Recomendaciones para las empresas con producto estacional
Como vemos, la esencia de este modelo de negocios promueve la irrupción de la estacionalidad. De esta forma, una empresa destinada a ofrecer cestas para Navidad, evidentemente, contará con una clientela mayor en el mes de diciembre.
En este punto donde la capacidad de cambio y creatividad puede renovar el sentido del negocio hasta convertirlo en productivo el resto del año, siempre empleando aquellos activos de los que ya se disponga. A continuación, mostramos algunas claves para hacer frente a la estacionalidad.
Oportunidad de mantenimiento
Toda vez que se ha concretado cuál es la temporada alta del negocio, es importante no desperdiciar el resto del año. Mientras el grueso de las ventas se produce en un punto concreto del tiempo, podemos emplear los periodos restantes en fortalecer el mantenimiento y la preparación de los productos o servicios que se van a ofrecer. Se trata de una buena ocasión para garantizar el éxito cuando llegue el turno de la intensidad de las ventas.
La importancia del consumidor
Existe la posibilidad de que un mismo negocio albergue sectores más perjudicados por la estacionalidad, por lo que resulta preciso identificar cuáles son a fin de volcar en ellos más cuotas de trabajo para anticiparse a las necesidades de la clientela. Una buena opción es crear planes de marketing para obtener un mayor rendimiento a lo largo de todo el año. Ahora bien, ¿cómo se materializa esto?
En primer lugar, es esencial estar al tanto de las preferencias del consumidor y, en función de eso, dirigir la oferta de una manera específica. Para ello, pueden adaptarse los boletines de noticias, incluir promociones y llevar a cabo notificaciones en épocas de acontecimientos o celebraciones importantes.
Otra de las alternativas pasa por buscar socios en negocios distintos pero complementarios. Así, desde la combinación de actividades es posible abarcar un mayor territorio de mercado en meses que a priori parecían impracticables. Sin duda, una forma de enriquecimiento sin renunciar a la esencia.
Una oportunidad para la diversificación
La estacionalidad plantea la opción de la diversificación como una oportunidad. Y es que ampliar el menú de productos o servicios lleva consigo un modo de minimizar el riesgo y sacarle partido a otras herramientas que pueden funcionar para aumentar la productividad.
Básicamente, se dan tres modelos de diversificación:
- Modelo Horizontal: mediante el cual se trabaja con nuevos productos en sectores vinculados con la actividad de la empresa.
- Modelo vertical: es el que suprime la figura del intermediario, pasando así la empresa a hacerse cargo directamente de aquellos productos a los que llegaba por medio de un proveedor.
- Diversificación concentrada: posibilita incorporar productos nuevos a líneas que ya tenían una presencia contrastada.
A partir de aquí, sólo resta girar un poco más la manivela en torno al nivel de aspiraciones y probar suerte con la internacionalización de la empresa. El hecho de ampliar fronteras rompe con la dependencia de un mercado exclusivo y genera horizontes nuevos a la hora de los ingresos. Para ello, es fundamental establecer un análisis exhaustivo del país en el que se pretende aterrizar, tanto a nivel de consumidores como de rivales que nos puedan hacer frente.