“No hay otro encuentro multisectorial en España del mundo ganadero que cuente con la participación de todas las asociaciones y cabañas ganaderas”

El balance de una feria se puede hacer de muchas formas. Hablando simplemente de lo bien que ha ido todo y de las espectaculares cifras conseguidas o haciendo un análisis pormenorizado de lo que significa la feria para el sector y cómo se está trabajando ya en las citas del futuro. Esa fue la opción escogida por el director de FIGAN, Alberto López, quien más que opinar sobre cómo ha ido la feria prefiere siempre pensar en cómo conseguir un mejor salón para expositores y visitantes para ediciones futuras.

Como cualquier producto, y en este caso una feria, cuando planteas su desarrollo creas una incertidumbre. Esta es relativa en en el caso de FIGAN. Nuestro plan estratégico viene de muy atrás y ya hace casi diez años que teníamos claro cómo debíamos hacer las cosas ahora, al igual que tenemos ya planificado cómo hemos de actuar para las próximas dos o tres ediciones. Sabíamos que la calidad del contenido que íbamos a tener en este certamen iba a ser muy importante, que había crecido en un momento de crisis financiera, con lo cual sabíamos que el panorama que le presentábamos al sector era cualitativamente muy bueno. Por parte del visitante teníamos una gran confianza en que iba a responder en masa, como así ha sido, porque se habían convocado 65 jornadas técnicas con más de 4.500 inscritos, y porque el número de entradas y acreditaciones online solicitadas a través de la página web ha sido muy importante.

Teniendo en cuenta todos estos factores, el balance puede considerarse optimista, no sólo por la satisfacción de haber trabajado mucho para que las cosas salgan bien y para que los expositores queden satisfechos, sino porque el ambiente que se respiraba en los pasillos y las conversaciones mantenidas con los profesionales del sector de distinta índole, ha sido muy bueno. Principalmente porque hay ganas y hay necesidad de dar respuesta a un sector con una magnitud económica muy importante, por encima de la actual crisis económica subyacente, hablándose de desarrollo, de exportación y de mejoras. Todos conocemos los problemas endémicos y coyunturales del sector, pero lo que resulta evidente es que el sector está vivo y que cada día hemos de buscar una mejora en las producciones.

Desde el punto de vista ferial hemos de intentar dar un mejor servicio, pero lo que no podemos entrar es en otros ámbitos de la producción. Le traemos al profesional unos contenidos novedosos, muchos de ellos reconocidos por un jurado prestigioso, hemos conseguido que no sea sólo un punto de encuentro de visita sino de participación. No existe ningún encuentro multisectorial en España dentro del mundo ganadero que cuente con 5.000 inscritos, con la participación de todas las asociaciones y cabañas ganaderas. Hemos conseguido que, por ejemplo, la Federación Española de Razas presente aquí los animales de las distintas razas puras, a la vez que también podemos ver las canales e incluso degustaciones y charlas técnicas que van dirigidas al mundo de la distribución y al canal Horeca, es decir se puede seguir la trazabilidad completa, desde el animal de origen al producto final. Y en medio de eso contamos con todo lo que necesita el sector, referente a genética, sanidad amimal, equipamiento para granjas, transportes, alimentación, etc. En definitiva, buscamos que dentro de ese ámbito profesional la oferta sea importante, que haya mucho dinamismo, y que quien venga aquí pueda darle utilidad a todo el tiempo que pasa en nuestras instalaciones.

El hecho que el expositor valora el trabajo que se realiza desde FIGAN es que ésta es la feria más importante del sud de Europa en el mundo ganadero. A partir de ser la cita de referencia, la situación coyuntural que puede haber en cada momento en la relación empresa-cliente trasciende ya de lo que se puede encargar la propia feria. Hemos vivido momentos de crisis en el sector ganadero en primera persona, lo que ocurre ahora y he podido comprobar durante esta edición es que hay muchos profesionales que quieren retomar proyectos e invertir. Ha habido recientemente unas inversiones muy importantes en el acondicionamiento de granjas avícolas y porcinas y eso ha repercutido muy positivamente en las empresas de equipamiento. Además se han abierto una serie de líneas de crédito para poder acometer muchas de esas mejoras, y ayudas para paliar la situación que viven algunos profesionales del sector. Todo ello se refleja en la feria. Solo pretendemos ser un instrumento que da servicio a todo el sector, que está en un punto neutral ofreciendo lo mejor posible, y consiguiendo que esta cita de cada dos años se consolide y que los visitantes consideren FIGAN el punto de encuentro del sector ganadero.

Feria de Zaragoza es una institución sin ánimo de lucro y FIGAN es un producto rentable que ha de mantener esa rentabilidad para poder dar un servicio de calidad a los expositores y visitantes. El Ministerio colabora de manera directa en nuestras actividades, pero lo que queremos es que el apoyo de todas las instituciones implicadas (ayuntamiento, Comunidades Autónomas y Ministerio) se traduzca en una mejora para el propio sector. Queremos que cualquier inversion que pueda realizar aquí una institución pública vaya dirigida a realizar acciones durante el certamen que ayuden al ganadero. Desde ese punto de vista nuestra colaboración es y necesita ser estrecha, y cualquier mejora, tanto enconómicamente como mediante acciones directas e indirectas, es bienvenida.

La petición de superficie para la próxima edición es muy amplia y ya se han superado los metros cuadrados solicitados para la edición de 2012. Las perspectivas son francamente buenas, y no tan solo por las empresas expositoras de la última edición, que repiten y piden más metros de superficie, sino que hay muchas empresas que quieren incorporarse o reincorporarse nuevamente a FIMA. La salud de FIMA 2014 es envidiable, y eso es muy bueno para el sector, porque demuestra su capacidad de resistencia.