Entrevista a Javier López, director de Provacuno
Con una apuesta por la internacionalización, la sostenibilidad y la innovación, el sector del vacuno de carne español se enfrenta a importantes desafíos estructurales y nuevas oportunidades globales. Javier López, director de Provacuno, analiza en esta entrevista el comportamiento de las exportaciones, los retos productivos y las estrategias para mejorar la competitividad y percepción del producto, al tiempo que avanza las claves del I Simposio Europeo sobre Sostenibilidad en la Producción de Carne de Vacuno, que tendrá lugar en noviembre en Bruselas.
El vacuno español cuenta con una importante proyección internacional. ¿Cómo valora Provacuno la evolución reciente de las exportaciones y cuáles son los principales mercados estratégicos a futuro?
Europa concentra actualmente el 70% de nuestras exportaciones con Portugal, Italia, Francia y Alemania a la cabeza, y el volumen se mantiene estable desde hace más de cinco años.
Lo que ha crecido en volumen y exponencialmente son las exportaciones a terceros países, que copan el otro 30% de nuestros envíos, siendo los principales destinos los países del norte de África (Argelia, Marruecos, Túnez), América del Norte (Canadá) y Asia y sudeste asiático (Japón, Vietnam, Indonesia, Filipinas y Hong Kong).
Actualmente trabajamos en la apertura de nuevos mercados como puede ser Corea del Sur, y a más largo plazo otros como China o Estados Unidos con el objetivo de tener el mayor número de destinos abiertos posibles.
El norte de África es una zona donde está creciendo la demanda y donde los precios aumentan… ¿Es interesante para el productor español esta situación?
Evidentemente, tener una serie de mercados de terceros países muy próximos, con logística de transporte relativamente sencilla y barata, con una población con cada vez más interés en comer más y mejor, dedicando un elevado porcentaje de su renta a este objetivo, siempre es interesante para la producción de carne de vacuno europea en general y la española, en particular.
Indiscutiblemente, el nivel de precios al que se coloca el producto español en estos mercados, tanto la carne como los animales vivos, hace de estos países un destino claro y evidente de las producciones españolas.
En este sentido, la producción de carne de vacuno española experimentó un incremento del 2,6% en 2024, pasando de 695.000 toneladas en 2023 a más de 713.000 toneladas en 2024, sin embargo, el censo de animales continúa reduciéndose tanto en España como en Europa... ¿Qué solución tiene este problema?
El incremento de la producción se explica en parte por el sacrificio elevado de vacas en el primer semestre de año 2024 tras los dos años de sequía anteriores. Es evidente que los resultados en la producción neta en 2025 serán notablemente inferiores a los del año anterior.
La disminución de los censos en toda Europa y muy especialmente la desaparición de vacas es una realidad muy preocupante y que debería promover una importante reflexión entre sectores productivos y administraciones competentes e incluso sociedad y consumidores, que deben entender el origen y las causas de la actual situación que ha derivado en los precios más altos de la historia para toda la cadena.
Lo realmente preocupante es que, a pesar de estos precios elevados, no se está presentando claramente una potenciación de la cabaña de vacas madres, auténtico motor del sector.
Las empresas cárnicas en España tienen numerosos retos, tanto internos como externos, motivados por una avalancha legislativa que precisamente no favorecen su actividad.
Muy probablemente la industria cárnica de vacuno tendrá que hacer un ejercicio de reflexión y afrontar un proceso de concentración, de idéntica manera que la realizada por la industria de otros sectores cárnicos e incluso, la que está efectuando el sector productor. Además, es obligado reforzar la I+D+i en aspectos como presentación de producto, precocinado, robotización, etc., así como trabajar en un aspecto fundamental como es el reto de la mano de obra, en cantidad y calidad.
Además, el sector industrial se enfrenta a retos como el aumento de costes energéticos y logísticos. ¿Qué estrategias considera prioritarias para garantizar la competitividad de las empresas cárnicas de vacuno en España?
El sector del vacuno de carne trabaja activamente para ser más eficiente y reducir su impacto ambiental. Muchas granjas e industrias ya apuestan por medidas como el agrocompostaje, el autoconsumo fotovoltaico, la recuperación de energía o la optimización del transporte, que ayudan a disminuir costes y emisiones.
Desde Provacuno impulsamos además herramientas como los Códigos de Buenas Prácticas en la Producción y en la Industria, disponibles para su descarga en la web vacunosostenible.eu. Estas herramientas han sido desarrolladas por científicos e investigadores de la Red Remedia y técnicos expertos para orientar a productores e industrias en la reducción de su huella de carbono con medidas específicas sobre cómo reducir emisiones y preservar y mejorar el suelo. Todo ello en línea con los objetivos del programa Sustainable European Beef (SEUB), que promueve una producción más eficiente, sostenible y comprometida con el medio ambiente.
Y el acuerdo con Mercosur, ¿lo entienden como una oportunidad o como un riesgo?
Es lógico que Mercosur sea visto con recelo por el sector productor de carne de vacuno que observa cómo podrán entrar en territorio europeo cantidades crecientes de carne que ha sido producida con sistemas y métodos de producción prohibidos en Europa.
Por la otra parte, parte de la industria cárnica observa como una oportunidad para comprar productos de esta zona y poder tener herramientas para buscar su competitividad, especialmente en momentos como los actuales, con un declive muy importante de las producciones europeas.
En cualquier caso, el problema de este debate no es Mercosur ni el comercio internacional del que, evidentemente, nos beneficiamos también, el problema y motivo de tensión son las diferencias que prevé el estricto modelo de producción europeo frente al de estos países con la consiguiente pérdida de competitividad de los productores comunitarios.
