¿Cuál es la opinión de los consumidores sobre los productos de la ganadería extensiva?

Un estudio realizado por la Federación de Consumidores y Usuarios CECU analiza la opinión que las personas consumidoras tienen sobre los productos de la ganadería extensiva. Se trata de un primer análisis realizado en el contexto del convenio de colaboración que CECU, la Fundación Entretantos y la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo tienen firmado en el marco del Mapa de Ganaderías Extensivas certificadas por la Plataforma.

Este estudio facilita el acceso a una primera aproximación al grado de conocimiento que tienen las personas consumidoras sobre la ganadería extensiva, qué modelo de producción asocian en general a la carne que consumen y, concretamente, qué beneficios consideran que tiene la carne proveniente de ganadería extensiva respecto a otros modelos, así como las barreras y necesidades que identifican para poder apostar por productos cárnicos provenientes de este modelo de producción.

Se han realizado un total de 193 encuestas online en ocho provincias españolas: Madrid, Barcelona, Tarragona, Girona, Lleida, Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. Además, se han realizado un total de 60 entrevistas a las puertas de los mercados municipales en tres ciudades: Madrid, Barcelona y Bilbao. Las entrevistas online se han realizado a la base social y seguidores en redes sociales de las organizaciones de CECU en cada territorio. Las entrevistas presenciales se han realizado en mercados municipales de Bilbao, Madrid y Barcelona a población general.

Al preguntar de forma genérica sobre ganadería, tres de cada cuatro personas trasladan una imagen vinculada a la ganadería extensiva, más vinculadas a pastoreo, movimiento en libertad, rebaños o montañas. Tan solo un cuarto lo identifican con animales que se encuentran en espacios cerrados o que los animales viven confinados.

Como es lógico, al preguntar específicamente sobre la imagen que les genera la ganadería extensiva hay una mayor vinculación con la idea, alcanzando unos valores del 85%. Sin embargo, alrededor del 8% no son capaces de visualizar una imagen y, alrededor del 6%, trasladan la imagen de un tipo de ganadería mucho más industrializada e intensiva.

En términos generales, se transmite una visión muy generalizada, sin identificar las diferencias entre las alternativas: mención a los animales, especialmente vacas, y los establos como espacio de vida y crianza.

Un número muy reducido de personas hacen mención de la ganadería extensiva sin haberles preguntado y la vinculan a espacios más abiertos, con más vegetación y otras formas de trato de animales, como el pastoreo.

• Las personas consumidoras identifican la ganadería extensiva con una imagen de mayor salud, bienestar animal y asociación positiva con el territorio.
• En los puntos de venta, la mayor parte de las personas consumidoras no identifican los modelos de producción de la carne, hecho que sobre todo sucede en supermercados.
• Tres de cada cuatro encuestadas identifican la ganadería de forma general con un modelo de ganadería extensiva, lo cual indica que en nuestro imaginario la carne que encontramos y consumimos es producida en estas condiciones.
• Prácticamente la totalidad de las personas encuestadas consideran que la carne proveniente de ganadería extensiva tiene mayores beneficios en comparación con otros modelos de producción.
• El precio y la disponibilidad son los factores más limitantes para consumir carne proveniente de ganadería extensiva. Sin embargo, un gran número de personas también ven necesario tener información más clara.