El futuro de la alimentación

Surgenia, Centro Tecnológico de Diseño, ha detectado seis claves que serán protagonistas del consumo alimentario en 2016 y que explica en su informe ‘Gastrotendencias 2: alimentación, turismo y diseño en la era de los millennials’. Se trata de indicios importantes que revelan a las empresas el comportamiento de los mercados y factores de cambio que éstas pueden convertir en oportunidades de innovación para ampliar su negocio.

Tras el análisis del entorno y la búsqueda de nuevos factores de cambio que completan y evolucionan los hallazgos de nuestro informe de tendencias ‘Gastrotendencias 2: alimentación, turismo y diseño en la era de los millennials’, se observa que las últimas líneas de trabajo en el campo de la alimentación siguen tres ejes principales:

• La búsqueda de la salud y el bienestar a través de la alimentación.
• La recientemente denominada ‘economía circular’, o el desarrollo económico y social a través del máximo aprovechamiento de los recursos.
• La funcionalidad y pragmatismo que exige una sociedad que vive a un ritmo acelerado y que pasa cada vez más tiempo fuera de casa, trabajando, viajando o estudiando.

A través de este análisis, se identifican nuevas tendencias relevantes para la industria alimenticia, muchas de ellas originadas gracias a los resultados de las recientes investigaciones en I+D+i de las grandes empresas. Dichas tendencias pueden aterrizar en el mercado en forma de innovaciones con impactos positivos para las empresas (en términos de competitividad y ventas) y los consumidores (en términos de mejora de su calidad de vida). Para ello, en Surgenia utilizamos la herramienta de los Universos de Consumo: personalidades de consumidores que ayudan a comprender mejor el origen y la evolución de las tendencias y cómo convertirlas en productos, servicios, espacios innovadores.

A continuación, señalamos algunas de las tendencias venideras que en nuestro observatorio se han detectado como las más interesantes para las empresas del sector y el universo de consumo que relacionamos con esas claves de futuro.

Pronto veremos cómo la transparencia sobre la trazabilidad será sólo un paso más de la cadena de valor. Desde un consumo de proximidad, al aprovechamiento de alimentos a punto de perecer, o el uso de residuos orgánicos como materia prima para fabricar los propios envases o generar energía eléctrica: la Economía Circular estará presente en toda la cadena de valor de la industria en apenas unos años. Quienes mayor interés tienen en este tipo de avances y desarrollos son los consumidores que englobamos en el Universo de Irreprochables, especialmente sensibilizados con temas ecológicos y de responsabilidad social.

Asimismo, la búsqueda de un mayor estado de bienestar y el mantenimiento de la salud, cobra un nuevo sentido a través de la alimentación gracias a la nutrigenética, que permite una hiperpersonalización de lo que comemos. A partir de un estudio genético del consumidor, se identifican cuáles son los componentes nutricionales más necesarios; posteriormente, los avances en nanociencia permiten modificar los alimentos añadiendo esos ingredientes y vitaminas que cada persona necesita. Esta será la nutrición que preferirán los consumidores englobados en el Universo Supersano.

El take-away o la comida para llevar seguirá estando en auge, en gran medida gracias a la extensión de un hábito motivado por un ritmo de vida acelerado y la creciente tendencia a pasar más tiempo fuera de casa, comer en el trabajo o disfrutar del tiempo libre. Eso sí, veremos cómo evoluciona con soluciones de alimentación instantánea, que unen utilidad y nutrición. En Estados Unidos, esta tendencia comienza a materializarse en recurrir a bebidas sustitutivas de platos de comida, como Soylent, una bebida a base de soja que contiene el 20% de los nutrientes que necesitamos al día. Esta tendencia mezcla las características de dos universos: fusiona el interés por los alimentos funcionales de los Supersanos y el espíritu nómada de los Supervivientes, ambas personalidades propias de la generación de los Millennials.

El interés de quienes prefieren el consumo de alimentos naturales se ha hecho extensible a cada vez más personas, que desde hace años han querido mantenerse alejadas de etiquetas complejas que reflejan un exceso de procesamiento de los productos alimenticios. Por el contrario, la demanda de etiquetas limpias sigue en aumento y esto provocará un cambio en los actuales sistemas de procesado de productos, debiendo acudir a ingredientes y esencias naturales para potenciar el sabor y los aromas, en especial de los platos preparados: el segmento que, precisamente, mayor recelo causa entre los consumidores.

Según datos recientes de la Eurostat y el INE, las próximas décadas reflejarán un notorio crecimiento demográfico de la población senior en Europa y España y, como cabe esperar, esto ha suscitado el interés de la industria alimenticia. De hecho, un reciente informe de Alimarket revela que por primera vez en nuestro país el 0,5% de los nuevos lanzamientos en Gran Consumo han tenido como target a los consumidores sénior. Asimismo, las últimas convocatorias europeas de proyectos de I+D+i ya tienen marcado como uno de sus puntos de interés el desarrollo de alimentos para personas mayores. Muestra de ello es el proyecto en el que Surgenia se encuentra inmersa como una de las OPIS (Organismos de Investigación): el GoldenFood, que busca lanzar al mercado soluciones de alimentación nutricionalmente adaptadas a personas de la tercera y la cuarta edad. Este será uno de los muchos proyectos que permitirán que en los próximos años veamos los lineales con una mayor oferta de productos específicos para las personas mayores.

Se trata de algo que fuera de nuestras fronteras se ha hecho ya visible y evidente, especialmente, en las ciudades más cosmopolitas como Chicago o Nueva York; pero pronto, España se sumará a la tendencia de la adaptación de espacios de restauración de alimentos funcionales. El Protein Bar de Chicago fue un ejemplo de cómo se habilitó un espacio de venta y consumo de productos ricos en proteínas. Esta era una fuerte tendencia en 2014, cuando se generó un interés colectivo por los alimentos con muchas proteínas. Hoy, esta tendencia sigue representada por espacios como la finlandesa tienda Pür, especializada en alimentos para la salud.

Los jóvenes y adolescentes de hoy ya representan un importante porcentaje de consumidores de alimentos. Así, los Millennials y la Generación Z se caracterizan por la búsqueda de la practicidad y rapidez en la preparación de sus comidas. Pero, a diferencia de otros perfiles, mantienen en alta estima el sabor y la textura de los alimentos, concediendo una gran importancia a la experiencia de consumo que rodea el momento de la comida.

Es así como el término ‘pornfood’, popularizado en 2015 en las redes sociales como una palabra que alude a la fotografía de alimentos con un aspecto apetecible e irresistible, ha conseguido casi duplicar en meses el número de publicaciones (de aproximadamente 56 millones en Instagram, a más de 86 millones). Y perfiles en Facebook como el de Tasty, pertenecientes a la plataforma buzzFeed –tan popular entre los más jóvenes– muestra a través de microvideos sencillas recetas con apetitosos resultados.

Esta actitud revela que el hedonismo en la alimentación no deberá dejarse de lado, y aunque aparentemente las últimas innovaciones y desarrollos estén completamente centrados en la funcionalidad y mejora de las propiedades nutricionales, el gran reto será conseguir estos mismos objetivos sin detrimento de un aspecto y sabor apetecibles, así como de una atractiva experiencia de consumo que consiga incorporar otras tendencias, como las aplicaciones de las nuevas tecnologías que los Millennials y Generación Z utilizan en su vida diaria.

En Surgenia seguimos investigando factores de cambio y descubriendo nuevos patrones de consumo para definir nuevas tendencias que marquen las pautas en el futuro de la alimentación. ¿Qué será lo próximo?