TECNOLOGÍA
Cómo el clima afecta a las variedades de olivo en Extremadura

El cambio climático podría dibujar un nuevo mapa de variedades de olivos en Extremadura (Parte 1)

Sofía Redondo-Redondo1, Manuel Zambrano2, Fco. Ríos-Cadenas 2, Javier García-Díaz, 2, Diego Díaz3, Fátima Chamizo3, Alfonso Montaño1.

  1. Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario “Extremadura”, CTAEX.
  2. Viñaoliva S.C.
  3. Río Lacarón S.L.
28/04/2025

No cabe duda de que el cambio climático está afectando a numerosos cultivos y el olivar no va a ser insensible a la reducción de las precipitaciones y aumento de las temperaturas. Ello no solo va a provocar un cambio en parámetros de calidad, como ya se ha tratado en esta misma revista, sino también podría llegar a cambiar las variedades predominantes o incluso un desplazamiento de las endémicas de determinadas comarcas extremeñas. En este trabajo se presentan resultados de cómo están cambiando los índices bioclimáticos de las comarcas extremeñas y cómo en algunas de ellas, con un alto incremento de la superficie de olivar, se llegue a recomendar una variedad distinta a la que tradicionalmente poblaba sus suelos por la modificación de estos índices y ser más adecuadas para las condiciones presentes y futuras que llegarán por el cambio climático, con un aumento de la temperatura y menores precipitaciones.

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Los cambios que está teniendo el olivar en Extremadura, al igual que en otras regiones olivareras de la península ibérica, no es solo en el aumento constante de la superficie de nuevo olivar más competitivo, sino un cambio en las condiciones climáticas que está provocando ya algunas señales en la producción, como un menor rendimiento graso de los frutos, pérdida de producción por mala floración, etc.

Extremadura ha superado las 296 mil hectáreas de olivar en 2023, de las que más de 71,5 mil están en regadío y 224,6 mil en secano. A pesar de un crecimiento en los últimos 8 años de 27 mil hectáreas de regadío, no ha aumentado la producción extremeña en igual proporción (ver Figura 1). De acuerdo con unas estimaciones conservadoras, Extremadura tendría que tener una producción media de unas 85 mil toneladas de aceites, siendo la media producida entre 2020-2024 inferior a 70 mil toneladas.

¿Por qué no se produce más cantidad de aceite? ¿qué factores han sido determinantes para no alcanzar esta producción media? Aunque sí es verdad que la comunidad autónoma puede tener una salida de aceitunas a almazaras portuguesas, andaluzas y castellanomanchegas de unas 4-8 mil t de aceite, la contestación a estas cuestiones las aporta las condiciones climáticas, y no solo por una falta de precipitaciones.

Figura 1. Relación de incremento de parcelas de regadío en Extremadura y producción de aceites de oliva vírgenes entre 2011-2024...
Figura 1. Relación de incremento de parcelas de regadío en Extremadura y producción de aceites de oliva vírgenes entre 2011-2024. Elaboración propia a partir de datos del MAPA. (*) Para 2024 el dato es provisional y previsión de producción de aceite y superficie de olivar.

En el nº 27 de esta revista (Montaño et al., 2022) ya se anotaron los posibles efectos que el cambio de las condiciones climáticas podría afectar a la producción y calidad de los aceites de oliva vírgenes. En el presente artículo lo que se presenta es un estudio incipiente de determinar los índices bioclimáticos en las principales zonas olivareras de Extremadura, cuáles serían los valores “típicos” de la variedad o variedades históricamente características de la comarca, y ante una modificación de estos índices, si sería necesario sopesar un cambio de variedad al estar esta otra variedad mejor adaptada a esas futuras condiciones climáticas.

