Pannier y Sumiller comparten mesa en el I Congreso de Sala
25 de noviembre de 2014
Cuando Francesc Altarriba dio a conocer al mundo el concepto Pannier hizo un símil de este nuevo rol con el del sumiller, afirmando que la gastronomía mandaba ya tener un especialista en pan, como lo tenían los vinos, los cafés o incluso las aguas o los licores con la llegada de las nuevas tendencias. Los días 9 y 10 de diciembre, en San Sebastián, en el marco del I Congreso de Sala que organiza de forma pionera la Fundación Basque Culinary Center, Sumiller y Pannier compartirán protagonismo, el primero de la mano de ‘Pitu Roca’, Premio Nacional de Gastronomía y jefe de sala de uno de los mejores restaurantes del mundo, y el segundo en boca de su máximo avalador, el consultor y experto, Francesc Altarriba.
En pleno apogeo del sector gastronómico y en un momento en el que la alta cocina ha escalado la cima más alta de la creación y popularización, el pan y el vino se postulan como grandes invitados a la puesta de largo del servicio de sala. Con el nombre de Host, la escuela universitaria Basque Culinary Center organiza este primer congreso que reunirá las prácticas y nuevas tendencias de sala, así como muchos invitados de gran renombre.
El encuentro aspira a ser un salón de referencia para todas aquellas personas dispuestas a evolucionar en el servicio y atención al comensal fusionando creatividad e innovación con grandes profesionales que brinden la mejor de las acogidas en una sala de restaurante. Para ello, Host se compondrá de ponencias, mesas redondas y talleres.
Durante dos días, la sede de la BCC en San Sebastián será lugar de reflexión sobre conceptos hasta hoy olvidados como el análisis sensorial de la cubertería, y rompedores como la figura del Pannier, experto en pan, que presentará su creador, Francesc Altarriba, después de años consolidándola en el sector de la restauración como imprescindible. Altarriba viajará al País Vasco para reivindicar una vez más las enormes posibilidades que el pan tiene en la sala y, en cambio, no son explotadas, y para explicar el porqué de la necesidad de la cultura Pannier, después que la elegancia de su uniforme, su técnica en cocción, su destreza cortando el pan ante el comensal y la creatividad en su presentaciones en mesa conquistaran México el pasado mes de agosto.