La acuicultura en España en 2024: estabilidad en el mar y crecimiento en agua dulce
Estos datos confirman la relevancia de un sector que no solo contribuye al suministro estable de pescado y marisco de calidad, sino que también resulta esencial para avanzar en sostenibilidad, seguridad alimentaria y soberanía productiva. España, referente en producción acuícola en la Unión Europea, combina tradición y modernización tecnológica en un mercado que busca adaptarse a los cambios en la demanda y al contexto internacional.
Producción marina: el peso del mejillón y las especies de alto valor
La acuicultura marina española se situó en 798,6 millones de euros en valor de primera venta, destacando tanto en moluscos como en peces de talla comercial.
- Moluscos: el mejillón continúa siendo el producto estrella, con 184.593 toneladas (el 98,8% de los moluscos), concentradas casi en su totalidad en Galicia (96,9%). Este cultivo representó el 73,2% de toda la producción marina nacional, con un valor de 138,1 millones de euros, lo que lo convierte en una de las bases económicas de la acuicultura española.
- Peces marinos: la producción se mantuvo en 65.154 toneladas, con un valor de 644 millones de euros. Destacaron:
- Lubina: 27.376 t (+11%), valor de 238,5 M€.
- Dorada: 10.821 t (-17%), valor de 71,9 M€.
- Atún rojo: 10.388 t (+7%), valor de 184,4 M€, la especie que más crece en valor.
- Rodaballo: 10.058 t (+5%), valor de 93,3 M€.
- Corvina: 5.051 t (-22%), valor estable en 35,7 M€.
- Lenguado senegalés: 1.030 t, valor de 14,9 M€.
- Pez limón: 51 t, lejos de los volúmenes de 2021-2022, lo que refleja la dificultad de consolidar especies emergentes.
Acuicultura continental: la trucha arcoíris domina
La acuicultura continental mostró en 2024 un dinamismo notable, con un crecimiento del 6,6%, alcanzando 14.791 toneladas.
- La trucha arcoíris sigue siendo la especie de referencia, con 14.689 toneladas (+6,5%), valoradas en 55,6 M€.
- El esturión siberiano se posiciona como segunda especie, aunque con volúmenes mucho menores: 61 t, pero con un crecimiento del 37% respecto a 2023.
La acuicultura como sector estratégico
Más allá de las cifras, la acuicultura en España representa un pilar estratégico en la economía azul ya que contribuye a reducir la dependencia de importaciones, garantizando un suministro local de proteína de alta calidad. Además, genera empleo en zonas rurales y costeras, favoreciendo la cohesión territorial; responde a la creciente demanda mundial de pescado, en un contexto de estancamiento de la pesca extractiva; y ofrece oportunidades de innovación en sostenibilidad, alimentación animal, reducción de huella ambiental y diversificación de especies.
El balance de 2024 muestra un sector estable en el ámbito marino y con dinamismo en aguas continentales, pero con retos claros: diversificación de especies, adaptación a la demanda del consumidor, sostenibilidad y mejora de la competitividad internacional.
En este escenario, la acuicultura se reafirma como una pieza clave del presente y futuro de la cadena alimentaria en España, llamada a jugar un papel central en la seguridad alimentaria europea.








