Navidad sin móviles: padres y expertos alertan del impacto del smartphone en los niños
La llegada de la Navidad vuelve a situar sobre la mesa un debate cada vez más presente en hogares y centros educativos: si regalar o no un teléfono móvil a los niños. Frente a la tradicional avalancha de dispositivos electrónicos en estas fechas, crece el número de familias que opta por evitar el smartphone y priorizar una infancia con menos pantallas y más juego, conversación y tiempo compartido.
Esta tendencia se apoya en datos preocupantes. Un informe de SaveFamily, basado en una encuesta nacional a familias españolas, revela que el 42% de los niños comienza a usar el móvil antes de los ocho años y que el 68 % accede a internet antes de cumplir los once. Además, el 53% de los menores pasa más de dos horas al día frente a una pantalla, incluso entre semana, y el 81,6% supera la hora diaria de uso, porcentaje que asciende al 90 % los fines de semana.
El estudio también pone el foco en el impacto educativo y emocional. Más de la mitad de los padres detecta irritabilidad o ansiedad cuando se limita el uso de dispositivos, y casi el 38% considera que el móvil ya está afectando negativamente al rendimiento escolar de sus hijos. Una realidad que preocupa especialmente a docentes y familias, ante una infancia cada vez más digitalizada desde edades tempranas.
“Estamos viendo una generación que normaliza pasar el equivalente a una jornada laboral frente a una pantalla desde edades muy tempranas”, advierte Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily. “Esto tiene un impacto directo en la capacidad de concentración, en el desarrollo emocional y en la forma de relacionarse con los demás”.
Muchas familias buscan alternativas que permitan a los menores ganar autonomía sin los riesgos asociados al smartphone.
Alternativas al smartphone y papel de la escuela
Lejos de plantear una desconexión total, muchas familias buscan alternativas que permitan a los menores ganar autonomía sin los riesgos asociados al smartphone. En este contexto, los relojes inteligentes infantiles están ganando protagonismo como solución intermedia, al permitir llamadas y mensajes solo con contactos autorizados, geolocalización en tiempo real, botón SOS y control parental.
Los últimos modelos incorporan, además, funciones como el “modo clase”, que evita distracciones durante el horario escolar, y contenidos educativos basados en inteligencia artificial adaptada a niños, alineándose con las preocupaciones de los centros educativos sobre el uso responsable de la tecnología en el aula.
“El equilibrio está en introducir la tecnología de forma gradual y acompañada”, señala Álvarez. “La autonomía no debería llegar de la mano de un smartphone, sino de herramientas pensadas para la edad y el desarrollo emocional del niño”.
Un debate social y educativo en crecimiento
La preocupación ya ha trascendido el ámbito familiar. Según la encuesta, dos de cada tres padres apoyarían la prohibición del uso de móviles en los colegios y más del 65% reclama límites legales al acceso de menores a redes sociales. Una demanda que conecta con el debate educativo y normativo sobre la protección de la infancia frente a la hiperdigitalización.
Esta Navidad, junto a bicicletas, libros, juegos de mesa o material creativo, cada vez más hogares optan por regalos que fomentan el juego simbólico, la imaginación y el tiempo compartido. Un cambio de mentalidad que busca recuperar una relación más equilibrada con la tecnología desde la infancia.
“No se trata de demonizar la tecnología, sino de educar en su uso”, concluye Álvarez. “Un niño no necesita un móvil para estar seguro, sino adultos responsables que acompañen su crecimiento también en el entorno digital”.



