Carbono renovable como principio guía para ciclos sostenibles de carbono
El carbono renovable como un principio rector para los ciclos de carbono sostenibles es un documento de la Iniciativa de Carbono Renovable (Renewable Carbon Initiative – RCI), sobre la desfosilización de la industria química y de materiales con once recomendaciones políticas.
Como la descarbonización no es una opción para el sector químico y de materiales, ya que se basa completamente en el uso del carbón, se requiere una estrategia alternativa. En la actualidad, la RCI publica un documento exhaustivo sobre cómo el concepto de carbono renovable puede servir como principio guía para la transformación hacia ciclos sostenibles de carbono.
RCI trata el elemento principal del problema climático: 72% del cambio climático antropogénico está provocado directamente por el carbono fósil que se extrae de la tierra. Para mitigar rápidamente el cambio climático y lograr nuestra ambición global para las reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero, se debe reducir la entrada de más carbono fósil de la tierra a nuestro sistema tan rápidamente como sea posible y a gran escala.
En el sector de la energía y del transporte, esto significa una expansión enérgica y rápida de las energías renovables, hidrógeno y electromovilidad, la denominada descarbonización de estos sectores. La UE ya ha empezado a impulsar una agenda ambiciosa en este espacio y continuará haciéndolo así, por ejemplo, con el programa publicado recientemente “Fit for 55”.
Sin embargo, hasta ahora estas políticas han ignorado en gran medida otras industrias que extraen y usan el carbono fósil. Las industrias químicas y de materiales tienen una alta demanda de carbono y en esencia solo son posibles con materias primas a base de carbono, ya que la mayoría de sus productos no puede prescindir del carbono. A diferencia de la energía, estos sectores no pueden ser “descarbonizados” ya que las moléculas siempre necesitarán carbono. El equivalente a la descarbonización mediante la energía renovable en el sector de la energía es la transición al carbono renovable en las industrias químicas y de materiales derivados. Ambas estrategias evitan aportar carbono fósil adicional de la tierra al ciclo y se puede resumir en el término “desfosilización”.
Para desvincular la química del carbono fósil, la cuestión clave es qué fuentes de carbono no fósil se pueden usar en el futuro. Los rápidos avances de las biociencias y la química han desbloqueado fuentes de carbono nuevas, renovables y cada vez más asequibles, que nos proporcionan soluciones alternativas para un sector químico y de materiales más sostenible. Estas fuentes alternativas son: biomasa, utilización de CO2 y reciclado. Se combinan bajo el término de “carbono renovable”. Cuando se usa como principio guía, el carbono renovable proporciona un objetivo claro hacia el que trabajar con suficiente espacio para maniobrar para todo el sector. Permite pensar más allá de los límites establecidos y detener la afluencia de carbono fósil adicional de la tierra.
El cambio sistemático al carbono renovable no solo requerirá importantes esfuerzos por parte de la industria, sino que debe ser apoyado por medidas políticas, avances tecnológicos e inversiones importantes. Para poner en práctica una transición rápida y de gran volumen dejando de utilizar el carbono fósil y para demostrar su impacto, es fundamental un marco político que lo respalde. Se debe hacer hincapié en adquirir el carbono de modo responsable y de manera que no tenga un impacto negativo en los límites planetarios más amplios ni socave los cimientos sociales. Se necesita una estrategia global de gestión de carbono que tenga en cuenta las características específicas relacionadas con la aplicación y regionales para identificar la fuente de carbono más sostenible de la familia del carbono renovable. Esto permitirá una organización adecuada de la compleja transición desde el carbono fósil de la tierra de hoy a la energía renovable y al carbono renovable en todos los sectores industriales.
