El 49°Concurso Regional de Calidad de Vinos registra 104 muestras participantes
La 59 edición de Fercam ha celebrado el 49 Concurso Regional de Calidad de Vinos, en el que han participado 33 bodegas con hasta 104 muestras entre las que “predominan blancos, 39 muestras, seguido de los vinos jóvenes y crianza”, destacaba el edil manzanareño responsable de Fercam, Pablo Camacho. La categoría en la que la participación ha sido más escasa ha sido la de vinos espumosos, motivada especialmente por la escasa cultura de espumosos que hay en la región por su reciente creación.
Camacho se ha mostrado “feliz” por la presente edición, y ha destacado que uno de los aspectos que más llamaron la atención en el Ministerio de Agricultura cuando solicitaron el apoyo a la feria fue, concretamente, que éste sea “el certamen más antiguo de España y el segundo más longevo de Europa”, lo que supone “un logro tener un concurso de estas características en la Feria Nacional del Campo”.
El Ayuntamiento de Manzanares potencia el sector vitivinícola para mejorar los datos de consumo, ya que pese a que Castilla-La Mancha se encuentra entre las grandes productoras de vino, es una de las comunidades autónomas en las que menos vino se consume: “El gasto medio por habitante en vino es de 25 € al año; sin embargo, en Castilla-La Mancha es de 12 € al año”. Si se compara con otras comunidades autónomas, a la cabeza está el País Vasco, con 41 € de consumo de vino al año, “hablamos de una cultura diferente, pero las administraciones tenemos que seguir potenciando actividades”.
Para ello, el Ayuntamiento, además de este concurso y las actividades en Fercam, desarrolla a lo largo del año las Jornadas Alma del Vino, y Manzanares Tierra de Vinos, así como otras actividades organizadas para el sector de la hostelería.
El enólogo del jurado, Félix Yáñez, ha destacado especialmente la calidad que presentan este año los vinos, que han registrado puntuaciones “que sobrepasan los 92 y 93 puntos sobre 100”. Entre las muestras, ha señalado que se encuentran vinos con “esplendorosos colores, aromas frutales importantes y equilibrio en boca, con caminos dulces naturales procedentes de la uva” entre los tintos, y blancos que evolucionan de manera importante en calidad con el pasar de los años, y que ahora llegan con “aromas muy altos y equilibrados, frescos, agradables”, muy diferentes a los que se presentaban a concurso hace treinta años cuando Yáñez comenzó como responsable de este concurso.