La climatología de una determinada comarca o zona es un elemento que determina el cultivo productivo del olivar, siendo un factor intrínseco natural que estará influenciada por diferentes factores. Esta climatología y la aptitud de un determinado cultivo vendrá determinada por el suelo, la disponibilidad de agua, la luz que capten a lo largo del tiempo o las prácticas culturales. A su vez, la climatología afectará de una manera u otra dependiendo del ciclo o fase en el que se encuentre el olivar, (en reposo invernal, brotación, maduración, etc.).

Particularmente, el olivo está muy influenciado por las temperaturas y precipitaciones, en particular, los cultivos de secano. Aunque existen variedades con alta resistencia a la sequía, las condiciones excesivamente secas reducen el crecimiento del árbol, merman la cosecha y favorecen la vecería, afectando a la calidad y cantidad de aceitunas que se producen. En cuanto a las temperaturas, son relevantes, tanto en la producción del árbol como en las características finales del fruto porque temperaturas elevadas durante la floración afectarían a la misma y al desarrollo de los frutos cuajados.

El olivo, de forma muy general, es un cultivo asociado al clima mediterráneo, inviernos húmedos y no excesivamente fríos y los veranos secos y calurosos. Aunque cada variedad de olivo presenta unas características singulares, estas particularidades están muy ligadas a la zona de plantación del cultivo. Entre estos factores estaría la temperatura del suelo, la cual afecta a la capacidad de las raíces de las plantas y cultivos en la absorción no solo de agua sino de los nutrientes.

Uno de los aspectos estudiados dentro del proyecto DOULIVA es la influencia de la temperatura del suelo en la producción de aceitunas y aceite. No solo la temperatura ambiente y la irradiación solar tiene una influencia sobre la parte aérea del olivo, sino que también las raíces se ven afectadas y son sensibles a la temperatura del suelo. Esta modificación de la actividad será más importante en las raíces más superficiales, pudiéndose provocar una parada en la absorción de nutrientes, como el potasio, además de agua.

Las altas temperaturas ambientes provocan que las hojas del olivo respondan cerrando estomas para reducir la evapotranspiración, desacople el fotosistema II del fotosistema I para reducir la actividad fotosintética y, además, busque reducir la interceptación de luz solar entre otras respuestas fisiológicas. Esta respuesta de la parte aérea del olivo es independiente de la que puede tener las raíces cuando éstas están a una temperatura elevada. Parece que la alta temperatura del suelo tiene un efecto más perjudicial que la alta temperatura del aire en la disminución del crecimiento de la planta y la acumulación de nutrientes minerales en varias especies. De acuerdo a los datos recogidos en este proyecto, el sistema radicular del olivo estaría expuesto a periodos cortos y largos de estrés por altas temperaturas. La alta temperatura en la raíz afectará a la acumulación y distribución de K+ a través de la planta, a la alteración de los sistemas transportadores de K+ implicados en la nutrición de K+ y, en consecuencia, al crecimiento y las relaciones hídricas. Además, el aumento de la temperatura del suelo conlleva una pérdida de uso de la eficiencia del agua (Rosa-Sánchez, 2019).

Recogida de datos de los olivos extremeños
Recogida de datos de los olivos extremeños.
En la Figura 2 se recogen los valores de número de días que el suelo ha superados los 23°C y 25°C en la localidad de Olivenza en la que el olivar superintensivo ha aumentado notablemente en los últimos 20 años. El valor de 23°C y 25°C está basado en la bibliografía consultada y se está estudiando qué rango o valor de temperatura se relacionaría mejor con la producción de aceitunas y aceite en parcelas controladas y con diferentes prácticas culturales.
El valor de número de días se ha relacionado con la variación de la producción de esa campaña con la media de los anteriores 4 años en la provincia pacense. Como primer aspecto a destacar, se aprecia que el valor medio de días en los que el suelo posee más de 23°C está aumentando desde principio de esta década, no disminuyendo de 75 días en el año. Además, se aprecia que desde el año 2022, el número de días en los que el suelo está por encima de 25°C es superior a 40.

