Crean una microcápsula de origen vegetal que amplía la vida de alimentos y fármacos
En la delegación Milpa Alta, ubicada al sur del Distrito Federal de México, se cultivan más de 27.000 plantas de nopal en cerca de 7.500 hectáreas. El mucílago de este vegetal, su zumo viscoso, se usa como aditivo en pinturas y en la preparación de bebidas. Como una alternativa, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han desarrollado microcápsulas a partir de mucílago de nopal y sábila para aumentar la vida de alimentos, fármacos y aditivos con propiedades nutricionales y antioxidantes.
El doctor en ciencias químicas Luis Medina Torres, académico de la UNAM y líder de la investigación, detalla que se utiliza “el secado por aspersión ya que permite obtener un polvo de tamaño micrométrico a partir del mucílago del nopal y de la sábila. Optimizamos este proceso hasta las mejores condiciones, donde no se pierden las propiedades fisicoquímicas del polvo al rehidratarse, y procedemos a encapsular el antioxidante. Es como un balón y dentro de él, en su núcleo, agregamos una sustancia activa, el ácido gálico, un antioxidante natural”.
Durante más de 20 años de estudio, el doctor Medina Torres y su equipo de científicos del Instituto de Investigaciones en Materiales desarrollaron el proyecto ‘Microencapsulación de antioxidantes por el proceso de secado por aspersión empleando mucílagos de nopal y sábila’, que liberan la sustancia activa por tiempo prolongado sin perder propiedades, benefician el tránsito intestinal y protegen contra agentes oxidantes. Además, a comparación de la maltodextrina de uso comercial, se resuelve un problema de contaminación en Milpa Alta donde se arroja el mucílago al drenaje tras industrializar el nopal.
“Encapsulamos ácido gálico hasta en un 75%, hicimos un perfil de liberación que simuló las condiciones gástricas similares al sistema y temperatura corporal, y observamos que una vez hidratada la microcápsula, el principio activo se liberaba después de 36 horas. Es decir, yo puedo tomar esas micropartículas en un zumo y tener una bebida con propiedades antioxidantes, y sustituir los espesantes de alto coste usados en la industria de alimentos para encapsular”, enfatizó el académico.
Con el mucílago como vector de encapsulamiento también se podría encapsular el huevo y que, al rehidratarse, se convertiría en un producto con alto valor alimenticio, con larga vida y ventajas en su aplicación y transporte.
Cabe mencionar que más del 75% del territorio nacional produce cactáceas con polisacáridos similares a los empleados en la industria de alimentos como agentes espesantes y encapsulantes. En la investigación desarrollada con el Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas, los expertos secaron el mucílago del nopal con rendimiento del 60%, generan una alternativa que optimiza los principios activos a encapsular y mantiene las propiedades de los mismos.
El desarrollo de la microencapsulación de antioxidantes ya está patentado por la UNAM y obtuvo el cuarto lugar del Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI 2014-2015), que busca fomentar la cultura de la propiedad industrial dentro de la Universidad. Con esta tecnología, una integrante del equipo de investigadores busca encapsular probióticos. “Ya tenemos un 50% de avance de esta nueva perspectiva del estudio y pensamos que será de gran utilidad en la industria farmacéutica”, finalizó el doctor Medina Torres.
También tienen desarrollado en un 70% el encapsulamiento de colorantes para la elaboración de vinos y pinturas. Su objetivo es que la ciencia generada en los laboratorios universitarios no se quede en donde se produjo, si no que beneficie a la sociedad.