Aege alerta de la desventaja competitiva de la industria electrointensiva española en su último ‘Barómetro energético’
La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege) ha publicado la actualización de su 'Barómetro energético' correspondiente a mayo de 2025, en la que se analiza en detalle la evolución del precio final de la factura eléctrica que pagan los consumidores industriales en distintos países europeos. El informe desglosa los principales componentes que conforman el coste de la electricidad, su evolución y su impacto en la competitividad industrial.
En sectores como la industria electrointensiva, dedicada a la producción de bienes básicos y fuertemente expuesta a la competencia internacional, el coste de la electricidad es un factor estratégico. Aege recuerda que la energía eléctrica puede representar hasta el 50% de los costes de producción, e incluso superarlo en determinados procesos industriales. Por ello, cualquier diferencia significativa en los precios de la energía entre países puede suponer una desventaja competitiva crítica.
La factura eléctrica de los clientes industriales está compuesta por varios elementos: los costes de adquisición de la energía, que incluyen tanto el precio del mercado mayorista como recargos adicionales, los peajes de acceso a las redes, los cargos del sistema y los impuestos. Además, los consumidores electrointensivos en Europa pueden recibir compensaciones por su contribución al sistema eléctrico y por las emisiones indirectas de CO2.
España, a la cola en competitividad energética
Según el análisis de Aege, la industria electrointensiva española se enfrenta a uno de los precios más altos de Europa. En mayo de 2025, la factura por el consumo eléctrico en España fue 2,8 veces superior a la de Francia y 1,4 veces superior a la de Alemania, lo que supone que es un 176% más cara que en Francia y un 43% más cara que en Alemania. Esta situación coloca a la gran industria española en una posición de clara desventaja frente a sus competidores europeos.
Una de las claves de esta diferencia se encuentra en el caso francés: el 62% de la electricidad consumida por su gran industria se adquiere a través de contratos regulados bajo la tarifa Arenh, a 42 €/MWh, muy por debajo del precio de mercado. Esta tarifa ofrece una estabilidad y previsibilidad de costes que la industria española no tiene a su alcance.
Aege también denuncia que los consumidores electrointensivos en España deben afrontar costes por servicios de ajuste del sistema que no existen en Francia ni en Alemania, lo que incrementa la brecha competitiva en más de 18 €/MWh. Este sobrecoste limita la capacidad de la industria nacional para competir en igualdad de condiciones.
A esto se suma una política de compensaciones por emisiones indirectas de CO2 que, según Aege, es notablemente inferior a la de países como Alemania, debido a la indisponibilidad presupuestaria en España. En cifras, las ayudas alemanas superan en 26 €/MWh a las disponibles en nuestro país, ampliando aún más el desequilibrio.
Factores del entorno energético europeo
El barómetro de Aege también ofrece un seguimiento detallado de los principales commodities energéticos que influyen en el precio final de la electricidad, como el precio del barril de Brent, el carbón API#2, el mercado TTF de gas natural y los derechos de emisión de CO2. Estos componentes, de gran volatilidad, afectan directamente al coste de la energía eléctrica en los mercados mayoristas europeos, aunque su impacto varía según el país y su modelo de contratación.





































