La Diputación de Málaga impulsa este proyecto para reducir el gasto energético de los municipios y mejorar su sostenibilidad

Un total de 23 edificios públicos de ocho municipios de la Sierra de las Nieves, en la provincia de Málaga, se beneficiarán en un futuro próximo de un sistema canalizado de calefacción basado en biomasa, dentro del proyecto Bio+a Málaga. La instalación de las calderas ha dado comienzo en abril y finalizará en septiembre.

Bio+a Málaga, que cuenta con un presupuesto de 6.778.763 euros, es parte de la apuesta realizada por la Diputación de Málaga a través del programa ‘Málaga Viva’ contra el cambio climático. Con este plan, la institución provincial prevé reducir un 80% las emisiones de CO₂ de los municipios y un 63% su gasto anual en calefacción.

Esta actuación de Bio+a Málaga es integral y contempla tanto calderas como los conductos necesarios y los radiadores en Alozaina, Casarabonela, El Burgo, Guaro, Monda, Ojén, Istán y Tolox. El pasado mes de enero ya comenzó la instalación de tuberías en El Burgo, mientras que ya se han realizado actuaciones en salas de calderas de Istán y Tolox. El municipio de Yunquera, que también se incluye, sirvió en su momento como proyecto piloto para la instalación de calderas de biomasa para la calefacción de edificios públicos.

La actuación de Bio+a Málaga es integral y contempla tanto calderas como los conductos necesarios y los radiadores.

Para el proyecto se prevé emplear calderas marca KWB, modelo Multifire MF2. Son calderas multicombustible que pueden alimentarse con astilla, pellet o hueso de aceituna. Esto permitirá llevar el proyecto a zonas concretas de la provincia (sobre todo en la faja norte) con alta concentración de almazaras.

En esta primera fase, las calderas se alimentarán con biomasa forestal (astilla y desbroce) procedente de los montes de la propia comarca. “De este modo, en caso de producirse incendios, contarán con menos combustible y serán más fáciles de sofocar”, explica el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salgado. “Este proyecto, además, generará empleo en estos municipios derivado de la extracción y el tratamiento de la biomasa”, añade. Se estima que el consumo total de astilla entre los nueve pueblos alcance unas 836 toneladas al año.

En esta fase del plan se actuará en 23 edificios públicos, tras la consulta y acuerdo con los ayuntamientos por parte de la empresa pública Tragsatec.

La central térmica de Casarabonela tendrá una potencia de 120 kW y abastecerá al CEIP Serafín Estébanez Calderón.

El Burgo contará con una caldera de 200 kW y los edificios beneficiados son el CEIP San Agustín y el consultorio municipal.

El CEOP Francisca Ruiz de Istán se calefactará gracias a una caldera de 120 kW, al igual que el CEP Remedios Rojo y el velatorio de Monda.

Ojén tendrá una red de calor de 595 metros cuya central térmica, de 240 kW, proporcionará calefacción al aulario, la guardería municipal y el CEIP Los Llanos.

Dos redes de calor habrá en Tolox. La primera, de 160 metros y con una caldera de 240 kW, estará formada por el CEIP San Roque y el tanatorio. La segunda, con iguales características, abarcará la guardería, el consultorio, la biblioteca pública Antonio Canca y el centro juvenil.

Por último, Monda tendrá dos centrales térmicas, una de 150 kW para un colegio y el velatorio y una segunda de 120 kW para un segundo colegio.

Para hacerse una idea del alcance medioambiental del proyecto, basta con observar las cifras de ahorro de Istán, el municipio en el que arranca el plan. En esta localidad se invertirán 194.351 euros para instalar una caldera en el CEIP Francisca Ruiz, que cuenta con una superficie de más de 1.300 metros cuadrados y requiere calefacción durante ocho horas al día y cinco meses al año. Con la instalación actual, consume anualmente 107.024 kWh al año, lo que supone una factura de gasoil de más de 10.500 euros. Con la instalación de biomasa, la factura se reducirá a 3.880 euros anuales. Además, las emisiones de CO₂ disminuirán de 48.564 kilogramos a 10.272, por lo que la calificación energética en emisiones del edificio pasará de ‘C’ a ‘A’.

La Diputación de Málaga tiene previsto llevar el proyecto a otras zonas de la provincia. De hecho, ya está realizando el estudio para su implantación en los municipios del Valle del Genal (Algatocín, Alpandeire, Atajate, Benadalid, Benalauría, Benarrabá, Cartajima, Gaucín, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta y Pujerra) y se ampliará a la comarca de Antequera y a la Sierra Norte (Alameda, Archidona, Casabermeja, Cuevas Bajas, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina, Villanueva de Algaidas, Villanueva de la Concepción, Villanueva del Rosario, Villanueva del Trabuco y Villanueva de Tapia).

También se están elaborando los estudios correspondientes a una posible tercera fase de la Serranía de Ronda, englobando siete municipios potenciales más (Arriate, Benaoján, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Montejaque, Montecorto y Serrato).

Gracias a Bio+a Málaga se prevé reducir un 80% las emisiones de CO₂ de los municipios y un 63% su gasto anual en calefacción.