Carrefour se encamina hacia la eliminación de aditivos
Carrefour tiene la voluntad de convertirse en líder mundial de la transición alimentaria para todos, ofreciendo día tras día en todo el mundo a sus 13 millones de clientes una alimentación de calidad, sana y a un precio justo. Para ello, ha lanzado la campaña Act for Food, un programa mundial al servicio del mejor comer, el sabor y la calidad.
Este compromiso con la dieta saludable se estructura en tres ejes: calidad alimentaria, precio justo y la colaboración entre empleados, startups, asociaciones y ONG. En este marco, los principales compromisos apuntan al aumento de los productos frescos, el suministro local, el desarrollo de los productos bio, el dominio de la calidad a través de los productos Carrefour, la formación progresiva de los colaboradores frente a estos retos y la preservación de la biodiversidad mediante el fomento de las prácticas responsables.
Menos aditivos: seguridad, calidad y sabor
Los aditivos son sustancias que se añaden de manera intencionada a los alimentos para modificar sus características organolépticas o facilitar o mejorar su proceso de elaboración o conservación.
En Carrefour se eliminan los aditivos y las sustancias cuestionadas desde hace más de treinta años. Cécile Gillard-Kaplan, directora de Calidad Alimentaria de la compañía, recuerda: “Cuando en 1998 me incorporé al departamento de Calidad de la empresa, ya teníamos una carpeta completa de aditivos prohibidos. ¡A los proveedores no les resultaba nada fácil trabajar con nosotros!”. Veinte años más tarde, la empresa había logrado suprimir 58 aditivos de los productos de marca propia.
Carrefour, que encarga a sus proveedores la tarea de fabricar los productos de su marca y selecciona meticulosamente cada ingrediente y aditivo incluido en su composición, está acelerando y multiplicando sus esfuerzos: en la actualidad, nada menos que 100 aditivos quedan excluidos de la formulación de sus recetas. Colorantes, antioxidantes, conservantes, texturizantes, etc.
“La empresa siempre se ha propuesto el liderazgo en materia de calidad alimentaria, fabricando productos sabrosos, sanos y responsables”, recuerda Gillard-Kaplan. Es un aspecto clave, si se tiene en cuenta que los medios y las asociaciones suelen hacerse eco de tal o cual aditivo acusado de constituir un peligro para la salud de los consumidores. Además, no todos los estudios científicos concuerdan en el nivel de riesgo real que una sustancia u otra puede suponer para las personas.
Y a pesar de todo, no cabe duda de que los productos naturales son cada vez más buscados por los consumidores. Actualmente, la lista de ingredientes es lo que más les preocupa. Además, la base de datos Open Food Facts o aplicaciones como Yuka permiten leer fácilmente las etiquetas, identificar los aditivos y descartar los productos indeseables.
Pero, ¿cómo hacer para prescindir de los aditivos? Aunque es cierto que estas sustancias suelen generar controversia y no suponen interés nutricional alguno, también es verdad que pueden mejorar el sabor, la textura o el color de los alimentos y también garantizar su conservación. Pero, ¿cuáles son sus verdaderos efectos? ¿Cómo aclararse? ¿Qué certezas se pueden tener?
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido una lista de 400 aditivos autorizados. En las etiquetas de los productos figura, ya sea una E seguida del código del aditivo o sencillamente el nombre del mismo. En ambos casos, la E o el nombre del aditivo va precedido de su función: colorante, conservante, antioxidante, texturizante, etc.
Autorizados, eso sí, pero no necesariamente inofensivos. Un aditivo combinado con otro u otros varios puede resultar sospechoso. Se trata del denominado efecto cóctel. Además, ciertas sustancias pueden despertar inquietudes a raíz de nuevos estudios científicos.
Por ejemplo, ¿qué puede decirse del aspartamo? Este potente edulcorante artificial (E951) está autorizado, pero se sospecha que puede causar problemas de salud, desde dolores de cabeza hasta casos de cáncer. ¿Información o intoxicación? Ante la duda, Carrefour ha preferido retirarlo de sus recetas.
Y ¿qué pasa con las nanopartículas como el dióxido de titanio (E171)? “En 2016, la asociación Agir pour l’environnement nos alertó de los problemas de este aditivo posiblemente cancerígeno, usado para blanquear o intensificar el brillo de los caramelos y de algunos helados”, explica Cécile Gillard-Kaplan. La reacción de Carrefour no se hizo esperar: se suprimió.
“El principio de la precaución es siempre prioritario”, añade Séverine Fontaine, directora de Calidad alimentaria en Carrefour. “En este sentido, ocurre a menudo que nos anticipemos a la normativa”. Es el caso del dióxido de titanio, que Carrefour suprimió en 2017 y cuya retirada de todos los alimentos ha dispuesto el gobierno de aquí a finales de 2018 (aunque de momento este aditivo seguirá estando autorizado en otros países europeos).
Sin embargo, la supresión de un aditivo no es asunto fácil. “Requiere un arduo trabajo con los proveedores para encontrar soluciones alternativas”, explica Séverine Fontaine. “Para los colorantes se pueden emplear extractos de jugos de frutas, pero en otros casos hay que orientarse hacia nuevos ingredientes, léase otros aditivos sin efectos cuestionables”.
Sustituir los colorantes por extractos de jugos de frutas o verduras y retirar sencillamente el dióxido de titanio, es lo que hizo Carrefour, por ejemplo en el caso de los gusanitos Shiny’Acid: un caramelo cuya composición se modificó en junio de 2017 y que ahora aún es más sabroso
El glutamato, que suelen incorporar los productos para aperitivo, es uno de los aditivos más difíciles de reemplazar. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los nitritos presentes en el jamón. Actualmente, Carrefour está trabajando para que disminuyan o incluso se supriman, pero este agente de conservación, fijador de color y aromas, también es un agente antimicrobiano. Suprimirlo podría resultar peligroso. Llegar a conciliar la fabricación industrializada de productos de consumo diario, accesibles para todos y que respondan a los requisitos de seguridad alimentaria, calidad nutricional y sabor, supone un largo camino. Por eso, además de estos 100 aditivos eliminados, Carrefour está trabajando en la supresión o la limitación de otros 31 aditivos.