Las nuevas tecnologías permiten recuperar en los jóvenes el oficio de pastor
En la actualidad, los pastores de ovejas acuden a sistemas de mejora genética para aumentar la producción de carne, promueven el celo de los animales para incrementar el número de nacimientos de corderos a través de implantes de melatonina o esponjas vaginales, cuentan con sistemas automatizados de alimentación en los corrales y chips para consultar de forma rápida los datos básicos de cada animal. En el caso de que una oveja acabe descarriada, un sistema de alerta GPS (posicionamiento por satélite) envía una alarma a través de una aplicación al móvil del pastor.
Todo esto y más es necesario para capear la decadencia de un sector que desde el año 2002 ha sufrido una caída en la producción de carne de cordero del 50% y un descenso progresivo del número de cabezas de ganado, según publica ABC.
Si el éxodo rural primero y la burbuja inmobiliaria después, hicieron de la figura del pastor una estampa no tan frecuente en el campo, la crisis económica y la necesidad de volver a la naturaleza han revalorizado un oficio, que se considera parte fundamental del medio ambiente, de los pueblos y del turismo. Eso explicaría la aparición de nuevos conceptos como el de escuelas de pastores, el de ‘parques temáticos’ del ganado ovino o el de explotaciones intensivas que recurren a la tecnología más avanzada.