Calaterra destaca la singularidad de los suelos como clave de los vinos de la DOP Calatayud
La Denominación de Origen Protegida Calatayud apuesta por la singularidad de sus suelos como elemento diferencial de los vinos que elaboran sus bodegas. Este es el mensaje que más se repitió en la primera edición de Calaterra, un encuentro profesional que reunió a destacadas personalidades relacionadas con el estudio del suelo y su influencia en el vino.
Un encuentro para poner en valor el terroir
La Denominación de Origen Protegida Calatayud apuesta por la singularidad de sus suelos como elemento diferencial de sus vinos, mensaje que presidió la primera edición de Calaterra. La jornada se organizó con el apoyo de la Diputación Provincial de Zaragoza y contó con la participación del Master of Wine Fernando Mora, la geóloga francesa Françoise Vannier, la investigadora Ruth Soto y el chef Eduardo Salanova, reconocido con una estrella Michelin.
El inicio de un estudio para clasificar los suelos
Calaterra funcionó como punto de partida de un estudio destinado a establecer alrededor de veinte suelos tipo y a seleccionar las parcelas que mejor expresaron sus características. El secretario de la DOP Calatayud, Javier Lázaro, afirmó que el objetivo consiste en “clasificar los que mejor representaron el origen y la autenticidad del terroir de nuestra denominación de origen”. Según añadió, “en Calatayud el suelo habla y, cuando escuchamos, entendemos quiénes somos”.
Durante el recorrido por los viñedos, Fernando Mora destacó que la edición marca “el inicio de un camino en el que se estudiarán las unidades homogéneas del terroir” con el fin de identificar los tipos de suelo presentes en la zona y asociarlos a estilos diferenciados.
Una ruta para observar la diversidad geológica
El programa comenzó con una ruta por viñas de Munébrega, Acered, Atea y Morata de Jalón, donde se observó la diversidad geológica de la DOP Calatayud, cuyo viñedo se extiende entre los 650 y los 1.100 metros de altitud. En esta visita, Ruth Soto, doctora en Ciencias Geológicas e investigadora del IGME-CSIC, explicó que la denominación “tiene una geodiversidad muy alta”.
Soto detalló que la comarca alberga rocas sedimentarias, metamórficas e incluso volcánicas y que los suelos más antiguos de Aragón, con más de 500 millones de años, se localizan en esta zona.
Subrayó, además, la importancia de la roca madre, de la que derivan los suelos donde crecen los viñedos, y la influencia de factores como la altitud, los relieves, la orientación o el viento, elementos que generan diferentes microclimas. “Si controlas la geología, cuentas con un factor fundamental para dirigir tu objetivo hacia el vino”, aseveró.
Ponencias técnicas sobre terroir y tipología de suelos
La jornada continuó en el Aula San Benito de Calatayud con una sesión técnica en la que participaron autoridades como María Naranjo (ICEX), Amparo Cuéllar y el alcalde José Manuel Aranda Lassa. La geóloga Françoise Vannier abrió su exposición con la pregunta “¿Qué es el terruño vitícola?” y analizó la importancia del paisaje, la pendiente, la altitud, el clima y la exposición, factores que, combinados con la actividad humana, definen el terroir. También resaltó el uso de modelos digitales del terreno para clasificar la orientación de cada parcela.
A continuación, Fernando Mora desarrolló su ponencia ‘¿A qué saben los suelos?’, en la que defendió que “en la DOP Calatayud se encuentran algunos de los mejores viñedos de Garnacha del mundo”. Señaló que la existencia de Calaterra demuestra la voluntad de la denominación por conocer qué se encuentra bajo los suelos y afirmó que este camino permite poner en valor el territorio.
Algunos de los ponentes de la primera edición del encuentro profesional Calaterra.
Una cata para reconocer la expresión de cada suelo
Durante la cata, se degustaron cuatro vinos de la denominación. El vino procedente de un viñedo de suelo calcáreo transmite una textura salina; el elaborado sobre pizarras, muestra un marcado carácter mineral; y el de cuarcitas destaca por su austeridad. Según Mora, el análisis de estos matices proporciona herramientas a las bodegas para comprender por qué sus vinos muestran determinados perfiles y para crear en el futuro elaboraciones más representativas del lugar.
El Master of Wine concluyó que “la Garnacha de Aragón va a evolucionar hacia vinos más finos, más pensados, estilizados y aéreos” ya que es “una variedad de piel fina, no muy diferente a otras con las que se elaboran algunos de los grandes vinos del mundo, como la Pinot noir y los Borgoña”. Y sentenció: “Que la garnacha no lo haya conseguido no quiere decir que no se pueda hacer y ese es el camino que ha emprendido la DOP Calatayud con Calaterra”.








