La refrigeración evaporativa en los procesos industriales de la producción alimentaria
Los equipos de enfriamiento evaporativo se usan para disipar el calor de condensación que se origina en las instalaciones frigoríficas de compresión mecánica, es decir, aquellas que producen y sirven el frío artificial a las cámaras y salas donde los alimentos se refrigeran, conservan, despiezan y envasan a los vehículos refrigerados donde se transporta hasta el punto de venta.
Niveles óptimos de refrigeración para la manipulación y conservación de frescos
Cuanto antes se consigue reducir la temperatura a los niveles óptimos de almacenamiento, la conservación de alimentos frescos es más prolongada. Por ejemplo, la conservación de todas las carnes que se consumen se asegura a través de bajas temperaturas y es fundamental mantener éstas estables en todo el proceso de comercialización.
El acondicionamiento de aire industrial es una aplicación de la refrigeración que, a diferencia del acondicionamiento de aire de bienestar propio de edificios de oficinas o residenciales, se efectúa para lograr condiciones higrotérmicas adecuadas en las salas donde se procesan, manipulan y envasan los productos. El aire acondicionado industrial aporta un estado estable del aire suministrado, definido por el nivel más bajo de temperatura, humedad controlada con absoluta precisión, en un filtrado más estricto y en la eliminación previa de contaminantes.
La eficiencia energética en los sistemas frigoríficos
El uso de la refrigeración evaporativa en la industria alimentaria tiene que ver con la eficiencia energética, el respeto hacia el medioambiente y una inmejorable relación entre la inversión y el rendimiento. Tanto por su aplicación como por su diseño, los equipos de enfriamiento evaporativo ahorran energía.
En primer lugar, las temperaturas más bajas de enfriamiento de agua aseguran un funcionamiento óptimo del proceso y reducen el consumo de energía; en segundo lugar, el equipo es altamente eficaz energéticamente debido al uso de transferencia de calor latente de evaporación. Esta transferencia permite la eliminación de una cantidad superior de calor a la lograda con el uso de una transferencia tradicional de calor sensible, es decir, requiere un caudal de aire hasta cuatro veces menor que el que necesita un proceso de enfriamiento por aire.
Con esta tecnología, la condensación de las instalaciones frigoríficas y de las de aire acondicionado se realiza a una temperatura adecuada para que la presión en el sector de alta del circuito frigorífico sea muy inferior y que, por consiguiente, disminuye el riesgo de fugas de refrigerante y el impacto potencial directo. Por otra parte, al disminuir la temperatura de condensación, el consumo de la energía eléctrica necesaria para accionar los compresores de la máquina frigorífica, con idénticas prestaciones que la condensada por aire, puede reducirse del 20 al 40% e incluso más.
Estas circunstancias ayudan a que el impacto medioambiental sea muy bajo en aspectos que se relacionan con la reducción del efecto invernadero, al limitar las emisiones de CO2 indirectas gracias al ahorro de energía eléctrica consumida y directas debidas a las menores fugas de los gases refrigerantes de efecto invernadero.
El fácil acceso es fundamental para realizar un buen mantenimiento de los equipos.
El papel del amoniaco: un refrigerante que aporta calidad y seguridad
Un factor fundamental en la refrigeración en la industria alimentaria es el uso del amoniaco, que es el refrigerante más frecuentemente utilizado en las instalaciones frigoríficas de la industria alimentaria.
Como refrigerante, el amoniaco ofrece tres ventajas distintivas: es compatible con el medio ambiente al no destruir la capa de ozono y no contribuir al calentamiento global; tiene propiedades termodinámicas muy adecuadas, lo que da como resultado que los sistemas de refrigeración con amoniaco sean muy eficientes y, por tanto, consuman menos electricidad; y, por último, el olor característico del amoniaco es su mayor garantía de seguridad, a diferencia de los otros refrigerantes, que carecen de olor, la refrigeración con amoniaco tiene un record comprobado de seguridad, en parte porque las posibles fugas son fácilmente detectables.
Conclusión
Como conclusión, podemos subrayar que el principio del enfriamiento evaporativo es un proceso natural que utiliza el agua como refrigerante y que se aplica para la transmisión a la atmósfera del calor excedente de diferentes procesos y máquinas térmicas. Así pues, se trata de una tecnología sobradamente probada, segura y, como se ha dicho, muy eficiente en el sentido en que responde a los requerimientos actuales de la industria alimenticia en su conjunto.