El ovino de carne hace los deberes

El Programa Reduce insta a los cebaderos que participan de forma voluntaria a una disminución del 60% en la utilización de antibióticos, con el objetivo de reducir las resistencias. La implicación del sector de cebo está siendo bastante significativa, como también ocurre en las explotaciones de origen de los corderos, ya que un estudio de Casa Ganaderos indica que el uso de piensos con antibióticos ha pasado del 77,9% a menos del 5% de las ganaderías en apenas tres años.

El Programa Reduce puesto en marcha en los sectores ovino y caprino de carne, dentro del Plan Nacional de Resistencia de Antibióticos (PRAN) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), tiene como objetivo la promoción del uso prudente de antibióticos, que redundara en una reducción del consumo de los mismos en este sector. Se trata de un programa voluntario que parte de las exigencias comunitarias para la reducción en el uso de antibióticos.

En concreto, se trata de reducir el consumo total de antibióticos en el sector ovino y caprino, definir e implantar pautas de manejo y tratamiento con base científica de cara a realizar un uso más racional de los antibióticos y evitar la proliferación de las resistencias antimicrobianas. Además, se trata de mejorar las herramientas terapéuticas para ovino y caprino.

De forma más concreta, las explotaciones adheridas a este Programa Reduce se comprometen a la reducción del consumo de antibióticos administrados en forma de premezcla medicamentosa en la producción de ovino/caprino de carne un 60% durante los tres años de vigencia del acuerdo. Esa reducción se realiza de forma escalonada, con un 10% el primer año, un 20% el segundo y un 30% en el último año de vigencia del programa.

También se establecen una serie de objetivos secundarios:

• Limitar la administración de premezclas medicamentosas de antibióticos para los animales mayores de 20 kilogramos el primer año, 19 kilos el segundo año y 18 kilos el tercer año. En caso de que la primera vía de tratamiento individualizado no sea posible, a criterio del veterinario, se podrá administrar un tratamiento a través del agua o del pienso.
• Para pesos inferiores a 18-20 kilos, donde existe un mayor riesgo de desarrollo de procesos infecciosos, ante la presencia de procesos clínicos, se podrá prescribir un tratamiento metafiláctico al resto del grupo con el fin de controlar la transmisión de la enfermedad.
• Programas de mejora tanto de instalaciones como de manejo higiénico sanitario que de manera sinérgica permita la reducción del uso de antibióticos en las explotaciones de ovino/caprino.

Los cebaderos y los centros de tipificación son los principales operadores implicados en este plan. En la última actualización realizada por el PRAN en relación al número de operadores implicados, con datos del pasado mes de febrero, hay cerca de medio centenar de cooperativas, cebaderos y operadores

“En lo que respecta a nuestro sector, hemos reducido el uso de medicamentos, sobre todo antibióticos, en nuestros cebaderos, debido a que ya estábamos controlando con rigor el uso de antimicrobianos”, explica José María Navarro, representante de la Asociación Empresarial Cárnica (Anafric-Ovicebo) para el sector ovino. Como antes del programa Reduce ya aplicábamos con responsabilidad los acuerdos que forman dicho programa, no tuvimos ningún problema en aplicar la reducción de antimicrobianos”, añade.

Para la asociación que integra a la mayor parte de los cebaderos de ovino a nivel nacional, existe un problema con los antibióticos en el sector ovino de carne que va más allá de lo que ocurre en sus instalaciones. En concreto, apuntan a las explotaciones de cría de corderos. “En los ganaderos de producción de carne, se sigue sin medicar en casi todos los casos, pasando a tener situaciones en explotaciones ganaderas produciendo un problema sanitario en bajas y animales con morbilidad, que trasladan a cebaderos complicando el control sanitario”, explican desde la asociación.

El esfuerzo que están realizando las explotaciones de origen también está siendo muy importante para reducir la presencia de antibióticos en las ganaderías. De hecho, así lo muestra un estudio realizado con la participación de las explotaciones de Casa de Ganaderos titulado ‘Caracterización de las explotaciones ovinas aragonesas de acuerdo a la tasa de mortalidad de los corderos’. Es un proyecto del Programa de Desarrollo Rural de Aragón 2014-2020, cofinanciado al 80% por la Unión Europea y al 20% por el Gobierno de Aragón.

Este estudio muestra que las explotaciones de la cooperativa aragonesa han reducido drásticamente su consumo de antibióticos en los últimos años. Así, el uso de piensos con antibióticos ha pasado del 77,9% de las explotaciones en 2017 al 55,3% en 2018 y al 33,8% en 2019. Además, los datos recopilados ya en el año 2020 indican que se consumen en menos del 5% de las ganaderías.

Por lo tanto, el esfuerzo no sólo lo están realizando los cebaderos, sino también las explotaciones de reproductoras, que además tienen la perspectiva de adaptarse tarde o temprano al Programa Reduce, que por el momento sólo se aplica de forma voluntaria para los cebaderos.

José María Navarro, representante también de la empresa Francosa, una de las más importantes de ganado ovino de carne en España, afirma que, aunque no se dispone de datos oficiales, “según datos expuestos en una jornada técnica con fábricas de piensos y laboratorios, la reducción se puede cifrar en el 60% a nivel nacional, en el periodo 2016-2019. Además, datos oficiosos de una empresa muy introducida en el sector a nivel nacional, considera que la reducción podría alcanzar entre el 70% y el 75%, lo que supone un descenso muy importante del consumo de antibióticos”. Por lo tanto, se trata de unos datos bastante esperanzadores de cambios en el sector en los últimos años, en el objetivo exigido por la normativa europea de disminución en el uso de antibióticos.

Para seguir apuntalando estos resultados, Anafric considera necesario, insistir en programas de vacunación en las ganaderías de origen para el Síndrome Respiratorio Ovino, en el que está implicada la pasteurelosis y otros patógenos. De esta forma, se evitarían bajas y malos rendimientos, además de mejoras en la rentabilidad del sector desde el ganadero, cebadero y mataderos, evitando decomisos totales o parciales que se generan”. “Las vacunas no son antimicrobianos”, explica el empresario del sector Julián Piracés, “previenen la mayoría de los problemas sanitarios junto con el manejo y las medidas de higiene y ventilación en las instalaciones, el uso adecuado de medicación cumpliendo las normas y el control de todo el proceso”. Con las aplicaciones que se están desarrollando, “creemos que ayudará a mejorar la imagen de la carne de ovino, el consumo y la supervivencia del sector”, afirma Navarro.

El programa Reduce en ovino y caprino de leche

El sector ovino y caprino de leche es, dentro de los sectores ganaderos, uno de los más importantes que aún no dispone de un Programa Reduce, ya que están puestos en marcha en porcino, cunicultura, pollos ‘broiler’, bovino de carne, bovino de leche y el ovino y caprino de carne. Los veterinarios de estos dos sectores confirman que la mayor dificultad que tiene aplicar un Programa Reduce en este sector es el deficiente arsenal terapéutico con el que se cuenta. Por lo tanto, no parece predecible que haya un programa de estas características a corto y medio plazo, aunque quizás las exigencias normativas puedan indicar en el largo plazo que sí se deban tomar medidas de este tipo.