El proyecto que está llevando a cabo la Casería de Jesús mezcla el amor por la tierra y el territorio, la calidad y la divulgación de las tradiciones jienenses. El objetivo del proyecto de la familia Almazan, propietaria de la Casería, no es otro que conservar el patrimonio y ofrecer un aceite de calidad fruto del esfuerzo y su buen hacer.
Cuando los hermanos Carmen y Eduardo Duro y su familia heredaron de sus abuelos la Casería de Jesús, situada en un lugar próximo a Jaén y enclavada junto a un olivar tradicional, tomaron la determinación de crear un proyecto que ensalzara su valor arquitectónico y social más allá de sus vivencias personales. El edificio es muy antiguo, necesitaba una reforma. Su deseo era conservar la construcción y que no se pierda este estilo arquitectónico tan típico de la zona. A eso se suma la leyenda de la aparición de Nuestro padre Jesús, conocido como el ‘abuelo’.
Los estudiosos, tal y como cuenta Duro, declaran que es posible que este edificio fue un antiguo convento Carmelita por la documentación escrita que han encontrado.
Orígenes y leyenda del Jesús Nazareno
Explica la leyenda que por el 1580 un peregrino pidió asilo en la casería que se halla en el puente de la sierra para pasar la noche. Mientras cenaba, vio un tronco y exclamó que se podría tallar una imagen de Cristo muy hermosa con él. Pidió que se lo llevaran a su alcoba para hacerla como agradecimiento.
Dentro del proyecto de la Casería de Jesús se investiga los orígenes del edificio y cómo pasó a manos privadas. Lo atribuyen a la desamortización. Por el momento, las escrituras señalan que los herederos asumían como cargas perpetuas el sufragar la vela de la procesión de Nuestro Padre Jesús y para la novena de la Virgen del Carmen, que guarda estrecha relación con la orden de los carmelitas.
La autoría de la figura no está clara. Es anónima, pero datada del 1588 sobre la madera de cedro.
Aceite de oliva: la carta de presentación del proyecto
Para los hermanos Duro, el aceite es su carta de presentación. Para elaborarlo, molturan alrededor de 10.000 kilos de aceituna picual que han cuidado con esmero durante todo el año. Cuando llega la temporada de recolección, hacen analíticas para averiguar el momento óptimo para llevarlo a cabo. Acostumbra a ser a inicios de octubre. A continuación, se lleva al molino donde se moltura aparte. Luego, se filtra y envasa. La botella tiene un diseño antiguo que recuerda a los botes de farmacia. Está hecho de cristal oscuro y tapón de madera. En el diseño de la etiqueta figura el escudo de los carmelitas, inspirado en el que aparece en una de las puertas de madera de la casería. “Eso vincula la finca a los carmelitas descalzos”.
La caja donde va el aceite explica la leyenda de Nuestro Padre Jesús ‘el Abuelo’.
Ventas nacionales y en el extranjero
La Casería de Jesús cuenta con un distribuidor en Barcelona que vende su aceite en Grecia, Italia y Francia. El lugar donde está gustando más su aceite es la capital francesa, París. También puede encontrarse tras la visita a la casería y en su web.
De cara al próximo año, tienen previsto numerar las botellas para identificarlas y seguir su trazabilidad.
Carmen Duro define su producto como exclusivo debido a la calidad y la historia que hay detrás de su aceite. “Que conozcan lo que compran” afirma.
Proyecto Casería de Jesús: tres patas del trípode
El proyecto de la Casería de Jesús se sostiene sobre tres patas: el aspecto agrícola, el arquitectónico y la leyenda. La construcción de las caserías tiene mucho que ver en este aspecto, ya que es un tipo de edificación vinculada a la cultura del aceite propia y característica del término municipal de Jaén única. Arquitectos notorios de esta zona, como Luís Berges, lo han estudiado.
Las caserías se localizan en zonas de huerta que está asociada al cultivo del olivo. Los dueños de las caserías acostumbraban a ser personas pudientes que solían pasar allí los veranos. El clima era mejor que en su lugar de residencia en invierno. Allí pasaban los lutos, hacían las matanzas, conservas… Los caseros vivían en las caserías durante todo el año y se encargaban de recolectar la aceituna.
Cuando entraron los tractores y se mecanizaron los cultivos, los caseros dejaron de ser necesarios. Ya no había animales que cuidar. A partir de ese momento, las caserías comenzaron a deteriorarse. El oleoturismo, manifiesta Carmen Duro, “es una manera de dar a conocer la casería y la forma de vida entre caseros y propietarios”.
Visitas a la carta
La Casería de Jesús ofrece visitas a la casería y una cata. La visita estándar suele ser de una hora y media, y se suele hacer en grupos de entre 10 y 15 personas. Se planifican pactando un día, una hora y los servicios que se quieren disfrutar.
La temporada en la que se ofertan las visitas son la primavera y el otoño. En verano, el horario que se propone es la tarde-noche.
La visita estándar incluye la visita a la casería, pero también es posible enriquecerla con la visita a la almazara en la que molturamos la aceituna, visitas teatralizadas, conciertos y actividades musicales, celebración de fiestas populares típicas como San Antón, desayunos molineros e incluso celebración de Vía Crucis en semana Santa. Luego también depende del enfoque que se busque, ya sea religioso, arquitectónico, conocer la forma de vida de los caseros…
Nexo con el pasado: la actividad del abuelo
El abuelo de Carmen y Eduardo Duro compró la casería en el año 1961. El motivo era muy claro: su abuelo se crio en la huerta, y siempre le había hecho ojos a la casería. “Hay una confluencia en la que pasan muchas inundaciones. Durante una de ellas, el casero acogió a la familia de mi abuelo. Vivía allí”.
Mirada hacia el futuro
Carmen Duro manifiesta la voluntad de su familia de hacer crecer el proyecto. Eso pasa por rehabilitar el molino. Añade que quisieran levantar un centro de interpretación sobre cómo se cultivaba el aceite y qué son las caserías, pero la situación climatológica lo dificulta.
Grupo de visitantes de la Casería de Jesús.
Por otra parte, también han creado una red de caserías llamada ‘Caserías Jaén’ para promover que este tipo de construcción pueda tener un nuevo uso. Tienen mucho potencial, y aprovecharlo enriquece la tierra y sus gentes.
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Asociación Española de Maestros y Operarios de Almazara
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