El chef impresor
Se llama Foodini y es una impresora 3D de alimentos. Emplea un modelo de cápsulas abiertas, lo que significa que el consumidor prepara y coloca sus propios ingredientes frescos en la máquina, como puede ser chocolate, mermelada, crema... Seleccionar una receta o diseñar una propia y dar la orden de imprimir son los tres pasos para crear pasteles.
En la firma catalana Natural Machines creen que de esta forma es posible preparar alimentos más saludables, de forma fácil y muy divertida. Se trata de un novedoso dispositivo que se empezará a fabricar en breve en China y del que ya ha recibido pedidos, principalmente de Estados Unidos y de los países del norte de Europa.
Se trata de la primera impresora 3D que imprime todo tipo de alimentos frescos y nutritivos, desde salados a dulces. Y según apuntan desde la firma, promueve la comida casera, no la reemplaza.
Su funcionamiento es muy similar al de una impresora 3D convencional, aunque en lugar de tinta, Foodini se carga con hasta cinco cápsulas con ingredientes, siempre que no sean líquidos ni sólidos muy grandes.
El Gutenberg de la cocina
Como otros robots de cocina, esta revolucionaria máquina ayuda en los trabajos de cocina más difíciles o a preparar platos cuya elaboración consume mucho tiempo. Tanto, que muchas veces en casa no se cocinan, como trabajar masas, rellenar pasta o elaborar alimentos con diferentes formas.
La máquina es capaz de trabajar tanto con alimentos de consumo diario como con recetas más elaboradas. Además, puede hacer que los alimentos tengan altura y forma, por ejemplo, figuras 3D de chocolate o alimentos planos, como pueden ser galletas.
La firma aclara que Foodini no automatiza las cocinas, ayuda en el montaje, en el acabado y si fuese necesario podría mantener la comida caliente gracias a su sistema de calefacción. Puede monitorizar la cantidad de calorías que se ingieren y seguir recomendaciones para mejorar su dieta, o compartirla con otros usuarios.
La impresora está lista para ser utilizada (‘plug and play’). Consta de una mini tableta de pantalla táctil que facilita su uso. Además, la máquina tiene un diseño elegante, y las piezas técnicas de su interior están ingeniosamente ocultas.
El funcionamiento es sencillo. El usuario prepara los ingredientes frescos (con la ayuda de una batidora o cualquier otro procesador de alimentos), se cargan las cápsulas de alimentos de Foodini, y la máquina imprime la receta elegida. El usuario no requiere experiencia culinaria previa. De hecho, puede escoger de su página web recetas o crear una propia.
La máquina será pronto una realidad en la cocinas de restaurantes, panaderías, pastelerías y casas de particulares, ya que está previsto su venta en Estados Unidos y después, en todo el mundo a través de Internet.
Una quiche con forma de dinosaurio
Según defienden sus creadores, Foodini es la forma más llamativa de presentar un plato a los comensales o invitados y de hacer además que los más pequeños coman aquello que normalmente no suelen querer. Escribir mensajes en magdalenas, decorar platos, formas tridimensionales… las opciones son muchas.
Revolución en las cocinas
Los fundadores de Natural Machines, empresa creadora de Foodini, son Àlex Moreu, Rosa Avellaneda, Lynette Kucsma y Emilio Sepúlveda. Involucrados en el sector de la pastelería tradicional, detectaron dos problemas, el elevado coste del transporte y de manufactura, que intentan solventar con su herramienta tecnológica. Además, Foodini permite a los consumidores elegir los ingredientes de sus pasteles, en lugar de los fabricantes, al mismo tiempo que se facilita la complejidad del montaje. Esto también permitiría a personas con intolerancias alimentarias o alergias elaborar pasteles que cumplan con sus restricciones alimentarias.