Diferencias de género en el sector del licensing y el juego
Contamos con las valoraciones de María Costa e Imma Marín con tal de analizar cómo influyen el licensing, el juego y el juguete en la educación sin diferencias de género.
Los juegos, juguetes y algunos productos infantiles son elementos importantes que tienen influencia en el pensamiento de los más pequeños. En este sentido, se convierten en herramientas indispensables para promover una educación sana, respetuosa y en la que no haya lugar para las diferencias de género. Los juguetes hablan por sí mismos y transmiten información a los más pequeños, quienes siempre buscarán identificarse con sus juguetes y personajes favoritos. En esta línea, Imma Marín, fundadora de Marinva y presidenta de la International Play Association Spain (IPA), explica que “más allá de un recurso, el juego es principalmente una estrategia y una metodología. Cada tipo de juguete posibilita el desarrollo de diferentes aprendizajes. Cuanto más variados, más aseguramos cubrir sus necesidades lúdicas”.
En este aspecto, María Costa, directora del departamento de consumidor infantil y ocio de AIJU, detalla que “los productos infantiles no son neutros, son productos llenos de contenidos, de simbología, de actividad, con los que se aprenden valores, además de habilidades y conceptos”. Asimismo, en cuanto a las diferencias de género, añade que “si queremos una sociedad más igualitaria, que respete y valore a las personas por igual sin importar su seco, no podemos bombardear a los niños con anuncios y productos que les transmitan constantemente estereotipos y diferencias de género”.
Aún hay camino que recorrer
De acuerdo con la opinión de ambas expertas, es necesario que tanto la industria y la distribución como las familias y las instituciones tomen conciencia respecto el peso de los productos para los más pequeños en su educación y desarrollo. Así, Imma Marín explica que “a la industria le pediría más conciencia. Este es un tema que necesita una sensibilidad especial, ya que a menudo la inercia y las prisas nos impiden explorar posibilidades que quizás aparecerían con las gafas de la igualdad de género puestas. Y esa sensibilidad pasa por el desarrollo de producto y pasa por supuesto por su comunicación y publicidad”.
En cuanto a la actuación de las familias, María Costa detalla que “nuestros análisis demuestran que existe una amplia movilización sobre todo a nivel de redes sociales. Los productos o la publicidad que se sigue promoviendo de forma sutil y los estereotipos de género en la infancia son ampliamente criticados en las redes. Tanto que, en ocasiones, han forzado a las empresas implicadas a responder con nuevos productos o estrategias para calmar la lluvia de críticas feroces que se difunden por Internet”.
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