“Calidad significa tener en cuenta todos los detalles, desde la vid hasta el embotellado, y eso hacemos en Puente del Ea: los detalles están en el corazón de todos los grandes vinos”
Entrevista a Julien Viaud y Ana Gonzalo, enólogos de Puente del Ea
A 520 m de altitud y a orillas del río Ea, en Sajazarra –considerado uno de los pueblos más bonitos de España–, se haya Puente del Ea, una pequeña bodega que nació hace 22 años como un proyecto entre amigos que se ha convertido en la mayor expresión de amor por una tierra única como es Rioja Alta. Vinos llenos de frescura y autenticidad, de vida y placer, que emiten el espíritu cosmopolita, dinámico y abierto de sus propietarios. En 2018, la bodega decidió cambiar de rumbo y apostar por nuevas formas de hacer vino en La Rioja, y de ello nos hablan sus enólogos en esta entrevista, Julien Viaud y Ana Gonzalo.
Julien, te incorporaste en 2019 a Puente del Ea para liderar su nueva estrategia de producción. ¿Qué nuevo rumbo han tomado junto a Ana a nivel enológico desde entonces?
Julien Viaud (JV): Puente del Ea es una pequeña bodega de Rioja. Sus viñedos están situados en los bellos terruños de Rioja Alta. La idea es producir vinos que expresen este magnífico terruño de altitud, produciendo Tempranillo con un intenso carácter afrutado, una textura elegante y una frescura encantadora en el paladar.
Esto es lo que buscamos expresar en los vinos de BodegasPuente del Ea.
Ana Gonzalo (AG): Yo me incorporé en 2021. Pero desde el 2019 se iniciaron grandes inversiones a nivel enológico, priorizando incorporar las últimas y más novedosas tecnologías en la producción de vinos, incluyendo nueva maquinaria, nuevos depósitos y el trabajo con barricas nuevas. Desde el terreno, nunca mejor dicho, seguimos los trabajos que demandan nuestros viñedos, a lo largo de todo su ciclo, con el objetivo de conseguir una maduración lo más homogénea posible llegado el momento de vendimia. Desde mi incorporación, la bodega cuenta con una enóloga permanente, que soy yo, y también con el apoyo enológico de nuestro asesor, Julien Viaud.
Julien Viaud, Rodrigo Madrid, director de la bodega, y Ana Gonzalo.
¿Cómo definiríais los nuevos vinos de Puente del Ea (Obar, Saiaz y Coraz)?
JV: Obar es un vino blanco elaborado con Viura. Es expresivo con notas de cítricos y ralladura de limón, a la vez que untuoso en el paladar gracias a la cuidadosa crianza que le aportamos.
Saiaz es un Tempranillo expresivo de fruta negra. En boca es tierno, lleno de encanto, goloso y muy accesible dentro de su juventud.
Coraz es una selección de uno de los mejores terruños de la bodega. Es un vino más complejo. Tiene aromas de fruta negra, por supuesto, pero también notas florales, especiadas y finamente tostadas. La textura es potente pero muy elegante, con buena longitud.
AG: Exacto. Obar es nuestro vino blanco estrella. Lo elaboramos realizando dos fermentaciones en paralelo, una en depósito de acero inoxidable y otra en barrica nueva de roble francés. En este vino trabajamos mucho el battonage de las lías tanto en el depósito como en las barricas, lo cual se percibe en la untuosidad y volumen en boca que presenta. El coupage final de ambas vinificaciones es lo que define el carácter propio de Obar, vino que conjuga aromas tropicales y cítricos junto con matices de panadería y de frutos secos. En boca es un vino en el que la acidez y la presencia de madera quedan perfectamente integradas.
Saiaz es un crianza moderno que expresa frescura, enfocado al consumidor que demanda vinos en los que la fruta está presente en primer término, con una envoltura de madera, que resulta aterciopelada, un tanino maduro y con una retronasal frutal que nos recuerda a sus orígenes.
Y Coraz es nuestro vino de autor, el vino tinto más mimado. Criado durante 18 meses en barrica de roble francés, expresa elegancia y complejidad en nariz con aromas a virutas de chocolate, nuez moscada, grano de café, clavo y fruta negra. Tiene sutileza y longitud en boca con una estructura envolvente y tanicidad sedosa a la vez que una larga persistencia.
A nivel visual, estos vinos rinden homenaje a su tierra con los animales autóctonos como protagonistas. Habladnos de sus etiquetas y sus significados.
