Innovación y sostenibilidad en la comercialización del pescado fresco: claves para impulsar su consumo
Cristina Jodar Marco, Ainia
18/04/2025El consumo de pescado fresco sigue siendo un pilar de la alimentación mediterránea, si bien enfrenta importantes desafíos relacionados con la evolución de los hábitos de consumo, las barreras percibidas por el público y la necesidad de adaptarse a nuevas exigencias en sostenibilidad y conveniencia. En este contexto, un reciente proyecto ha abordado con éxito distintas actuaciones dirigidas a revitalizar la comercialización del pescado fresco, con un enfoque que integra innovación tecnológica, participación ciudadana y sostenibilidad ambiental.
El proyecto está centrado en la mejora de la comercialización del pescado fresco procedente de la pesca extractiva en la Comunidad Valenciana, apoyado por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática. A través de un enfoque integral que combina la voz del consumidor, nuevas tecnologías, estrategias de comunicación y soluciones sostenibles, se han identificado barreras y oportunidades clave para revalorizar el pescado fresco, especialmente las especies menos conocidas. Descubre los resultados y conclusiones del proyecto en este artículo.
Un sector en transformación
El pescado fresco sigue siendo uno de los productos más valorados por su sabor, sus beneficios nutricionales y su papel en la dieta mediterránea. Sin embargo, su consumo ha ido perdiendo terreno frente a productos más cómodos de consumir o económicos. El estudio realizado ha buscado revertir esta tendencia, explorando vías para mejorar la comercialización del pescado fresco.
El estudio ha puesto de manifiesto que los consumidores valoran especialmente la frescura, el sabor y la comodidad —como la ausencia de espinas— a la hora de elegir pescado. Pero también han identificado barreras importantes: el precio, la dificultad para prepararlo y la poca variedad en los lineales. Los supermercados son los principales puntos de compra, gracias a su proximidad, horarios amplios y ofertas. Frente a esto, las pescaderías de barrio y los mercados tradicionales tienen el reto de recuperar protagonismo. La confianza, el conocimiento del producto y el trato cercano son sus fortalezas, aunque necesitan adaptarse en precio y variedad para no quedarse atrás.
Consumidores y cofradías se unen para impulsar el consumo de pescado fresco
El proyecto ha trabajado con consumidores y cofradías en procesos de co-creación para detectar nuevas ideas que acerquen el pescado fresco al día a día. Entre las propuestas más valoradas figuran las bandejas listas para hornear, el pescado limpio y preparado para congelar, y hasta caldos naturales elaborados en la propia pescadería. El objetivo es facilitar su preparación y adaptarse a estilos de vida donde el tiempo y la practicidad son clave.
Innovar para educar y seducir con nuevas especies: jurel, el pagel o la escorpa
Una de las principales apuestas del proyecto ha sido el desarrollo de una aplicación móvil que busca dar a conocer especies locales menos habituales. La app ofrece recetas sencillas creadas por chefs, calendarios de disponibilidad estacional, comparativas entre especies y consejos de limpieza y corte. Esta herramienta busca romper la barrera del desconocimiento y animar a los consumidores a probar variedades nuevas.
Entre los pescados que se han querido impulsar figuran el jurel, el pagel o la escorpa. Muchos consumidores no los identifican, no saben cómo cocinarlos o ni siquiera los encuentran en sus puntos de compra habituales. Sin embargo, las experiencias tras probarlos han sido en su mayoría positivas: buen sabor, textura agradable y precios competitivos. Esto demuestra que hay un nicho de crecimiento si se acompaña con la información adecuada y una presentación atractiva.
Tecnología, envases sostenibles y confianza en el canal online
La conservación del pescado ha sido otro de los frentes abordados. Se evaluó el uso de hielo ozonizado como alternativa al hielo tradicional. Aunque las diferencias microbiológicas no fueron significativas, se observó una ligera mejora en la conservación sensorial del producto. La tecnología no compromete la calidad ni genera residuos adicionales, lo que abre la puerta a futuras investigaciones con tiempos de conservación más largos.
También se ha realizado un análisis detallado sobre los envases disponibles en lonjas y pescaderías. Las opciones más prometedoras son las bandejas termoselladas rígidas y los envases flexibles al vacío. Ambos permiten una mejor conservación, una manipulación más limpia y pueden incorporar información útil para el consumidor. Además, responden a una demanda creciente de sostenibilidad: los consumidores valoran materiales reciclables, biodegradables, reutilizables y que eviten fugas y olores.
Por último, el estudio ha identificado estrategias clave para impulsar la compra de pescado fresco online. La clave está en garantizar calidad, seguridad y confianza. Control de la cadena de frío, posibilidad de personalización del pedido y mostrar reseñas de clientes satisfechos son algunos de los caminos más efectivos para convencer al consumidor digital.
Innovación, sostenibilidad y cercanía: hoja de ruta trazada para reactivar la comercialización del pescado fresco
El proyecto desarrollado en la Comunidad Valenciana y, apoyado por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural y Emergencia Climática, ha trazado una hoja de ruta clara para reactivar la comercialización del pescado fresco, combinando innovación, sostenibilidad y cercanía con el consumidor. Escuchar sus necesidades, facilitar el acceso a especies locales menos conocidas y adaptar la oferta a sus hábitos de compra y consumo son pasos clave para recuperar protagonismo en los hogares.
La digitalización, los nuevos formatos y envases sostenibles, junto con una mayor transparencia e información, permiten no solo mejorar la experiencia de compra, sino también fomentar un consumo más consciente y responsable, alineado con los valores actuales y el respeto al entorno.








