El consumo de cava rosado se triplica en solo 10 años
17 de julio de 2012
Llega el verano y con él, la época de mayor consumo de cava rosado. Considerado un espumoso aromático, ligero y fresco, está de moda, hoy en día, por sus connotaciones glamourosas. Y es que las tendencias de consumo han cambiado a lo largo de los últimos años, lo que ha beneficiado a este peculiar cava. Según cifras del Consejo Regulador del Cava, en los años noventa sólo había unas pocas empresas que elaboraban cava rosado y el 90% se vendía al mercado exterior. En la actualidad, ya son 160 las empresas que incluyen cavas rosados entre su oferta. Además, motivados por la fama cosechada en el extranjero, el mercado interior está cada vez más interesado en este espumoso de color singular.
Y es precisamente su variedad cromática, una de las características más apreciadas de estos cavas. Elaborados con variedades como Monastrell, Garnacha tinta, Pinot noir o Trepat, los rosados adquieren un sinfín de tonalidades, que varían desde el cereza, al fresa e incluso el salmón.
Siguiendo el mismo método de elaboración que los demás cavas, se trata de un vino espumoso fresco, aromático y ligero, a la vez que fino y elegante. Desde el Consejo Regulador del Cava recomiendan consumirlo en aperitivos y cocktails aunque marida a la perfección con arroces, salmón y sushi. En cuanto a los postres, un sorbete o unas fresas se pueden acompañar, también, por un buen rosado.