El proyecto F-PI cumple su primer año movilizando casi tres millones de euros
F-PI 'Financing Energy Efficiency using Private Investments' (Financiación de Eficiencia Energética con Fondos Privados) ha cumplido un año desde su puesta en marcha. Se trata de un proyecto europeo cuyos socios son la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos (Anese), Deloitte, EcoMT y Grup Cerveró y que en estos primeros doce meses ha conseguido movilizar 2,98 millones de euros.
Tras un primer año del proyecto F-PI enfocado sobre todo en darse a conocer y en crear una red fuerte de promotores y entidades financieras, se posiciona como intermediario de referencia en el ámbito de la movilización de inversión privada en proyectos de eficiencia energética, por lo que entre sus objetivos para 2020-2021 se encuentra dar mayor difusión a la iniciativa, transformando los eventos presenciales en eventos digitales, como ha venido haciendo en los últimos meses teniendo en cuenta el contexto social.
Jesús Rubio Conde, manager del área Energy Economic Consulting de Deloitte, y coordinador de este proyecto, recuerda que F-PI ha conseguido movilizar 2,98 millones de euros "gracias a contar con más de 20 agentes financieros interesados en invertir en proyectos sostenibles y a la creación de carteras de proyectos con información homogénea y estándar”.
La principal apuesta para estos dos últimos años que quedan de proyecto, es “lograr una diversificación del tipo de actuaciones financiadas, logrando mayor presencia de proyectos de eficiencia energética en los diferentes sectores económicos. Por otro lado, F-PI espera en esta segunda etapa poder implantar soluciones Blockchain de manera que se permita la monitorización de ahorros energéticos”, comenta Conde.
Tras los primeros pasos del proyecto F-PI, Martin Eibl, Senior Project Advisor de EASME (Executive Agency for Small and Medium-sized Enterprises) de la Comisión Europea, a cargo de la supervisión del proyecto, reconoce que “el proyecto ha contribuido a acelerar el pipeline de inversiones en proyectos sostenibles en España”. Las perspectivas de crecimiento son muy altas y la Comisión Europea espera “que el proyecto haga una valiosa contribución a la recuperación verde de España siguiendo el contexto del European Green Deal”.
Pero, sin duda, el éxito del proyecto lo confirman los protagonistas que ya han aprovechado F-PI para agilizar operaciones y movilizar proyectos. Desde el lado de los inversores, el testimonio de Ruperto Unzué, socio de Suma Capital, es muy claro: “FP-I nos ha resultado muy útil tanto en la posibilidad de identificar proyectos en los que invertir, como en el soporte durante la fase de análisis y due diligence. Se trata de una herramienta que permite aportar el conocimiento y la red de contactos generada para conseguir más proyectos en los que invertir. Nuestra valoración durante este primer año es positiva y así lo demuestra el volumen de proyectos que estamos trabajando bajo FP-I”.