¡Botella va!
Tras varios años de duro entrenamiento y varios cientos de botellas rotas, Pedro García, con treinta años recién cumplidos,puede presumir hoy de ser el campeón de España de coctelería acrobática y el octavo del ránking mundial. Es, además, el creador del Aeroflair, una técnica que mezcla el flair y aerobic, que, según explica a Interempresas, han aprendido miles de alumnos de todo el mundo.
El flair es un deporte relativamente nuevo, que se popularizó a finales de la década de 1980. Según García, desde entonces hasta hoy, “ha cambiado muchísimo”: “Al principio los movimientos eran con una botella coctelera; hoy en día tenemos ‘niños’ de 18 años que hacen movimientos con siete objetos”. Los jueces puntúan principalmente la originalidad de los movimientos, por lo que los ‘flair bartenders’ están constantemente creando e innovando. “Renovarse o morir”, asegura García.
Por ello, el especialista jienense cuenta con varios movimientos de creación propia, números que llevan su sello. “Si tuviera que elegir un movimiento como preferido, sería con dos botellas coctelera, terminando en un pour con un salto y vuelta en el aire. Me encanta la sensación de estar como bailando mientras hago flair”, explica.
La técnica Aeroflair
Sin embargo, si de algo se siente orgulloso es de su técnica para enseñar a sus alumnos: la Aeroflair. “Es básicamente como el aerobic pero aplicado al flair. Los resultados son muy rápidos y los alumnos, independientemente de su condición física, aprenden. Según García, una veintena de escuelas de todo el mundo aplican su técnica de aprendizaje, por lo que, desde que se creó hasta hoy, se han formado unos 5.000 alumnos de más de 20 países.
Para crear y depurar su técnica Aeroflair, Pedro García ha invertido media vida, mucha ilusión y mucha pasión, además de miles de horas de entrenamiento. “Para mantener la forma, entreno entre una y tres horas diarias, pero en las semanas previas a las competiciones importantes puedo llegar a entrenar hasta ocho horas al día”, apunta. Ilusión, constancia y algunas bajas: “Sería imposible calcularlo, pero pongamos que rompo un mínimo de una botella por día, por 365 días que tiene el año, por siete años que llevo practicando flair, pues serían… ¡muchas, muchísimas!”, bromea.
El plan B
Pero, ¿qué ocurre cuando se le rompe o cae algo en directo? ¿Hay un plan B? García afirma que se suele practicar esta situación en los entrenamientos: “Muy poca gente saca los shows o las competiciones limpias, así que intentamos recuperarnos e incorporarnos en la rutina con estilo y sin que el público lo note. Normalmente, una sonrisa ayuda mucho”, explica. “Tanto en la modalidad de coctelería acrobática como en cualquier otra, los cócteles más agradecidos siempre son los que se hacen con cariño, personalizados y con una sonrisa”, afirma.
Sin embargo, reconoce, los cócteles que dan más juego, son aquellos que requieren el uso de diferentes herramientas: “Nos da la oportunidad de poder hacer movimientos con otras cosas a parte de la botella y coctelera”.
Pedro García es el actual campeón de España de coctelería acrobática y el octavo en el ránking mundial. “Estos títulos son la recompensa a toda una vida detrás de la barra. Es un orgullo para mí poder representar a mi país”, sostiene al respecto. Además, García es Brand Ambassador de Fabbri 1905, examinador oficial de la World Flair Association (WFA) y colaborador de la Federación de Asociaciones de Barmans Españoles (Fabe), puestos desde los que le gustaría contribuir a que España, un país donde el motor económico es la hostelería, haya flair y bartenders de calidad. “En este momento, mi objetivo es ayudar a que los jóvenes bartenders entiendan el flair para que nuestro país llegue a estar entre los mejores”, concluye.