El sector del aceite de oliva en tiempos de Coronavirus: las almazaras

La situación no es nada fácil y la incertidumbre de qué ocurrirá en los próximos meses sigue creciendo. El aceite de oliva es un alimento básico y milenario de nuestra archiconocida dieta mediterránea, y muchos investigadores coinciden en su utilidad para potenciar el sistema inmunológico frente a cualquier virus, también ante el COVID-19. Ante una situación de crisis muchos consumidores españoles y de los países de nuestro entorno han decidido volver a recurrir al aceite de oliva entre los productos para llenar sus despensas. Pero para que siga llegando puntualmente a los lineales de nuestros supermercados decenas de miles de profesionales siguen trabajando en el campo, en las almazaras y en todas las industrias auxiliares que aportan el equipamiento, productos y servicios necesario. Con esta secuencia de reportajes queremos concer como están viviendo todos ellos esta situación sobrevenida y, aún, de consecuencias desconocidas.

A las almazaras española el Coronavirus les pilló bajando la persiana de la campaña, toda una suerte si vemos como el Estado de Alarma y el confinamiento ha trastocado nuestra economía y, sobre todo, nuestras vidas. Tras unos meses convulsos por la guerra de precios, muchas almazaras estaban ultimando algunas operaciones y se encontraban preparándose para entrar en el periodo de 'hibernación'. Pero, ¿como está afectando a la salida de los aceites de sus bodegas?

Consoli Molero, gerente de la cooperativa manchega Colival, considera que a pesar del pico en el consumo, se habrán de buscar alternativas comerciales: "En plena crisis sanitaria nuestro sector ha seguido suministrando los aceites con normalidad a sus clientes tanto internos como externos y atendiendo incluso picos de actividad por el incremento de pedidos que están registrando muchas de ellas a consecuencia de la 'psicosis' que se ha apoderado de una parte de los consumidores españoles. El aceite es un producto básico de la cesta de la compra, y somos conscientes de que ha habido un afán desmedido por la compra de alimentos, que en las próximas semanas disminuirá paulatinamente, por lo que tenemos que buscar vías alternativas para la comercialización, tratando de realizar un plan de acción a nuestras salidas", explica.

Emilio Artero, director de calidad, producción y seguridad alimentaria de Picualia, añade que “durante el mes de febrero se cerraron dos contratos para retirar a lo largo del presente mes, produciéndose las retiradas en la última semana de marzo, por lo que las empresas de granel han esperado hasta última hora para retirar, no sé bien si por pura especulación de precio, por problemas logísticos o bien por ser un aceite con destino a Italia, que en mi opinión es la explicación más probable a este hecho. En cuanto a la venta de envasado, en nuestro caso ha bajado considerablemente por estar cerrada la venta directa en tienda, por lo que se entrega a través de agencias de transporte y se reparte a domicilio, duplicando los días de reparto establecidos en la semana, ya que este método de venta ha aumentado notablemente como era de esperar”.

En este mismo sentido, Manuel Caravaca, director de Producción de la almazara jienenese Molinos Las Torres, confirma "que en graneles, seguimos con un mercado muy tranquilo y con precios a la baja. Nosotros hemos sacado adelante varias operaciones más importantes que teníamos cerradas antes de entrar en el confinamiento y estando ya confinados, y también hemos hecho alguna operación de graneles de pequeñas cantidades, ya que los precios son a la baja. En cuanto al envasado, es cierto que ha habido un pequeño repunte en ventas, pero más que nada por acopio de aceite para consumo, no porque el consumo haya aumentado".

"Esta situación ha cambiado y modificado nuestro sistema de trabajo. Las visitas de oleoturismo se han suprimido en su totalidad, estamos reduciendo al máximo la entrada de empresas, limitando esta a lo imprescindible, como por ejemplo desinfección, desinsectación, desratización, empresas de recogida y entrega de paquetes o compra de Epis, productos químicos y limpieza. En cuanto a la carga de camiones se requiere que accedan de uno en uno y que vengan con gafas, guantes y mascarilla, además que mantengan las distancias con los operarios", explica Emilio Artero desde Picualia, una cooperativa que produce por campaña unos 4,5 millones de litros de aceite de oliva.

