Mandan los mercados, pero mandan mal
Mandan los mercados, de eso no hay duda. Dictan e imponen la política que hay que seguir, las medidas que hay que tomar, los recortes, los ajustes, las reformas... Los gobernantes actúan como meras marionetas cuyos hilos son dirigidos por personajes anónimos que se esconden detrás del eufemismo genérico de los mercados. Los mueven a su antojo y los sacrifican cuando les conviene. Sócrates, Papandreu, Berlusconi, o el propio Zapatero, son algunas de sus víctimas más recientes...