La mesa que habla
Camareros, jefes de sala, sumilleres, todos ellos trabajan en contacto directo con el comensal, viven de cerca el trato con el cliente. Son la cara visible del establecimiento. Pero, ¿qué hay del verdadero protagonista, del artífice, del creador de los platos que el comensal degusta en el comedor? El chef trabaja tras los fogones de su cocina con apenas tiempo para respirar entre comandas, platos y ollas. De su trabajo depende de forma directa la satisfacción del cliente y, junto a un buen servicio en sala, contribuye a forjar el prestigio del restaurante y determina el hecho de que un comensal vuelva o no al establecimiento.
Salvo algunas excepciones, como restaurantes de alta cocina, nuestro protagonista recibe las felicitaciones a través de los camareros. A partir de ahora, y gracias a la tecnología, esto puede cambiar. Una empresa belga, afincada también en España, sorprendía a los visitantes de la pasada edición de Hostelco con un desarrollo que acerca el chef a sus comensales.
El chef sale de la cocina
Interempresas ha tenido ocasión de hablar con Eric Beernaert, director regional de Europochette Ibérica, una compañía que ha creado Pochette, un producto innovador mediante el que el chef puede comunicarse, por lo menos de forma virtual, con los comensales. “Quisimos transformar la mesa en algo más vivo a través de una funda de cubierto y servilleta con capacidad multimedia”, explica Beernaert. Fotografiando con un smartphone una imagen impresa en la funda el cliente puede recibir información en formato audiovisual o, incluso, imágenes en directo vía webcam. “¡Ha llegado la realidad aumentada también a la hostelería!”, añade el director de la sucursal de la compañía en nuestro país. Según explica Beernaert, cuando nos encontramos ante una mesa es por obligación o por placer. En el primer caso, muchas veces “los temas de conversación son pobres, se habla por hablar”. “¡Imaginemos ahora que en ese contexto de aburrimiento la mesa propone un tema a través de la Pochette!”, espeta. En el segundo caso, “en el de comer por placer”, la Pochette “acentúa la dinámica y convierte el momento en algo aún más placentero”.
“¿Dónde está el truco?”
La compañía aprovechó su paso por la pasada edición de Hostelco para presentar su desarrollo. “Muchos me preguntaban dónde estaba el truco y si había magia”. Pero, según Beernaert, la reacción más contundente fue la de los chefs, que veían en la funda y la tecnología que propone la empresa un modo de comunicar al comensal su arte y pasión al mismo tiempo que podían describir la elaboración de sus platos. “También los hoteleros vieron un modo de proponer de manera dinámica un plan de actividades en el desayuno. La verdad es que la acogida fue muy buena”, asegura.
Cómo funciona
La realidad aumentada (RA) funciona a través de una interfaz como Layar (www.layar.com). Puede ser gratuito o pagando un alquiler anual por página de, más o menos, 15 euros. Después, el restaurante necesita el ‘arrancador’ para que el comensal pueda acceder a su información. Es aquí donde la Pochette interviene, imprimiendo la imagen que permitirá al smartphone arrancar la RA.
En cuanto a la información y el formato que puede incluir esta propuesta de fundas con realidad aumentada, Beernaert explica que no hay límite. “Solamente hay que encontrar el punto de diseño entre la línea gráfica del restaurante, la Pochette y la realidad aumentada”.
Así, para que el chef del establecimiento pueda interactuar con sus comensales, para acercarse a él y dinamizar su mesa, basta un smartphone y una app Layar. “Hay otras aplicaciones, pero Layar es la más conocida y, además, es gratuita”, añade el director de Europochette Ibérica.
Acercarse al comensal, dinamizar su mesa, interactuar con él
“Estamos en crisis y tenemos que buscar dinamismo y transformar un simple almuerzo en algo más”, comenta Beernaert. Con Pochette ahora el chef puede comunicarse con el comensal y enseñarle cómo ha preparado ese plato de la carta que está a punto de degustar. “¡Es como estar a su lado, mirando cómo prepara lo que vamos a comer!”, sostiene orgulloso.
Además de Pochette, la compañía viste la mesa con productos desechables de alta calidad como servilletas, caminos de mesa, manteles, cestas o cubiertos de maíz. “Todos nuestros productos son respetuosos con el medio ambiente”, concluye Beernaert.