El precio de la luz repunta este viernes un 7 % hasta 232,28 euros/MWh
Madrid, 18 mar (EFE).- El precio de la electricidad en el mercado mayorista ha subido este viernes cerca un 7 % hasta alcanzar 232,28 euros el megavatio hora (MWh), su segundo precio más bajo desde el pasado 24 de febrero, cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania.
Tras esta subida, el precio de la luz multiplica por más de trece el importe que marcó hace justo un año (17,35 euros), y se sitúa un 13 % por encima respecto al precio que se alcanzó cuando comenzó la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la electricidad se sitúa un 57 % por debajo del récord de 544,98 euros/MWh registrado el pasado 8 de marzo.
Por franjas horarias, el precio máximo para este viernes se registrará entre las 20:00 y las 21:00, con 290,19 euros/MWh, mientras que el mínimo será de 198,88 euros/MWh entre las 2:00 y las 5:00 de la mañana.
En los 18 primeros días de marzo, el precio de la electricidad se sitúa de media en 320,2 euros/MWh, un 34 % más elevado que el valor de diciembre, el mes más caro de la historia con 239,22 euros/MWh, y casi triplica el precio medio de 2021 (111,4 euros/MWh), el más alto desde que hay registros.
Los precios del mercado mayorista repercuten directamente en la tarifa regulada o PVPC, a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores en España, y sirven de referencia para los otros 17 millones que contratan su suministro en el mercado libre.
Para amortiguar el impacto que el encarecimiento de la electricidad está teniendo en los consumidores, el Gobierno ha prorrogado la rebaja fiscal sobre los impuestos que gravan el recibo de la luz hasta el próximo 30 de junio.
Además, el Ejecutivo propondrá en el próximo Consejo Europeo que se celebrará los próximos días 24 y 25 de marzo, junto a Portugal, fijar un tope para que la electricidad no supere nunca los 180 euros/MWh.
El conflicto militar entre Rusia y Ucrania podría provocar en las próximas semanas un encarecimiento aún mayor de los precios de la energía, especialmente en el caso del gas, debido al riesgo de que las importaciones rusas hacia Europa se vean frenadas por las sanciones impuestas por la Unión Europea.
