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La evolución de los decánters se orienta a la calidad y a ser más compactos
En Manzano hemos trabajado intensamente con Flottweg para optimizar resultados como fabricantes de maquinaria auxiliar
Entrevista a Ángela Manzano, CEO de Manzano-Flottweg
El decánter es una pieza fundamental en la que se lleva a cabo el proceso de separación del aceite de la pasta de aceituna. Aunque a primera vista pueda parecer un paso simple, es fundamental que el proceso se lleve a cabo en las condiciones adecuadas para que el aceite mantenga su calidad intacta. Ángela Manzano de Manzano-Flottweg nos da su visión.
¿Cuál es la cualidad principal por la que sus clientes eligen su decánter y no otro?
Sin duda, el impeller Flottweg, un dispositivo que regula la salida del aceite del decánter a plena velocidad, de forma manual o digital, con ajustes milimétricos y resultados inmediatos. Además, Flottweg es sinónimo de robustez, fiabilidad, larga vida útil y alto valor residual. Siempre decimos que, antes de pedir a nuestros clientes que lo elijan, nosotros mismos valoramos a Flottweg como socio estratégico: sin duda, el mejor compañero para Manzano a largo plazo.
¿En qué medida influye en la calidad final del AOVE, tanto en rendimiento como en aromas y propiedades?
Las centrífugas industriales separan las distintas capas de la masa de aceituna por diferencia de densidades. El rendimiento puede optimizarse configurando variables como el tiempo de estancia en el interior, la regulación de salida o el diseño del sinfín. Ahora bien, nada sustituye a una preparación adecuada en molino y termobatidora. En Manzano hemos trabajado intensamente con Flottweg para optimizar resultados como fabricantes de maquinaria auxiliar. Tanto el decánter como el resto del proceso deben respetar tiempos, temperaturas y limpieza para no perder aromas y propiedades. Y, por supuesto, sin aceituna sana y de calidad, ningún milagro es posible.
¿Cómo visualizan el futuro del proceso de extracción?
La investigación avanza en dos grandes líneas: mejorar la calidad y cantidad del aceite, y revalorizar subproductos reduciendo el impacto ambiental. La digitalización del proceso y el uso de datos avanzan en paralelo. El reto está en que las pruebas con prototipos solo son posibles durante la campaña.
¿Evolucionarán hacia modelos más compactos, inteligentes o híbridos?
El decánter seguirá evolucionando en capacidad y competitividad. Ya hoy se recogen datos que permiten mantenimientos predictivos y, en un futuro, autorregulación. Pero para ello se requiere una herramienta digitalizable como nuestro impeller. Los modelos manuales no pueden ser inteligentes. Eso sí: la experiencia del maestro de almazara sigue siendo insustituible, y por eso trabajamos junto a ellos en la mejora continua de nuestros productos.
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Manzano - Flottweg, S.A
