementos que vale la pena perder. La filtración puede estresar un vino y causar que se «desmorone» temporalmente justo después del proceso.
La filtración es una herramienta muy efectiva para la elaboración de vino que puede ser utilizada para limpiar suavemente un vino y para asegurarse de que es microbiológicamente estable. Mediante las placas filtrantes no se requiere de una gran inversión a la hora de clarificar un vino y tener control sobre su perfil de taninos.
Los filtros la serie T de Seitz se desarrollaron para una filtración más eficiente.
La clarificación es la única forma de lograr la estabilidad en un vino, ya que la filtración no elimina las proteínas responsables de la inestabilidad del calor. Hay que tener precaución de preservar el equilibrio de todos los elementos.
