La técnica de poda tardía resulta eficaz en retrasar el ciclo fenológico de la vid y, por tanto, desplazar los procesos de maduración hacia periodos de temperaturas más suaves
Efectos agronómicos y enológicos de la poda tardía en Bobal y Tempranillo
El calentamiento global en climas cálidos y semiáridos está desequilibrando la madurez de la uva, reduciendo su ratio de composición fenólica:tecnológica y, por tanto, mermando la calidad de los vinos. En este trabajo se estudió durante dos años la realización de una poda tardía en Tempranillo y Bobal (Requena, Valencia) con el objetivo de desplazar el ciclo fenológico hacia periodos más frescos y mitigar ese desequilibrio. La técnica retrasó la fecha de vendimia, pero redujo la producción debido al menor peso de racimo. Además, provocó diferencias en la composición de la baya en ambas variedades, pero estas no se trasladaron a los vinos. Estos resultados muestran el potencial de la técnica para retrasar el desarrollo del ciclo fenológico, pudiendo mejorar la composición fenólica de la uva.
Introducción
La maduración de la uva en climas cálidos y semiáridos tiende a alcanzar rápidamente concentraciones elevadas de sólidos solubles totales y altos valores de pH, mientras su contenido en compuestos fenólicos se incrementa más lentamente (Iland y Gago, 2002). Las temperaturas nocturnas altas y los elevados niveles de UV-B alteran también la síntesis de compuestos aromáticos (Schultz 2000, Lebon 2002). Todo ello modifica el terroir, y por tanto la tipicidad de nuestros vinos. Dando lugar a vinos tintos de elevado contenido alcohólico y de menor color y aroma, mayor astringencia y amargor. Además, las previsiones de cambio climático no son nada halagüeñas, pues pronostican sensibles incrementos térmicos para las zonas vitivinícolas de clima mediterráneo (IPCC, 2014).
No obstante, los viticultores disponen de herramientas para la adaptación del viñedo al cambio climático. En este contexto, adoptar técnicas que retrasen el ciclo fenológico de la vid, haciendo coincidir la maduración con periodos más frescos, podría resultar una interesante alternativa.
Por tanto, el presente trabajo propone retrasar la tradicional poda invernal hasta la primavera con el objetivo de equilibrar la madurez tecnológica y fenólica de la uva y, además, minimizar los daños por heladas tardías. Los efectos que los diferentes momentos de poda provocaron sobre el rendimiento productivo de las cepas y la composición de mostos y vinos se evaluaron durante dos campañas.
Material y métodos
Descripción del área de estudio
El ensayo se llevo a cabo durante 2015 y 2016 en un viñedo comercial ubicado en Requena, Valencia (39º29´N, 1º13´O, 750 m.s.n.m.) con Vitis vinifera L. cv. Tempranillo y Bobal injertados sobre patrón 161-49C y 110-R, respectivamente. La parcela de Tempranillo se plantó en 1991, a un marco de 2,45x2,45 m, y la de Bobal en 2002, a 2,45x1,5 m. Ambas regadas mediante 2 goteros por planta en un sistema de conducción de cordón Royat bilateral en espaldera vertical de orientación norte-sur. La poda se realizó dejando 12 (Tempranillo) y 8 (Bobal) pulgares de 2 yemas vistas.
El suelo del viñedo es de textura arcillo-limosa, de baja fertilidad y altamente calcáreo. Tiene una profundidad útil superior a 2 m. El clima de la región es templado-cálido, semiárido, con una pluviometría media anual de 430 mm.
El riego aplicado fue deficitario siguiendo el criterio del viticultor. El estado hídrico de las cepas se controló mensualmente mediante cámara de presión tipo 'Scholander'.
Diseño experimental
Los tratamientos estudiados fueron: la poda invernal (Testigo) y la poda tardía (PT). Cada tratamiento constaba de 2 bloques ubicados al azar con 2 repeticiones de 10-15 cepas en Tempranillo y de 14-21 en Bobal.
La poda invernal se realizó durante la dormancia de las yemas y la poda tardía cuando las yemas apicales de los sarmientos empezaban a extender las hojas, lo que correspondió con los estados de yema de invierno o de algodón de las yemas que formarían el pulgar. Adicionalmente, en ambas variedades se realizó una poda en verde con 15 días de diferencia entre tratamientos que consistió en eliminar los brotes que hubiese fuera de los pulgares.
Recogida de muestras y determinaciones
El momento de recolección fue diferente para cada tratamiento, buscando que alcanzasen valores similares de sólidos solubles totales (SST). El contenido en SST, el pH y la acidez titulable (AT) se determinaron en muestras de 30 bayas, y las concentraciones de polifenoles y antocianos en muestras de 20 bayas. Los parámetros productivos se determinaron en cada cepa experimental y el peso de baya en muestras de 100 por repetición.
Vinificación
Las vinificaciones se llevaron a cabo en el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena, en contenedores de acero inoxidable de 60 litros siguiendo el mismo protocolo para cada repetición: estrujado y despalillado de la uva; 7 días de maceración y fermentación alcohólica; prensado, estabilización y almacenaje en damajuanas de 30 litros. Tras la fermentación maloláctica, se determinó la concentración de antocianos y el índice de polifenoles totales (IPT) de los vinos mediante espectrofotometría (Ati-Unicam UV-4).