Nuestros primeros resultados muestran que existe una relación inversa con r=-0,55 entre el número de días en los que la temperatura del suelo en Olivenza ha superado los 25°C en los primeros 10 cm con la producción de aceite de la provincia de Badajoz. El valor de correlación no es bajo teniendo en cuenta que se relaciona un valor de una localidad con la producción de la provincia más larga de este a oeste de España.

Figura 2. Relación del número de días de la temperatura del suelo de Olivenza por encima de 23 y 25°C y la producción de la provincia de Badajoz...
Figura 2. Relación del número de días de la temperatura del suelo de Olivenza por encima de 23 y 25°C y la producción de la provincia de Badajoz.
De forma similar, la temperatura ambiente en un mes tan crítico como mayo es de crucial importancia, pues es el habitual en que tiene lugar la floración y cuajado de los frutos, aunque en los dos últimos años (2023 y 2024) la floración en Badajoz se ha adelantado a abril.

Cada vez son más frecuentes los meses de mayo con olas de calor que provoca severos daños en la fecundación y cuajado. Ya en números anteriores se ha mostrado que las temperaturas elevadas en este mes (nº de días con temperatura máxima por encima de 30º y 34°C) y su relación inversa con la producción provincial (Figura 3). Con esta estimación se puede observar en la Figura 4 la representación gráfica de esa relación inversa (r=-0,45) entre el número de día de 30°C de máxima con la producción provincial. Esta relación podría tener incluso un coeficiente de relación más elevado con datos de producción con mayor delimitación de zonas productoras.

Figura 3...
Figura 3. Números de días en el mes de mayo en el que se superan los 30º y 34°C en la localidad de Don Benito y su relación con la variación de la producción media de las 5 campañas anteriores. En verde oscuro la producción pacense es una estimación a falta de concluir la campaña 2024-25.
Con estos resultados tentativos se pueden hacer estimaciones a corto plazo de producción en las que tengan en cuenta no solo las precipitaciones, sino también las temperaturas durante el ciclo del olivo, tanto ambientales como del suelo, aunque esto no debe de sustituir a las estimaciones a nivel de campo y monitorización de la cosecha. A largo plazo es más complicado poder estimar la evolución del olivar en determinadas regiones, aunque se debe establecer una vigilancia de los posibles cambios climáticos para prever las prácticas culturales e incluso el diseño de la plantación (marco, intensidad, variedad, aprovechamiento de aguas pluviales, etc.).
Figura 4...
Figura 4. Relación de la producción con la media en la provincia de Badajoz de los 5 años anteriores con la temperatura de la máxima diaria superior a 30°C En rojo la previsión para la producción de Badajoz en la campaña 2024-25.
A fin de seguir estudiando los efectos del clima y meteorológicas en la producción regional, en este trabajo se ha examinado la climatología de las principales zonas olivareras extremeñas para así conocer cómo ha variado climatológicamente en la última década y poder discernir como podría ser en el futuro, así como prácticas agrícolas que puedan ayudar a mitigar ese calentamiento de la superficie del olivar y que afectaría a la capacidad productiva del olivar. El primer objetivo se presenta a continuación y en un próximo número el segundo.

Materiales y Métodos

Para la realización de este estudio se han tomado los datos de cinco localidades cacereñas y ocho de la provincia pacense como principales localidades representativas de la comarca en las que el olivar es un cultivo principal o prioritario con una o dos variedades que predominen y sean característica. La fuente de datos ha sido la base de datos del SIAR (Sistema de Información Agroclimática para el Regadío del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación). Los resultados se han agrupado en tres cuatrienios abarcando los últimos 12 años.

Tabla 1. Comarcas extremeñas estudiadas, localidades monitorizadas entre 2012-2023 y variedad principal o característica en dichas comarcas...
Tabla 1. Comarcas extremeñas estudiadas, localidades monitorizadas entre 2012-2023 y variedad principal o característica en dichas comarcas.