AG: Sí, hemos contado con grandes profesionales que nos han ayudado a crear las etiquetas que lucen nuestros vinos. Unas etiquetas envolventes que recogen a la perfección lo que día a día la naturaleza nos regala. Nuestra bodega está construida tipo château francés, por lo que estamos rodeados de viñedos; ese es el símil que queríamos transmitir con estas etiquetas envolventes. Y ya dentro de la etiqueta, plasmar lo que vemos desde bodega cuando realizamos un giro de 360º: la viña, los montes que nos rodean y la fauna autóctona.
También los nombres de los vinos son un homenaje al entorno. Así, Obar, hace alusión a los montes Obarenes, que es la sierra que protege a nuestros viñedos y que por ello tenían que quedar plasmados en las etiquetas junto con una parte de la fauna silvestre de la zona como es la perdiz.
El nombre de Saiaz es un homenaje a Sajazarra, pueblo con gran tradición vitícola considerado uno de los más bonitos de España. En su etiqueta, la presencia de la liebre en el viñedo representa su carácter vivo, enérgico y vibrante.
Coraz hace alusión a nuestro paraje de Corazabe, nombre del viñedo del cual año tras año obtenemos el mejor vino que elaboramos. Una edición limitada que queda representada en las etiquetas por las águilas reales que sobrevuelan el viñedo y los corzos que habitan en el entorno.
Además de los vinos de elaboración propia, también distribuyen distintas marcas de Champagne. ¿Qué firman son y qué destacaría de cada una de ellas?
AG: Trabajamos con dos marcas que hoy día nos ofrecen el portfolio que queremos ofrecer. Nuestros clientes buscan exclusividad y nuestra bodega es la única distribuidora de ambas firmas en España. Son las bodegas Prestige des Sacres y Waris Hubert y de cada firma trabajamos dos perfiles diferentes. De Prestige des Sacres comercializamos el Champagne Extra Brut 30&3 y el Champagne Brut Prestiges des Sacres, dos cuvés en los que la variedad Chardonnay destaca sobre la Pinot meunier. Y en la firma Waris Hubert trabajamos con las marcas Estence, que es un Premier Cru Extra Brut de Grauves; Succulente, un Premier Cru Rosé Brut; y Lilyale, un Grand Cru Blanc de Blancs.
¿Qué vino le ofrecerían, como enólogos, a alguien que visita por primera vez la bodega?
JV: Obar, el blanco. Pero sólo en la terraza de la bodega para contemplar el terruño que la rodea. Es un vino que te hace darte cuenta de que Rioja Alta, y Puente del Ea en particular, producen vinos de gran estilo, elegancia y finura. Después, les daría a probar los tintos, ya que en ellos encontrarían el mismo ADN.
AG: También comenzaría ofreciéndole Obar. En un día soleado, catar Obar desde la terraza de la bodega es una experiencia sensorial única. Ya en la sala de barricas, en donde el tiempo parece que se pausa, le daría a catar Coraz. Su complejidad y persistencia ofrece la posibilidad de ir desgranándolo, descubriéndolo de a poquito disfrutando de todos sus matices. La persistencia final agradable que presenta este vino es la sensación que me gustaría que se llevase quien nos visite como recuerdo de nuestros vinos y de la bodega.
Si nos centramos en la producción, ¿qué destacarían de las variedades de uva con las que trabajan?
JV: Rioja es la cuna del Tempranillo. Aunque también existe la Garnacha tinta, la Tempranillo es una mezcla de finura y potencia. Es una variedad de gran clase que tiene su lugar entre las grandes, como Cabernet sauvignon o franc, Syrah y Merlot. Es una variedad de uva con sabor y carácter. Hay que saber domarla, según el suelo y la añada, pero produce grandes vinos.
AG: Trabajamos en blanco con la variedad Viura y en tinto con la variedad Tempranillo. Nuestras producciones están por debajo de los rendimientos de 9.000 y 6.500 kg/ha, en blanco y tinto, respectivamente, que son los estándares de producción que sostiene la Denominación de Origen Calificada Rioja. La variedad Viura nos ofrece frescura y acidez, además de ser muy apta para el envejecimiento tanto en barrica como en botella; mientras que la Tempranillo, que es la variedad insignia en Rioja, nos permite obtener vinos con carácter y extraer al máximo su potencial aromático y estructural, ya que, sabiendo esperar, alcanza una plena madurez.
En ocasiones dicen que “son La Rioja Alta en estado puro”, ya que su bodega representa el carácter del triángulo más noroccidental de Rioja. ¿Cómo es el entorno y su clima y cómo influyen en los vinos?
JV: Gracias a su altitud, Rioja Alta produce vinos de gran finura. El sol y la luz hacen que las uvas estén maduras, pero la altitud les confiere una elegancia añadida.
