Competitividad y circularidad: el futuro de los plásticos en Europa está en juego
Alicia Martín, Directora General de Plastics Europe en la región ibérica
16/09/2025La industria europea de los plásticos ha asumido la responsabilidad de liderar la transición hacia un modelo circular. Este objetivo es esencial no solo para la sostenibilidad de los plásticos, sino también para la de toda Europa. Sin embargo, este objetivo enfrenta un desafío importante: la amenaza que representa la pérdida de competitividad industrial. La creciente presión sobre la economía europea no solo afecta miles de empleos, sino que también podría comprometer las inversiones necesarias para transformar el ecosistema europeo de los plásticos en el primer ecosistema circular y cero emisiones netos del mundo.
Fortaleza industrial, la base para la circularidad
La industria de los plásticos es esencial para Europa. Abastece a sectores como la sanidad, la agricultura, el transporte, las energías renovables o las infraestructuras críticas y contribuye al desarrollo de materiales innovadores que mejoran nuestra calidad de vida. Desde dispositivos médicos hasta componentes de aerogeneradores o vehículos eléctricos, los plásticos son materiales necesarios para un futuro sostenible. Sin una industria sólida, Europa no podrá alcanzar sus objetivos climáticos y de circularidad.
Sin embargo, desde 2006, Europa ha visto reducir su participación en la producción mundial de plásticos del 22% al 12%. Los altos costes de producción, impulsados por los precios de la energía y de las materias primas y el aumento de las importaciones de países con normativas más laxas, están minando la competitividad de una industria crucial para la autonomía estratégica del continente.
La circularidad, como ideal sostenible, necesita apoyo financiero e innovaciones tecnológicas que solo pueden desarrollarse en un entorno industrial fuerte. Para que Europa logre un modelo sostenible, los plásticos deben estar en el centro de esta transformación, como una herramienta fundamental para alcanzar un equilibrio entre sostenibilidad y competitividad.
Los plásticos, clave para una economía circular
Su durabilidad, ligereza, eficiencia energética y capacidad de innovación hacen de los plásticos materiales únicos para combatir desafíos globales como la reducción de emisiones de CO2 o el desperdicio alimentario. De hecho, en muchas aplicaciones y componentes, los plásticos se emplean para minimizar la huella hídrica o la huella de carbono de los productos. Y para maximizar su impacto positivo, debemos garantizar que se gestionen de manera adecuada al final de su vida útil.
El verdadero potencial de la economía circular de los plásticos radica en rediseñar su ciclo de vida. Esto incluye impulsar el ecodiseño, la reutilización, alargar la vida útil de los productos y hacer que su reciclaje sea más fácil. También implica fabricar productos con plásticos circulares, es decir plásticos producidos a partir de materias primas alternativas al petróleo como los residuos, la biomasa sostenible e incluso la captura y uso de carbono. De hecho, según “The Plastics Transition”, la hoja de ruta de nuestra industria, alcanzar un 65% de plásticos circulares y lograr emisiones netas nulas, en Europa para 2050 es posible; eso sí, esto requiere inversiones acumuladas adicionales por parte de todo el ecosistema europeo de los plásticos del orden de 235.000 millones de euros de aquí a 2050.
Estas inversiones solamente se podrán acometer si contamos con una industria fuerte y próspera, enfocada a liderar la transición. Pero los datos de 2023 muestran que la pérdida de competitividad de Europa está amenazando la transición circular del sector. Una situación que no se da hoy en día con la pérdida de competitividad de Europa y de nuestra industria. La caída del 22% al 12% de cuota de mercado mundial, mencionada anteriormente, va acompañada de una caída de la producción de plásticos en general (-8,3%) y, por primera vez, de una caída de la producción de plásticos reciclados (-7,8%). Todo ello en un contexto en el que la producción mundial ha crecido más de un 3%.
En estas circunstancias necesitamos que se implementen acciones concretas para reforzar la competitividad de la industria europea y contribuir a los objetivos del Pacto Verde europeo así como a la autonomía estratégica del continente.
Un llamamiento a la acción
El tiempo apremia. El momento para actuar es ahora. Si Europa no toma medidas urgentes y decisivas, las inversiones y proyectos necesarios para liderar la transición circular migrarán a otras regiones del mundo. Este desafío exige una respuesta clara y coordinada de los decisores políticos y las instituciones europeas.
Desde Plastics Europe, abogamos por las siguientes medidas clave para revertir esta tendencia:
- Reducir los costes energéticos. Es vital garantizar energía competitiva frente a otras regiones del mundo.
- Fomentar un marco regulatorio favorable. Simplificar burocracias y asegurar políticas predecibles que favorezcan la inversión en circularidad.
- Impulsar la demanda de plásticos circulares. Establecer objetivos obligatorios de contenido reciclado en sectores clave puede acelerar la transición sostenible.
- Controlar las importaciones. Asegurar que los productos importados cumplan con los estándares medioambientales europeos promoverá una competencia justa.
Estas acciones fortalecerían nuestra competitividad y permitirían a la industria de los plásticos contribuir a la transición de otros muchos sectores clave para la economía que dependen de nuestros materiales.
Un futuro sostenible en nuestras manos
Europa tiene la oportunidad de rediseñar el horizonte de los plásticos, liderar el cambio global y construir un futuro más resiliente e innovador. El éxito no llegará por inercia, sino como resultado de acciones decididas, tanto de la industria, como de los poderes públicos, que fortalezcan nuestra posición conjunta en el mundo.



