Para el cálculo de los diferentes índices se ha empleado la metodología publicada por Cano et al. (2007). De las diferentes estaciones meteorológicas repartidas por Extremadura se recopilaron los datos de las localizadas en las poblaciones indicados en la Tabla 1. Se determinaron los siguientes índices:

  • Índice ombrotérmico, Io = Pp/Tp
  • Índice ombrotérmico estival bimestral, Is2=Pjulio+agosto/Tjulio+agosto
  • Índice ombrotérmico estival trimestral, Is3=Pjunio+julio+agosto/Tjunio+julio+agosto
  • Índice de continentalidad, Ic=Tmax-Tmin
  • índice de termicidad o en su caso de termicidad compensado It/Itc=(T+M+m)10.

Siendo:

Pp=precipitación anual; Tp=Tª media anual por 12; P=precipitación meses indicados; T=Tªmedia de los meses indicados, Tmax=Tª máx medias mes más cálido; Tmin=Tª min medias mes más frio; T=temperatura media anual, M=media de las Tª máx mes más frío, m=media Tªmín mes más frío.

El valor de Io indicaría el ombrotipo y si un territorio o comarca es más o menos lluvioso y cual sería su respuesta vegetacional. Esta información se completa con los índices ombrotérmicos estivales, los cuales indicarían la compensación entre ambos. Por otro lado, el Ic pone de manifiesto la continentalidad y el It/Itc la termicidad del territorio.

Resultados

Existen numerosos trabajos desde finales del siglo XIX, que se han ido continuando casi ininterrumpidamente durante todo el siglo XX, tratando de clasificar desde el punto de vista climático los biomas de la Tierra, o intentando plasmar en forma de diagramas o índices la relación entre las variables climáticas y la vegetación (Costas-Pérez, 2004). Estas clasificaciones se basan en una serie de parámetros e índices bioclimáticos y que atienden fundamentalmente a dos factores: temperaturas y precipitaciones. Con la aplicación de estos parámetros se realiza una clasificación jerárquica, la cual, abarca grandes zonas con algún rasgo climático común (macrobioclimas), que se subdividen en bioclimas. Cada bioclima viene definido, por tanto, por unos pisos bioclimáticos que se delimitan en función de factores termoclimáticos (termotipos) y ombroclimáticos (ombrotipos), que caracterizan en última escala a la vegetación (Costas-Pérez, 2004), e incluso se quiere evaluar si a variedad de olivo.

Tipos de Termotipos en zonas olivareras de Extremadura

En Extremadura se han identificado únicamente dos termotipos en los que el cultivo del olivo tiene un peso importante:

  • Termomediterráneo: el cual corresponde a aquellas zonas donde el índice de termicidad compensado (Itc) oscila entre 450 a 351.
  • Mesomediterráneo: corresponden aquellas zonas donde el Itc varía entre 350 a 21. Son lugares donde la temperatura media anual es más baja, lugares más fríos en término medio y en las que se producen heladas.

Tipos de Ombrotipos en zonas olivareras de Extremadura

Se han identificado tres ombrotipos en comarcas en los que el olivo es importante:
  • Seco: aquellas zonas cuyo Io está comprendido entre 2.0 y 3.6. Generalmente comprende lugares con precipitaciones de 350 a 600 mm/año.
  • Semiárido: Este ombrotipo se presenta en aquellas áreas cuyo índice Io está comprendido entre 1.0 y 2.0, datos que se pueden extrapolar a zonas con precipitaciones entre 200-350 mm/año, siempre que se tengan en cuenta las temperaturas y la evapotranspiración. No hay correlación con la altitud
  • Subhúmedo: ombrotipo también bastante generalizado, frecuente en las zonas olivareras de Cáceres. Comprende aquellos territorios cuyo Io oscila entre 3.6 y 6.0, lo que suele coincidir con precipitaciones del orden de 600-1.000 mm/año.

A continuación, se recogen los principales resultados de algunas actividades dentro del proyecto innovador Grupo Operativo Regional DOULIVA que buscan explicar los posibles lastres productivos que pueden tener algunos olivares de Extremadura.