AG: En este extremo noroeste de Rioja solemos tener inviernos fríos y continentales, con la influencia también del clima atlántico. La altura de nuestros viñedos y la amplitud térmica entre el día y la noche hace que las uvas produzcan una mayor cantidad de polifenoles y que el ciclo de maduración se alargue. Esto, unido a las características arcillo-calcáreas de nuestros suelos, es lo que confiere frescura, un color intenso y estructura a nuestros vinos, además de un perfecto equilibrio.
¿Es importante para la bodega la sostenibilidad y la ecología?
JV: La sostenibilidad y la ecología son una respuesta a la demanda de los consumidores. ¿Tiene esto un impacto directo en la calidad? Honestamente, no puedo responder a eso, pero lo que sí sé es que el equipo se siente cada día más implicado y eso se nota naturalmente en el trabajo que hacen en el viñedo para producir buenas uvas y en la bodega para vinificar y madurar grandes vinos.
AG: Sí, estamos en un entorno privilegiado, un paraíso natural con los montes Obarenes y la Sierra de Cantabria/Toloño como testigos y lo que nos ofrece la naturaleza debemos de cuidarlo. Nuestros vinos nacen de aquí, por lo que intentamos preservar el entorno realizando prácticas agrícolas de mínimo laboreo como es el mantenimiento de la cubierta vegetal, prácticas culturales que respetan el medio ambiente y también evitamos en lo posible el uso de fertilizantes y de agentes químicos.
Ana Gonzalo, enóloga de Puente del Ea, junto a Rodrigo Madrid en su mesa de selección.
A nivel de vendimia, que en muchos lugares ya se acerca, desde Puente del Ea tienen su estilo propio y apuestan por una vendimia manual tardía. ¿Qué beneficios tiene?
JV: Calidad significa tener en cuenta todos los detalles. De la vid al embotellado. La vendimia manual es una forma de seleccionar cuidadosamente las uvas y limitar la contribución de las características de la planta a los vinos. Las uvas se vendimian del mismo modo que muchas otras frutas: las recogemos cuando están maduras. Ni demasiado maduras ni poco maduras. Esto significa catar las uvas con regularidad y recogerlas en el momento adecuado. Los detalles están en el corazón de todos los grandes vinos.
AG: Buscamos la madurez de la uva desde todos los puntos de vista, y para conseguir una buena madurez fenólica retrasamos unos días más la recogida de la uva, siempre atentos a la climatología y al contenido en azúcares de las bayas. Esa espera es la que nos permite el poder realizar a posteriori maceraciones posfermentativas ya que así los taninos de la uva están maduros y no confieren amargor ni astringencias desagradables en boca a nuestros vinos.
Ya en bodega, trabajan con procesos peculiares…
AG: Sí, en los vinos tintos realizamos, en los primeros días de encubado, una maceración prefermentativa en frío para extraer un mayor contenido en antocianos y retener los compuestos volátiles que van a ser los futuros responsables de los aromas de los vinos; y una vez terminada la fermentación alcohólica, previo al sangrado, realizamos una posmaceración en calor para seguir ganando en cuerpo y conseguir vinos con una mejor y mayor aptitud para la crianza en barrica.
JV: La vinificación de las uvas tintas consiste en macerar el zumo de uva en contacto con la piel de la uva, que contienen los aromas, los taninos y el color.
La calidad de la vinificación depende de muchas cosas, y podemos controlar ese proceso gracias a una gestión precisa de la temperatura durante la vinificación, así como la intensidad de las extracciones y la duración de la maceración. El trabajo del enólogo consiste en catar todas las cubas cada día para adaptar el trabajo a realizar.
Se trata de hacerlo bien. No hacer ni demasiado ni demasiado poco. Es un trabajo fascinante que se reinventa con cada nueva añada.
Como comentan, la calidad de la uva es la base para elaborar sus vinos pero, ¿cómo la mantienen, a través de vinificación por parcelas?
JV: La calidad de la uva es al menos el 80% de la calidad del vino. Vendimiar en el momento adecuado. Cosechar sólo las parcelas o zonas que estén maduras. Hay que saber seleccionar y no mezclar todo. Cada parcela y cada vino se vinifican por separado. Exprimimos todo su potencial. A continuación, la crianza es una etapa esencial para mejorar aún más los vinos. La mezcla completa el trabajo del año. Es un ejercicio fascinante que requiere mucha humildad e intercambio entre nosotros.
AG: Sí, nuestro objetivo es conocer en profundidad la uva con la que trabajamos y sus aptitudes enológicas para, en base a ello, tomar decisiones a futuro. Para ello, realizamos vinificaciones por separado, viña-depósito, y seguimos manteniendo la esencia de cada parcela en cada lote de barricas, llevando a cabo una trazabilidad total de todo el proceso. Es ya en la cata final de barricas en la que decidimos el ensamblaje final de los lotes, y damos ya forma a cada una de nuestras referencias.
