Analizan los antioxidantes de la miel de manera más rápida y barata
Investigadores de las Universidades de Salamanca y Vigo han desarrollado un método para identificar los componentes beneficiosos de la miel de manera más rápida, eficiente y barata. Con el método antiguo, cada muestra podía tardar hasta 12 horas en ser analizada. Ahora, gracias al método que usa la espectroscopia de infrarrojo cercano “podemos conocer la composición de una muestra desconocida en 2 o 3 minutos”, afirma María Inmaculada González Martín, investigadora del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Salamanca.
Los componentes antioxidantes son sustancias capaces de proteger a nuestras células de los efectos de los radicales libres, moléculas relacionadas con el envejecimiento, el deterioro de la salud y la aparición de enfermedades. Resulta, que la miel es uno de los alimentos con más alto contenido en antioxidantes tales como fenoles, flavonoides, ácidos ascórbicos y cobre.
La nueva técnica permite analizar una muestra de miel de manera más rápida, eficiente y barata que el método clásico.
Más rápido, económico y eficaz
Pero, no todas las mieles cuentan con la misma cantidad de antioxidantes. Hasta ahora, el método que determinaba la capacidad antioxidante de cada muestra de miel consistía en una reacción con especies químicas que estudiaba el tiempo que la muestra tardaba en reaccionar. En algunos casos, el proceso tardaba hasta 12 horas por muestra, lo que lo convertía en un proceso lento y costoso. Investigadores de las universidades de Salamanca y Vigo han analizado los componentes antioxidantes de mieles gallegas gracias a una nueva técnica que ellos mismos han desarrollado: la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR). Se trata de un método que sirve para analizar los componentes de interés de muestras sólidas, líquidas o semipastosas de manera más rápida, barata y sin la necesidad de usar reactivos ni disolventes. “Cuando el equipo está calibrado para una serie de parámetros de interés, como en nuestro caso la capacidad antioxidante, podemos conocer la composición de una muestra desconocida en 2 ó 3 minutos”, explica María Inmaculada González Martín, investigadora del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Usal.
Las mieles más oscuras son las que presentan mayor cantidad de compuestos antioxidantes tales como fenoles y flavonoides.
Para que la técnica de espectroscopia de infrarrojo sea útil y aplicable, es necesario desarrollar unos modelos matemáticos de calibración con, al menos, 50 datos químicos de referencia de parámetros de interés, “en este caso, capacidad antioxidante, contenido de cobre, ácido ascórbico, fenoles y flavonoides —aclara la experta— posteriormente, sólo es necesario aplicar estos modelos a muestras desconocidas y en un tiempo corto tenemos todos los resultados”.
Respuesta a mieles fraudulentas
La metodología desarrollada también es interesante para la lucha contra las importaciones de miel extranjera, y es que hoy por hoy, no es obligatorio indicar el país de procedencia de la miel en su etiqueta. “Para conocer el lugar de origen de la miel se utiliza la medida de los isótopos estables de carbono, nitrógeno e hidrógeno, que dependen de la zona geográfica donde se han producido, clima etc. El mayor inconveniente es que estos análisis son muy caros. Para resolver el problema del origen, únicamente tendríamos que desarrollar el modelo mediante espectroscopia en el infrarrojo cercano para estos parámetros de una serie de muestras de miel de origen conocido. Una vez que estos modelos se han desarrollado su aplicación es sencilla, rápida y de bajo coste para cualquier miel desconocida”, recalca Mª Inmaculada González.
Gracias a este novedoso método, el consumidor podría evitar los fraudes que supone pagar por un producto cuya calidad es dudosa o desconocida al conocer, previamente, qué tipo de miel consume, su origen y la cantidad de propiedades beneficiosas que ésta tiene para su salud.