Índices bioclimáticos del olivar en Extremadura

En la Tabla 3 y Tabla 4 se recogen los datos de temperaturas, precipitaciones y la identificación de la zona climática, termotipo, ombroclima y variedad característica de las principales comarcas olivareras. A pesar de haberse identificado solo dos termotipos y tres ombroclimas para estas regiones olivareras extremeñas, sí se ha podido constatar los cambios en solo 12 años en varias de estas comarcas. Las zonas que visto modificados su clima han sido Tierra de Montánchez, la Campiña Sur, La Serena, La Sibería y la Sierra Suroeste. A continuación, se describen los resultados obtenidos para cada comarca:

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Precipitaciones y temperaturas de diversos lugares de Extremadura
Precipitaciones y temperaturas de diversos lugares de Extremadura.
  • Sierras de las Hurdes y Gata: tanto la temperatura máxima, mínima como media ha aumentado en los últimos 12 años en torno a 0,5-0,8°C y mantiene una precipitación media por encima de las 1.000 mm/año. Su bioclima es 'Mediterráneo Pluviestacional', termotipo mesomediterráneo, y ombloclima subhúmedo. La variedad emblemática del norte de Cáceres es la Manzanilla Cacereña, olivo adaptado a esas condiciones, a un suelo ácido y pobre.
  • Sierra de San Pedro: esta zona ha visto aumentar su temperatura máxima y media 1,1°C en los doce años de seguimiento. A pesar de ello, y gracias a unas precipitaciones cercanas a los 500 mm/año hacen que esta zona sea una zona bioblimática 'Mediterráneo Pluviestacional Continental', termotipo mesomediterráneo y ombroclima seco, en los que es característico encontrar olivares de Verdial de Badajoz. Estas condiciones bioclimáticas son iguales a Los Baldíos de Alburquerque y Tierras de Badajoz. En esta zona, aunque es posible encontrar olivares Manzanilla Cacereña como transición del norte de Cáceres al sur, es más característica la Verdial de Badajoz.
  • Tierra de Montánchez: También se ha registrado un aumento de 1°C la temperatura máxima, media y mínima. Este aumento ha provocado que esta zona pase de ser una zona bioclímática de 'Mediterráneo Pluviestacional Continental' a 'Mediterráneo Xérico Continental', termotipo termomediterráneo y ombroclima semiárido. Esto significa que su clima pasa de ser similar al de La Serena. La variedad emblemática de esta zona es la Verdial de Badajoz.
  • Valle del Jerte: aumento de las temperaturas similar al resto de zona pero más en las medias de las temperaturas mínimas. Su zona bioclimática es 'Mediterráneo Pluviestacional Continental', termotipo mesomediterráno y ombroclima subhúmedo. Esta comerca es tierra de Manzanilla Cacereña.
  • Villuerca-Ibores-Jara: igual evolución y características que las anotada para el Valle del Jerte. Incluso con esas similitudes es importante matizar que existen diferencias entre zonas que al final se ven reflejadas en las características de sus aceites como ya se destacó en una publicación anterior por Redondo-Redondo y Montaño (2021). En esta comarca se encuentran en el sur (Villuercas) olivares de Manzanilla Cacereña y desde los Ibores a Jara olivares Cornicabra.
  • Campiña Sur: es la zona que mayor evolución 'negativa' ha tenido en sus condiciones climáticas de toda Extremadura. Aunque no ha aumentado sus temperaturas medias, el pasar de unas precipitaciones medias de 400 mm/año en el periodo 2012-15 a poco más de 300 mm/año en el cuatrienio 2020-23, hace que su zona bioclimática pase de 'Mediterráneo Pluviestacional Continental' (como Sierra Suroeste) a 'Mediterráneo Xérico Continental' (como Tierra de Barros o Vegas Alta). Aunque el termotipo sigue siendo mesomediterráno, el ombroclima pasa de Seco a Semiárido. La variedad endémica de esta comarca, al igual que de la Sierra Norte de Sevilla, es la Pico Limón.
