Turnos a medida, la solución para cuidar personas y equipos
Joaquim Borrás, consejero asesor de Sisqual WFM
21/07/2025El 65% de los trabajadores en España da prioridad a la flexibilidad horaria para poder conciliar, de acuerdo con InfoJobs. No se trata de una demanda puntual, sino más bien de una señal de que algo tiene que cambiar. La idea de que los turnos se asignan desde un despacho, con fórmulas rígidas y sin margen para el contexto personal de cada empleado, ha dejado de ser sostenible. Hoy en día, gestionar horarios va de entender realidades diversas, de adaptarse en tiempo real y de asumir que el bienestar es tan estratégico como la eficiencia. Hiperpersonalizar los turnos ya no es una opción, sino la única forma de no quedarse atrás.
En sectores como el retail, la hostelería, la sanidad o el transporte, la rotación y la cobertura 24/7 son una necesidad estructural. Pero eso no justifica que la experiencia del trabajador quede relegada, al contrario. El verdadero salto cualitativo consiste en que la eficiencia operativa y el bienestar de las plantillas dejen de estar enfrentados, y solo se consigue con planificación inteligente.
La hiperpersonalización implica escuchar activamente a los equipos. Entender que no todos los perfiles tienen las mismas preferencias, condiciones familiares o niveles de energía según la franja horaria (por ejemplo, no es lo mismo un turno de mañana para un padre con custodia compartida que para un joven estudiante). Personalizar es permitir que esa realidad diversa tenga un reflejo en el sistema de turnos, de forma automatizada pero empática.
La experiencia del consumidor ya ha demostrado que la personalización mejora la fidelidad y la satisfacción y ahora, ese mismo principio se traslada a la experiencia del empleado. Tecnologías como la Inteligencia Artificial generativa están impulsando modelos capaces de anticiparse a las necesidades de cada persona, prever sus disponibilidades y ajustar dinámicamente los recursos de la organización.
Además, las herramientas de gestión de la plantilla ayudan a convertir estos datos en decisiones más justas: ofrecen una visión completa del equipo en tiempo real, alertan de desequilibrios y proponen soluciones adaptadas a cada realidad. Y, sobre todo, permite dedicar menos tiempo a cuadrantes y centrarse en liderar equipos.
Una de las aplicaciones más tangibles de estas soluciones es el modelo de 'open shifts', que se trata turnos abiertos que los trabajadores pueden seleccionar según sus preferencias y disponibilidad. De esta forma, se democratiza la gestión del tiempo, reduce la fricción en la cobertura de vacantes y mejora el compromiso del personal. No es casualidad que muchos comercios y empresas de servicios estén incorporando este modelo con muy buenos resultados.
No obstante, hiperpersonalizar los turnos también plantea ciertos retos, como evitar que la personalización se convierta en fragmentación. La clave está en encontrar patrones comunes, fomentar el intercambio de información entre equipos y asegurar que, por mucha individualización que se permita, no se pierda el sentido colectivo del trabajo.
También hay que prestar atención a los límites, ya que la personalización no puede invadir la privacidad ni generar dependencia tecnológica excesiva. La gestión ética de los datos y el respeto por la desconexión digital son condiciones innegociables si queremos construir modelos sostenibles.
Creo que la clave está en combinar esta autonomía con estructuras sólidas. Flexibilidad no significa improvisación, sino capacidad para adaptarse sin perder el control. Y eso solo es posible con una buena base tecnológica y una cultura organizativa que valore el equilibrio entre la vida personal y laboral como un activo estratégico.