Análisis estadístico
Se empleó el análisis de la varianza (ANOVA) para determinar el efecto del tratamiento sobre las diferentes parámetros estudiados, y el test LSD o la prueba de Kruskal-Wallis (P<0.05) para la separación de las medias.
Resultados y discusión
Los años de ensayo fueron calurosos y secos. Durante el periodo vegetativo, de abril a septiembre de 2015 y 2016, la evapotranspiración de referencia (ETo) de 920 y 924 mm respectivamente, con la precipitación de 203 y 166 mm.
La poda tardía provocó retrasos significativos en el ciclo fenológico de ambas variedades, con retardos en los primeros estadios de aproximadamente 15-20 días respecto de la poda invernal (Testigo). Como era esperable, estos retrasos se fueron atenuando durante el ciclo, con diferencias en la fecha de vendimia de cómo mínimo una semana en ambas variedades (Tabla 1).
El estado hídrico de las cepas durante las campañas fue similar en ambos tratamientos, en niveles elevados de estrés hídrico en ambas campañas (potenciales de tallo a medio día solar de -1.1-1.4 MPa).
La producción del viñedo se redujo significativamente por efecto de la poda tardía en Tempranillo en 2015 y en Bobal en 2016 (Tabla 1). El tamaño de racimo también mostró una tendencia a reducirse en respuesta a la poda tardía, a excepción de en 2016 en Tempranillo, cuando pudo haber un crecimiento compensatorio debido a su menor número de racimos por cepa. Este efecto podría deberse a una disminución en la fertilidad de las cepas, pero no se puede aseverar sin más años de ensayo dada la elevada variabilidad de la parcela, puesto que la fertilidad de las yemas se determina el año previo y ya se observaron diferencias en la parcela de Bobal en 2015. El peso de la baya en Tempranillo se redujo el primer año de ensayo, pero no así en 2016. En Bobal no se vio afacetado.
La composición de la uva mostró incrementos significativos en la AT en ambas variedades por efecto de la poda tardía en 2015, no obstante, en 2016 siguió la pauta opuesta (Tabla 2). La composición fenólica de las bayas no se vio claramente afectada por el momento de poda en 2015, sin embargo, en 2016 el tratamiento de PT incrementó las concentraciones en antocianos y polifenoles en ambas variedades. Los incrementos en composición polifenólica experimentados por el Tempranillo PT en 2015 se podrían explicar por el incremento de relación hollejo:pulpa debido a la reducción producida en el tamaño de baya, pero no así los acontecidos en 2016 en ambas variedades. Interesantemente, este resultado sugiere que el retraso en el ciclo fenológico benefició las condiciones meteorológicas para la síntesis de compuestos fenólicos en 2016.
No obstante, las diferencias en composición fenólica observadas en las bayas no trascendieron a los vinos en ninguna de las variedades. Sin diferencias significativas en la concentración de antocianos ni en el índice de polifenoles totales (Tabla 3).
Conclusiones
La técnica de poda tardía resultó eficaz en retrasar el ciclo fenológico de la vid y por tanto desplazar los procesos de maduración hacia periodos de temperaturas más suaves. Esto conllevó variaciones interanuales no concluyentes en la acidez total a igualdad de sólidos solubles totales en ambas variedades. Sin embargo, la composición fenólica de la uva sí se vio incrementada con claridad en 2016. Aunque estas mejoras de composición se atenuaron durante el proceso de vinificación. Adicionalmente, cabe destacar las posibles probables mermas productivas que la técnica de poda tardía parece provocar.
Independientemente, estos resultados ponen de manifiesto la respuesta metabólica que estas variedades presentan a la técnica de poda tardía y el potencial de adaptación a escenarios futuros más desfavorables. No obstante, la continuación del experimento en futuras campañas es imprescindible para confirmar su eficacia.
Agradecimientos
Agradecer la financiación del ensayo por el proyecto FEDER: AGL2014-54201-C4-4-R y la colaboración de CajaMar y la Fundación Lucio Gil de Fagoaga.
Referencias bibliográficas
- Iland. P. y Gago. P. 2002. Australia wines. Styles and tastes. Patrick Iland Wine Promotions. Campbelltown. South Australia.
- IPCC, 2014: Climate Change 2014; Impacts, Adaptation, and Vulnerability. Part A: Global and Sectoral Aspects. Contribution of Working Group II to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.
- Kennedy J.A., Matthews M.A. y Waterhouse A.L. 2002. Effect of maturity and vine water status on grape skin and wine flavonoids. Am. J. Enol. Vitic. 53:268-274.
- Lebon E., 2002. Changements climatiques: quelles conséquences pour la viticulture. CR 6ième Rencontres Rhodaniennes pp. 31-36.
- Schultz H. 2000. Climate change and viticulture: A European perspective on climatology, carbon dioxide and UV-B effects. Aust. J. Grape Wine Res. 6:2-12.