  • La Serena: aumenta sus temperaturas menos de 1°C teniendo una zona bioclimática como la que ha alcanzado Campiña Sur en los últimos 8 años, 'Mediterráneo Xérico Continental', pasando a termotipo termomediterráneo y ombroclima Semiárido. La variedad característica de esta zona es la Cornezuelo mediante pruebas de ADN es identificada como Morisca. También es común en esta zona encontrar en olivares la variedad Picual.
  • La Siberia: aumenta sus temperaturas menos de 1°C pero de media sus precipitaciones está en torno a los 520 mm/año. Su zona bioclimática es 'Mediterráneo Pluviestacional Continental' con un termotipo que está entre mesomediterráneo y termomediterráneo y de ombroclima Seco. Esta zona presenta olivares en los que se pueden identificar diferentes variedades, aunque la más característica sería la Cornicabra (localmente denominada Corniche).
  • Los Baldíos de Alburquerque: junto con Sierra del Suroeste y Tierra de Barros son las tres zonas en las que no hay un aumento estadísticamente significativo de la temperatura máxima, aunque sí de las temperaturas medias y mínimas. Sus precipitaciones medias están en el último cuatrienio cerca de los 600 mm/año, siendo su zona bioclimática 'Mediterráneo Pluviestacional Continental', su termotipo Mesomediterráneo y ombroclima Seco.
  • Sierrra del Suroeste: evolución de temperatura similar a la de la comarca de Los Baldíos de Alburquerque, aunque con una precipitación menor, por debajo de los 500 mm/año. Su zona climática es 'Mediterráneo Xérico Continental' que pasa en el último cuatrienio de Mesomediterráneo a termomediterráneo y ombroclima seco.
  • Tierra de Badajoz: aumenta menos de 0,8°C sus temperaturas, manteniéndose sus precipitaciones entre 450-500 mm/año. Su Zona bioclimática es 'Medirerráneo Pluviestacional Continental', de termotipo Mesomediterráneo y Ombroclima Seco. En esta zona la variedad más tradicional es la Morisca, aunque en los últimos años el olivar en marco superintensivo se ha extendido por las Vegas Bajas del Guadiana.
  • Tierra de Barros: Ha tenido el mayor aumento de las medias de las temperaturas medias de toda las zonas de Extremadura estudiadas, subiendo su temperatura mínima de 10,0 a 11,3°C entre el primer y segundo cuatrienio. Sus precipitaciones se mantiene por debajo de 400 mm/año con una tendencia hacia los 300 mm/año aunque no se han obtenido diferencias estadísticamente significativas. Su Zona bioclimática es 'Medirerráneo Pluviestacional Continental', de termotipo mesomediterráneo y ombroclima semiárido.
  • Vegas Altas: Ha presentado el mayor aumento de las medias de temperaturas máximas de todas las comarcas estudiadas, de 1,4°C y de 1,2°C sus temperaturas medias en solo 12 años. Sus precipitaciones son las más baja de todas las comarcas, con medias en los dos cuatrienios últimos inferiores a 300 mm/año. Su zona bioclimática es igual que Tierra de Barros y Campiña sur 'Medirerráneo Pluviestacional Continental', de termotipo mesomediterráneo y ombroclima semiárido. Esta comarca ha vivido una transformación olivarera en los últimos años con la apuesta por olivares competitivos gracias al regadío en marco tradicional con Picual y en superintensivo con Arbequina y Arbosana principalmente.

