La educación emocional se afianza como clave del éxito académico y del bienestar en las aulas

Cada vez más investigaciones demuestran que desarrollar habilidades socioemocionales es clave para el bienestar y el rendimiento de los estudiantes. Según el informe de la OECD (2024), ‘Social and Emotional Skills for Better Lives: Findings from the OECD Survey on Social and Emotional Skills 2023’, OECD (Publishing, Paris), los alumnos con mayores competencias socioemocionales, como persistencia, optimismo y autocontrol, no solo obtienen mejores resultados académicos, sino que también disfrutan de una mayor satisfacción personal y relaciones más positivas con sus compañeros. Además, cabe destacar que, a medida que la IA comienza a cuestionar la autenticidad de los trabajos escritos, el crecimiento personal y las habilidades sociales cobran cada vez mayor importancia.

En este contexto, The British School of Barcelona (BSB) sitúa la inteligencia emocional como una de las áreas principales de su modelo educativo. Tras años de investigación aplicada en el aula, el colegio ha avanzado de forma significativa en este ámbito y ha obtenido la acreditación ‘Wellbeing Award for Schools’, un reconocimiento a su compromiso con el bienestar del alumnado. Ahora da un paso más con la implementación del programa ‘7Steps: Emotional Intelligence for Life’ (7 Pasos: Inteligencia Emocional para la Vida), una metodología pionera desarrollada por la psicóloga, y profesora del centro, Marga Sardà Frouchtman.

Sardà ha basado su trabajo en teorías clásicas de la psicología emocional y educativa, así como prácticas de psicología positiva y en herramientas de mediación y convivencia escolar, adaptándolas a estudiantes desde Infantil hasta Secundaria. El programa no solo ayuda al alumnado a identificar cómo se sienten, sino también a comprender el origen de esas emociones y cómo gestionarlas. Además, les enseña a expresarse con asertividad y respeto para afrontar de forma constructiva los retos que se les presenten.

“En los últimos años, se han desarrollado muchos materiales educativos para enseñar a los niños a identificar sus emociones, pero, en muchas ocasiones, luego no saben qué hacer con ellas. Este programa les permite ir un paso más allá, aprender a gestionarlas internamente (inteligencia intrapersonal) y también hacia los demás (inteligencia interpersonal), imprescindible al vivir en sociedad”, explica Sardà.

“Muchas veces, los adultos tendemos a decirles que algo está mal hecho y, quizás, les decimos directamente qué han de hacer, sin dejar que desarrollen la capacidad de pensar sobre ello. Pero, a medida que crezca, el alumnado se encontrará en situaciones en las que el adulto (profesores o familia) no podrá acompañarlos siempre, por ello esperamos ofrecerles estrategias para que puedan enfrentarse a estas situaciones de forma autónoma y positiva” añade.

El proyecto se inicia en Primaria, siendo uno de los pilares el ‘Rainbow Corner’, un espacio visual creado e implementado en los patios de todos los campus del colegio. El alumnado puede acudir de forma voluntaria para, mediante las preguntas que se plantean en los 7Steps, averiguar la mejor forma de enfrentarse a las diferentes situaciones que se puedan encontrar. Pueden hacerlo de forma independiente con los materiales visuales y de apoyo que allí encuentran, como con la ayuda de otros de los pilares del programa.

Los ‘7Steps Leaders’, además del personal de monitoraje de patio y profesorado, incluye también alumnado de Bachillerato formado en la metodología. Esta participación activa de los propios estudiantes es otro de los elementos diferenciales del programa. La presencia de alumnado aporta un matiz muy especial al proceso. “A veces, se pueden sentir más cómodos hablando con otro “igual”, el hecho de que sean mayores hace que los vean como modelos, pero al no ser adultos, les permite sentirse más cercanos a ellos y sentir que les entienden”, señala Sardà. “Con los ‘7Steps Leaders’ pueden hablar de algo que es importante para ellos y despierten alguna emoción, desde cómo gestionar los celos porque un amigo prefiere ese día jugar con otro amigo, hasta compartir la emoción de una actividad les hace mucha ilusión, o jugar y aprender juntos como interrelacionarse”.

Durante el proceso, el alumnado avanza por los siete pasos del programa: comprender la situación, identificar la causa del conflicto, reconocer y regular emociones, asumir responsabilidades, valorar consecuencias, explorar posibles acciones y, finalmente, reparar y reflexionar. Además, BSB complementa la iniciativa con un vocabulario emocional común, que invita al alumnado a reflexionar y liderar el cambio con sus sentimientos, pensamientos y acciones. Lo hacen tanto en asambleas, como en sesiones de tutoría en las que se trabaja la empatía, estilos de comunicación y búsqueda de soluciones, entre otras habilidades de convivencia, fortaleciendo así la cultura emocional en toda la comunidad educativa.

El programa no solo tiene impacto en el presente, sino que las habilidades que el alumnado aprende con los 7Steps son herramientas que los acompañarán a lo largo de su vida, tanto en sus relaciones personales como en profesionales. Por ejemplo, el programa les ha ayudado a comunicarse mejor para ampliar su círculo de amistades, a saber gestionar las emociones cuando no siempre se gana, o a resolver malentendidos evitando conflictos mediante la escucha activa. Casos como estos demuestran que las competencias socioemocionales pueden cambiar vidas desde edades muy tempranas.

“A pesar de que el programa se inicia con un enfoque reactivo, el objetivo es que se interioricen las preguntas de pensamiento crítico de los 7Steps, así como sus herramientas derivadas, para convertirse en un enfoque de vida asertivo y preventivo”. Con este proyecto, BSB refuerza su compromiso con el futuro de sus alumnos, ofreciéndoles no solo una educación académica de calidad, sino también las herramientas necesarias para crecer como personas autónomas, empáticas y capaces de desenvolverse con confianza ante cualquier situación de la vida.