Cambiando de tercio, la sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del sector cárnico. ¿Qué medidas está impulsando Provacuno para reducir la huella ambiental y mejorar la percepción social de la carne de vacuno?
La sostenibilidad es hoy nuestro mayor desafío y también nuestra gran oportunidad. Llevamos ya años trabajando en esto con un compromiso firme resultado del cual son las diferentes herramientas sectoriales que hemos venido desarrollando con ayuda de investigadores y técnicos expertos, como son los Códigos de Buenas Prácticas o la guía de agrocompostaje, todas ellas disponibles para su descarga en la web vacunosostenible.eu. Estas herramientas son una ayuda muy útil para el sector a la hora de aplicar medidas en sus actuales sistemas de producción para reducir emisiones y mejorar y preservar el suelo
Además, a través del programa de promoción europeo SEUB y con el lema: “Por una Europa sostenible, la misión especial del vacuno”, durante los próximos tres años no solo seguiremos involucrando al sector en este compromiso con la sostenibilidad, sino que nuestro objetivo es más ambicioso porque también queremos llegar a la ciudadanía y hacerles conscientes de su propio papel en la sostenibilidad.
Uno de los principales hitos de esta campaña ‘Por una Europa sostenible, la misión especial del vacuno’ es la celebración este mes de noviembre del I Simposio Europeo sobre Sostenibilidad en la Producción de Carne de Vacuno. ¿Cuáles son las claves de este encuentro pionero?
El I Simposio Europeo sobre Sostenibilidad en la Producción de Carne de Vacuno es una de las acciones previstas dentro del programa SEUB y tendrá lugar el próximo 12 de noviembre en Bruselas, si bien también se podrá seguir online y con traducción simultánea.
Será un foro pionero con expertos, instituciones y ganaderos de toda Europa. Queremos compartir avances, debatir retos y mostrar con hechos el compromiso colectivo del sector con la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
Se trata de una actividad de acceso gratuito, previa inscripción en la web vacunosostenible.eu para todos los que estén interesados en la sostenibilidad.
En esta línea, el consumo de carne de vacuno se enfrenta a cambios de hábitos y a un consumidor cada vez más exigente. ¿Cómo trabajan para poner en valor la calidad y los beneficios nutricionales de la carne ante esta nueva realidad?
El consumidor es cada vez más exigente y busca carne saludable, trazable y producida de forma sostenible. El sector de vacuno de carne español trabaja para ofrecer un producto único, resultado de un modelo de producción comprometido con la sostenibilidad.
De la mano de la ciencia, desde Provacuno estamos desarrollando herramientas reales y concretas que ya están ayudando al sector a avanzar en eficiencia y sostenibilidad, que contribuyan a ofrecer un producto único, resultado de un modelo de producción comprometido con la sostenibilidad, la reducción de emisiones y la mejora y preservación del suelo. Además, impulsamos la certificación en bienestar animal, trabajamos en la mejora de la alimentación del ganado y fomentamos la innovación y la transparencia en toda la cadena.
Asimismo, este año hemos puesto en marcha la Cátedra Provacuno de Investigación en Proteína Animal, Nutrición y Salud con la Universidad Católica San Antonio (UCAM) que tiene por objetivo la realización de actividades de investigación, transferencia, divulgación, docencia e innovación sobre la carne de vacuno como fuente natural de proteína, sus procesos de maduración y liberación de aminoácidos esenciales y péptidos bioactivos con el propósito de generar avances que mejoren la calidad del producto, optimicen los procesos de producción y promuevan su impacto positivo en la salud humana.
La industria lleva años invirtiendo en la modernización de instalaciones y procesos. ¿Qué avances destaca en materia de eficiencia, seguridad alimentaria y calidad en el procesado?
La tecnología está permitiendo al sector avanzar hacia una producción más eficiente, segura y sostenible. La digitalización y la automatización –a través de sensores inteligentes, análisis en tiempo real y control energético– nos ayudan a reducir el consumo de agua y energía, y por tanto las emisiones asociadas. También se aplican innovaciones en conservación, envasado y seguridad alimentaria, garantizando la máxima calidad del producto. Estas mejoras forman parte de la transformación promovida por los Códigos de Buenas Prácticas y el programa europeo SEUB, orientados a reducir emisiones y preservar los recursos naturales, asegurando un modelo de producción moderno y responsable.
Para terminar, ¿cuáles son los principales retos que, a su juicio, marcarán el rumbo de la cadena de valor del vacuno español en los próximos años?
El principal reto del sector es avanzar hacia una sostenibilidad integral, que abarque sus tres dimensiones: económica, social y medioambiental. La sostenibilidad económica garantiza la viabilidad de las explotaciones y la competitividad de las empresas; la social, el mantenimiento del tejido rural, el relevo generacional y el empleo en el territorio; y la medioambiental (imposible de conseguir si las dos anteriores no se producen), la reducción de emisiones, la gestión eficiente del agua y la preservación del suelo frente al cambio climático.
Pero esta transformación no depende solo del sector. El ciudadano también es parte esencial de la sostenibilidad. Sin una sociedad informada y comprometida, los esfuerzos de productores e industrias pierden sentido. Comprender el valor real de la carne de vacuno europeo –de toda la canal, sin desperdicios– es clave para avanzar.
En este camino compartido, los Códigos de Buenas Prácticas y el programa europeo SEUB son herramientas fundamentales para seguir reduciendo emisiones, mejorar el suelo y reforzar la conexión entre campo y sociedad. Porque solo con un sector responsable y una ciudadanía consciente podremos garantizar un modelo de sostenibilidad real y duradera para el vacuno de carne europeo.