Discusión

Como se ha comentado anteriormente, los mayores impactos sobre el clima se han identificado en el suroeste de la provincia de Badajoz, los cuales quedan reflejados en las siguientes figuras, en los que se aprecia el cambio hacia una zona bioclimática Mediterránea Xérica Continental (Figura 5), el avance hacia un termotipo termomediterráneo (Figura 6), es decir, áreas más cálidas con pocas o nulas heladas, y por la reducción de las precipitaciones y aumento de la evapotranspiración, paso a un ombroclima semiárido por la reducción de las precipitaciones (Figura 7).
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Figura 7. Cambio de los valores de ombroclima en la provincia de Badajoz en tres cuatrienios entre 2012 y 2023
Figura 7. Cambio de los valores de ombroclima en la provincia de Badajoz en tres cuatrienios entre 2012 y 2023.
Tras el análisis de las diferentes zonas e identificar las variedades principales o tradicionalmente singulares de cada zona, se recogen en la Tabla 2 los valores de Io, Ic y la ratio It/Itc. Así se puede afirmar que la variedad Manzanilla Cacereña se da en zonas con un Io elvado, característicos de un ombrotipo subhúmedo y termotipo ermomediterráneo. La variedad Morisca encaja con un ombrotipo seco y termotipo mesomediterráneo, pudiéndose dar también en zonas de omborotipo semiárido. La variedad Pico Limón es la que se está dando en un ombrotipo semiárido y mesomediterráneo. La variedad Manzanilla de Sevilla se da en zonas de ombrotipo seco con un termotipo mesomediterráneo. La variedad Picual es una variedad que se ha plantado de forma general por toda Extremadura, siendo principal junto a la Arbequina en las Vegas Bajas, en una zona de ombrotipo que va de semiárido a seco. La Verdial de Badajoz se da en principalmente en zonas con un ombrotipo seco termotipo mesomediterráneo. La variedad Cornicabra, denominada Corniche de forma local en el este de la comunidad, es la que presenta un rango de ombrotipo más amplio por su distribución y arraigo en Villuercas-Ibores-Jara, La Serena y La Sibera, donde se ha identificado un termotipo mesomediterraneo.
Tabla 2. Relación de variedades de índices bioclimáticos y vegetación potencial para las principales variedades de Extremadura...
Tabla 2. Relación de variedades de índices bioclimáticos y vegetación potencial para las principales variedades de Extremadura. (*) valores aportados por Cano et al. (2007) incluidos para su comparación.
Es evidente que la elección de la variedad no es algo que deba ser baladí para el olivicultor que desea hacer una nueva plantación o modernizar la existente. El aspecto de tradición para implantarse a una determinada variedad es algo que no ha sido caprichosa, sino que su establecimiento y difusión ha venido dado por la experiencia de los antiguos olivicultores, desechando las que no resultaran competitivas en producción. Así, con los cambios previsibles, sobre todo en la provincia de Badajoz hacia un clima termomediterráneo y semiárido, la elección de las variedades deberá ir encaminadas hacia variedades con un Io bajo, un Ic elevado y un It/Itc bajo. En ese rango, y con la tentativa de variedades incluidas en este trabajo, la variedad Pico Limón, Morisca Picual y Cornicabra se muestran como las más adecuadas para este futuro climático que tendrá el suroeste extremeño. Otros aspectos como productividad, vecería, disponibilidad de agua, necesidades hídricas del cultivo, mecanización y fecha de recolección simplifique esta oferta varietal y ayude mejor a la toma de decisiones.

No obstante, más estudios son necesarios a fin de conocer realmente qué condiciones son las óptimas para cada variedad y así poder identificar aquellas que mejor se adapten a cada localización en función de las condiciones edafoclimáticas.

Figura 10. Reparto de las precipitaciones por meses en las localidades de Zalamea de la Serena (La Serena) y Guadalupe (Villuercas Ibores Jara)...
Figura 10. Reparto de las precipitaciones por meses en las localidades de Zalamea de la Serena (La Serena) y Guadalupe (Villuercas Ibores Jara). Las precipitaciones tienen a reducirse en muchas comarcas y sobre todo a repartirse de una forma más concentrada en determinados meses.

