El organismo ha revisado las normas vigentes en materia de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas
Bruselas abre la puerta comercializar vehículos con motor de combustión interna a partir de 2035
En el ámbito de la oferta, se han planteado una revisión de las actuales normas de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas, así como una modificación específica de las aplicables a los vehículos pesados. En cuanto a la demanda, se propone una iniciativa para descarbonizar los vehículos corporativos mediante objetivos nacionales vinculantes para los vehículos de cero y bajas emisiones.
A través de una nota de prensa, la Comisión señaló que “el conjunto de medidas establece un marco político ambicioso pero pragmático, destinado a garantizar la neutralidad climática en 2050 y la independencia estratégica, al tiempo que ofrece mayor flexibilidad a los fabricantes. Asimismo, responde a las demandas de la industria europea de simplificar la normativa”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, afirmó: “Innovación. Movilidad limpia. Competitividad. Estas han sido prioridades clave este año en nuestros intensos diálogos con el sector de la automoción, las organizaciones de la sociedad civil y las partes interesadas. Y hoy las abordamos de forma conjunta. En un momento en el que la tecnología transforma rápidamente la movilidad y la geopolítica redefine la competencia global, Europa sigue situándose a la vanguardia de la transición limpia a escala mundial”.
Rumbo hacia una movilidad limpia: emisiones de CO2 para turismos y furgonetas
A partir de 2035, los fabricantes deberán cumplir un objetivo de reducción del 90 por ciento de las emisiones en el tubo de escape, mientras que el diez por ciento restante deberá compensarse mediante el uso de acero de bajo contenido en carbono fabricado en la Unión Europea, o a través de combustibles sintéticos y biocombustibles.
“Esto permitirá que, más allá de 2035, sigan teniendo un papel los vehículos híbridos enchufables (PHEV), los vehículos con extensor de autonomía, los híbridos ligeros y los vehículos con motor de combustión interna, junto a los vehículos totalmente eléctricos y los impulsados por hidrógeno”, señalaron fuentes de la Comisión.
Asimismo, desde la CE destacaron que “los combustibles electrónicos y los biocarburantes contribuirán a la descarbonización del transporte por carretera en general. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero derivada del uso de dichos combustibles se contabiliza como créditos de combustible para los fabricantes, que pueden compensar las emisiones del tubo de escape de sus vehículos. Estos créditos para combustible pueden contribuir hasta el tres por ciento del objetivo de referencia para 2021”.
Antes de 2035, los fabricantes podrán beneficiarse de “supercréditos” por la producción de pequeños vehículos eléctricos asequibles fabricados en la Unión Europea, lo que incentivará la llegada al mercado de más modelos eléctricos compactos. Para el objetivo de 2030 en turismos y furgonetas, se introduce una flexibilidad adicional mediante el sistema de ‘banking & borrowing’ para el periodo 2030-2032. Asimismo, se concede una flexibilidad específica al segmento de las furgonetas, donde la adopción del vehículo eléctrico ha sido estructuralmente más compleja, reduciendo el objetivo de CO2 para 2030 del 50 por ciento al 40 por ciento.
La Comisión propuso también una modificación específica de las normas de emisiones de CO2 para los vehículos pesados, incorporando una flexibilidad que facilite el cumplimiento de los objetivos de 2030.
En cuanto a los vehículos corporativos, se establecen objetivos obligatorios a nivel de los Estados miembros para impulsar la adopción de vehículos de cero y bajas emisiones por parte de las grandes empresas. “Un mayor número de estos vehículos en el mercado —tanto en el mercado de primera como de segunda mano— beneficiará a todos los clientes. Dado que los vehículos de empresa recorren más kilómetros al año, también supondrá una mayor reducción de emisiones”, aseguraron fuentes de la CE. Además, se establece como requisito que los vehículos que se beneficien de apoyo financiero público sean de cero o bajas emisiones y “fabricados en la UE”.
1.800 millones para reforzar la industria europea de baterías
Con una dotación de 1.800 millones de euros, la iniciativa Battery Booster incluida en el Paquete Automoción acelerará el desarrollo de una cadena de valor de baterías plenamente europea. De este importe, 1.500 millones se destinarán a apoyar a los fabricantes europeos de celdas de batería mediante préstamos sin intereses.
“Asimismo, la Comisión Europea destacó otras medidas políticas específicas destinadas a respaldar las inversiones, crear una cadena de valor europea de las baterías y fomentar la innovación y la coordinación entre los Estados miembros. Estas iniciativas mejorarán la competitividad en costes del sector, asegurarán las cadenas de suministro aguas arriba y promoverán una producción sostenible y resiliente en la UE, contribuyendo a reducir los riesgos derivados de la dependencia de actores dominantes del mercado global”.
El paquete legislativo Ómnibus de Automoción: simplificar la normativa
El paquete legislativo Ómnibus de Automoción reducirá la carga administrativa y los costes para los fabricantes europeos, reforzando su competitividad global y liberando recursos para la descarbonización. La CE estima que las empresas ahorrarán unos 706 millones de euros al año, elevando el ahorro administrativo total derivado de todas las iniciativas de simplificación presentadas por la Comisión hasta aproximadamente 14.300 millones de euros anuales.
Entre otras medidas, se propone reducir el número de actos legislativos secundarios que se adoptarán en los próximos años y simplificar los ensayos para nuevas furgonetas y camiones. Todo ello persigue reducir costes manteniendo los más altos estándares medioambientales y de seguridad. El despliegue de furgonetas eléctricas en el transporte nacional se verá apoyado por medidas que las equiparan a las furgonetas de combustión interna en materia de tiempos de descanso y normativa aplicable a los conductores.
El Ómnibus introduce asimismo una nueva categoría de vehículos en el marco de la iniciativa de Pequeños Coches Asequibles, que abarca los vehículos eléctricos de hasta 4,2 metros de longitud. Esto permitirá a los Estados miembros y a las autoridades locales desarrollar incentivos específicos para estimular la demanda de pequeños vehículos eléctricos fabricados en la UE.
La Comisión también actualizará y armonizará las normas de etiquetado de los vehículos, con el fin de que los consumidores dispongan de información completa sobre las emisiones en el momento de la compra.






















