Sedigas señala las negativas consecuencias de la aprobación del FNSSE en la actual coyuntura energética

La Asociación Española del Gas, Sedigas, señala las negativas consecuencias y reitera su valoración negativa de la propuesta de creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). Asimismo, lamenta que su potencial aprobación se produzca de forma acelerada en una coyuntura energética extraordinariamente compleja y de implicaciones aun inciertas. La iniciativa resulta ahora especialmente inexplicable e inoportuna y apela a los grupos políticos que participan en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico a replantearse la idoneidad de su tramitación parlamentaria.

Para Sedigas, el FNSEE supone un agravio territorial en detrimento de las zonas más despobladas. Según un análisis de datos de instituciones públicas (como el Instituto Nacional de Estadística o INE o el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía o IDAE), realizado por la Asociación el año pasado para evaluar el impacto del FNSEE entre los consumidores, la medida tendría un impacto mayor entre aquellos que residen en zonas más despobladas y de la España fría del interior, generando todavía más desigualdades entre el ámbito rural y las grandes urbes.

También lo consideran particularmente lesivo para los consumidores más vulnerables. Las evidencias aportadas en el estudio realizado por Sedigas el año pasado señalan que el hogar medio suele tener un mix energético más dependiente de energía no eléctrica, cuyo coste aumentaría con el FNSSE. Además, los hogares de rentas más bajas no tienen tanta facilidad para comprar un coche eléctrico que evite el sobrecoste de hidrocarburos. La probabilidad de comprar un coche nuevo es 200 veces menos para los hogares con menor renta en comparación con los hogares con más renta.

Según el comunicado de Sedigas, el FNSE perjudica a la competitividad del sector industrial español con el consiguiente impacto negativo en términos de generación de riqueza y mantenimiento de puestos de trabajo directos e indirectos para sectores productivos de gran peso en nuestro tejido industrial y en un momento económico como el actual de recuperación postpandemia e incertidumbre respecto a las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. En este contexto, se necesitan medidas y un marco regulatorio que incentiven la competitividad de la industria. La implantación del FNSSE amenaza precisamente esa viabilidad al impactar sobre los costes energéticos de las empresas.

El consumo de gas natural en la industria supone un 60% del consumo de gas natural en España, siendo especialmente relevante en el sector químico, el de fabricación de minerales no metálicos o el de la alimentación y las bebidas, sectores todos ellos con gran capacidad de generación de riqueza y de puestos de trabajo de alto valor añadido.

Aunque el FNSSE prevé compensaciones para aquellos sectores industriales consumidores intensivos en electricidad y gas se desconocen aspectos cruciales como su alcance, su cálculo, su evolución en el tiempo o su regulación y posible consideración como ayudas de estado por parte de la Unión Europea.

Tomando en consideración que los términos y condiciones de las compensaciones se determinarán a futuro mediante Real Decreto del Gobierno, pero que resultará obligatorio el pago de las aportaciones al FNSSE desde la entrada en vigor de la Ley, y de conformidad con los plazos previstos en el mismo, se frustra la finalidad de evitar el riesgo de deslocalización por fuga de carbono de los consumidores industriales.

Asimismo, consideran que ignora y pone en peligro la contribución que, desde hace años, el sector gasista aporta a la consecución de los objetivos de descarbonización. El sector gasista se encuentra totalmente alineado con la descarbonización de la economía. Favorece la penetración de las energías renovables, no solamente ejerciendo de respaldo en la generación eléctrica, sino también como herramienta de eficiencia para la industria, introduce tecnologías híbridas en el sector residencial y terciario, y favorece la mejora de la calidad del aire en el transporte marítimo y terrestre.

Tras la aprobación de las Circulares de la CNMC, los costes propios del sistema gasista ascienden a algo más de 1.900 millones de euros. Con estos costes se garantiza el suministro de gas gracias a la infraestructura necesaria y disponible (plantas de regasificación, redes de transporte y distribución, y almacenamientos subterráneos). El FNSSE supone, por tanto, el establecimiento de un nuevo coste que supone incrementar los actuales costes regulados en un 50%. Por tanto, la medida supone un incremento desorbitado de los costes propios del sistema gasista.

Es por ello por lo que, siendo el sector gasista parte de la solución, no está justificado que se le penalice. Con esta situación el sector, además de financiar sus propios costes operativos, financiaría el sobrecoste generado por las energías renovables. Esta medida producirá una merma en el sector gasista que traerá consecuencias inesperadas e indeseadas como que el gas natural deje de facilitar y acelerar la descarbonización de la economía.

Finalmente, comentan que se trata de una herramienta que se centra exclusivamente en la electrificación y en la reducción de la factura de la luz, obviando los retos de la transición energética y simplemente traspasando costes del sector eléctrico a otros sectores energéticos. Estos últimos días han puesto de manifiesto también que no tiene sentido centrarse exclusivamente en la electrificación: la reducida aportación de las renovables eléctricas para atender los picos de demanda han requerido del gas natural para garantizar la seguridad de suministro. Además, carece de una visión de sector energético en su conjunto, imposibilitando la construcción, entre todos, de una hoja de ruta de descarbonización en España que sea integral, eficiente económicamente, que asegure la competitividad de la industria y no impacte en las economías familiares.

Esta ley se va a tramitar además en un momento inoportuno dado el contexto de especial incertidumbre para la economía nacional, como consecuencia de la situación derivada de la invasión rusa de Ucrania y sus impactos sobre los precios de las materias primas energéticas y la inflación.

Por todo lo anterior, desde Sedigas insisten en la necesidad de abordar la creación del FNSSE desde la inclusión de todas las voces, el diálogo y la búsqueda del consenso, porque va a tener un impacto tan relevante como una reforma fiscal y debería tratarse, por tanto, con el rigor y la transparencia de los procedimientos que requiere una reforma global de la fiscalidad energética y medioambiental.