Conclusiones

En este trabajo se ha presentado que no solo la temperatura ambiente o las precipitaciones son determinantes en las producciones de aceites de oliva vírgenes de Extremadura, sino que hay que tener en consideración otros factores, como la temperatura del suelo. Así, se está considerando que el número de días en los que la temperatura del suelo en los primeros 10 cm es superior a 25°C se podría ver afectada la actividad de las raíces y afectar al metabolismo de la parte aérea del olivo, habiéndose obtenido una buena correlación entre los datos monitorizados en la localidad de Olivenza con la producción pacense.

En base a que tanto la temperatura del suelo y el ambiental afecta de forma diferente a cada variedad: las posibles modificaciones del clima pueden hacer que una variedad responda mejor que otras. La reducción de horas de frio, aumento de las temperaturas ha cambiado el clima en regiones de Extremadura, tal y como se puede observar gráficamente para las localidades como Guadalupe y Zalamea de la Serena (Figura 8 y Figura 9); la tendencia es que se irán reduciendo estas horas de frio y afectaría a la diferenciación de los yemas a flores y por ende a la floración y producción del olivo.

De forma general se observa que ha aumentado en torno a 1°C las temperaturas máximas, medias y mínimas, aunque es en las Vegas de Guadiana donde más se ha incrementado la temperatura máxima media y en Tierra de Barros donde más ha aumentado la temperatura mínima media. Esto sin duda afectará a la floración y cuajado de los frutos.
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Figura 8 Tendencia de las horas de frío anuales y la variación con los valores medios en cada año en la localidad de Zalamea de la Serena (La Serena)...
Figura 8 Tendencia de las horas de frío anuales y la variación con los valores medios en cada año en la localidad de Zalamea de la Serena (La Serena) y variación respecto a la media entre 2008-2023.
Aunque no se ha obtenidos diferencias estadísticamente en las precipitaciones, los valores medios sí se ven reducidos en algunas zonas. Las precipitaciones se han observado que tienen una tendencia a reducirse más en las zonas del este y sur de Extremadura mientras se mantienen en el oeste y norte. También se ha observado es que hay una concentración de éstas en unos pocos meses reduciéndose en otros (Figura 10) por lo que el aprovechamiento de esta agua por el cultivo será más limitado frente a una disponibilidad más repartida en el ciclo vegetativo.
Estas modificaciones en las precipitaciones y temperaturas obligarán al cultivo del olivo a adaptarse a un clima más xérico. Caso destacable es la evolución hacia este panorama de la zona más sureste de la provincia de Badajoz, como en Campiña Sur, en las que ha sido notable el aumento de las temperaturas máximas y medias junto a unas bajas precipitaciones en las Vegas Altas. El norte de Cáceres, tanto de Este a Oeste mantiene sus condiciones climáticas salvo el ligero aumento de las temperaturas medias.
Con estos valores recopilados se han determinado los índices bioclimáticos para las principales variedades cultivadas en Extremadura, lo que vendrá a ayudar a identificar las variedades que tradicionalmente se han adaptado mejor a los diferentes climas de Extremadura. No obstante, más estudios son necesarios para conocer bajo qué condiciones edafoclimáticas qué variedad se adaptará y responderá de una forma más competitiva ante los futuros cambios que tendrán lugar en Extremadura en los próximos años.

Financiación y apoyo a este proyecto

El Proyecto de Innovación es cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), en un 85 % dentro del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Extremadura 2014-2022, en la medida 16 “Cooperación”, submedida 16.1 “Ayuda para la creación y el funcionamiento de grupos operativos de la AEI en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas”, siendo el resto cofinanciado por la Comunidad Autónoma de Extremadura en un 11,28 %, y por el Estado, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en un 3,72 %.

El Grupo Operativo ha dispuesto una web en la que todos los interesados pueden estar al día de los avances, manuales, artículos y acciones de difusión. Puedes consultar esta web y la de otros grupos operativos regionales en el siguiente link https://observatorioagroalimentario.com/proyectos/GOR/

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