"Las dos primeras semanas de confinamiento estuvimos trabajando haciendo labores de limpieza, mantenimiento y sobre todo de envasado, pero desde este el día 30 solo vamos a la almazara si viene a cargar alguno de los camiones que tenemos vendidos y una vez cargado, volvemos a cerrar. Hemos dispuesto de un servicio de reparto de aceite a domicilio con el que facilitamos a nuestros clientes el no tener que desplazarse ellos a la almazara", según Manuel Caravaca.

Consoli Molero confirma también que desde las almazaras se está trabajando con muchísima responsabilidad. “Aquellos puestos de trabajo que pueden desarrollar su labor en casa, como administrativos, se está teletrabajando, sin embargo, a nivel productivo-almacenes, embotelladores, etc., el rendimiento sigue siendo al 100%, siempre cumpliendo con todas las normas y exigencias de seguridad sanitarias establecidas por el estado de alarma para garantizar la salud de socios, clientes, proveedores y trabajadores. En una almazara, por desgracia, cuando finaliza la campaña, el personal es el primer objetivo de recorte, nuestro personal siempre tiene cosas que hacer. Ahora es el momento de hacer cosas que siempre dejamos pendiente. Se debe aprovechar el tiempo mejorando las operaciones internas, preparándonos a nuevos retos futuros y formándonos aún más para las situaciones venideras”.

Molero ha querido utilizar el altavoz de Interempresas para lanzar un mensaje de reconocimiento a todo el sector: “Son muchas las personas que seguimos al pie del cañón para que el país, paralizado en parte, pueda seguir con sus necesidades básicas cubiertas. Por eso quiero agradecer, en primer lugar, al personal sanitario y de hospitales su gran trabajo, pero también a otros profesionales como somos los trabajadores de almazaras y, desde luego, a los agricultores, que salen cada día al campo a seguir trabajando por la cadena alimentaria de nuestro sector”.

"Nos encontramos ante un escenario difícil. No debemos olvidar que momentos antes al confinamiento los agricultores estaban en las autovías con sus tractores, y las almazaras apoyando, reclamando un precio justo a las producciones del aceite. Nuestro sector olivarero no era prioritario en la política. La crisis igual", considera Consoli Molero.

En cuanto al consumo la opinión generalizada es que la crisis también se dejará notar tanto en el consumo interno como externo. "El consumo local y global bajará en breve, por lo que bajaran los ingresos que hemos de mantener con un valor añadido. Debemos realizar estrategias de promoción de ventas, como indicador común para acercar nuestras marcas al consumidor. El cliente compra especialmente valor. Y es lo que tenemos que trabajar, por el valor de nuestros AOVE. Fomentar el consumo local por proximidad, como base de nuestra economía y activar el comercio internacional dentro de nuestras posibilidades", explica Molero. "A medio y largo plazo el mercado va a tener un parón importante, ya que el consumo se va a resentir bastante. El sector de la hostelería está cerrado y eso supone un consumo muy importante en nuestro país, además, de todo el parón económico que vamos a sufrirremos. Las lluvias de estas semanas auguran un mercado muy tranquilo y con precios bajos", añade Manuel Caravaca.

Emilio Artero prefiere ver la situación desde un punto de vista más positivo: “Si hubiera que elegir una fecha para ubicar esta crisis elegiría esta fecha, ya que a todas las almazaras nos ha cogido con la recolección, limpieza y mantenimiento realizado, estando todo nuestro aceite en las bodegas. A medio plazo, referente a puestos de trabajo va a ser negativo, pues hasta que no lleguen fechas próximas al inicio de la siguiente campaña no se producirán nuevas contrataciones de personal.La venta y precios no creo que quede afectada ni a la baja ni al alza en los próximos meses. A largo plazo dependerá que no se vean afectadas las las tareas del campo, la recolección y la transformación”.