Tribuna de opinión

En un mundo empresarial cada vez más competitivo, la mejora continua de los procesos de negocio es clave para el éxito de cualquier empresa. En este contexto se ha llevado a cabo una serie de pruebas en proyectos para identificar las mejoras posibles en la manera de llevar a cabo actividades empresariales descubriendo que el uso correcto de la inteligencia artificial (IA) puede mejorar la productividad en más de un 50% en determinados procesos empresariales.

Carlos Martínez Bertrand.

La Inteligencia Artificial (IA) ya juega un papel fundamental en la transformación del sector de la construcción, optimizando procesos y mejorando la eficiencia en distintas fases del desarrollo de proyectos. La implementación de herramientas avanzadas como el Machine Learning, el Deep Learning y la IA generativa ha permitido un cambio significativo en la planificación, diseño, ejecución y mantenimiento de infraestructuras, lo que ha dado lugar a una construcción más eficiente, segura y sostenible. Estas innovaciones no solo impulsarán el desarrollo tecnológico del sector, sino que también han permitido una mayor automatización y una toma de decisiones basada en datos, mejorando la precisión y reduciendo los costos operativos.

La aplicación de la IA en la construcción abarca múltiples tecnologías que facilitan la toma de decisiones y automatizan procesos clave. A través del Machine Learning, se pueden analizar datos históricos de proyectos para identificar patrones y prevenir errores en la planificación. El Deep Learning, por su parte, utiliza redes neuronales avanzadas que mejoran el reconocimiento de patrones en imágenes y videos, facilitando la inspección de estructuras y la detección de fallos. La IA generativa permite optimizar diseños arquitectónicos, generando modelos de edificaciones que cumplen con los más altos estándares de eficiencia energética. Además, los sistemas expertos y la optimización basada en IA contribuyen a maximizar la eficiencia y reducir desperdicios en los procesos constructivos, asegurando que los recursos sean utilizados de manera óptima y minimizando el impacto ambiental.

El impacto de estas tecnologías se observa en todas las etapas del ciclo de vida de la construcción. En la fase de diseño y planificación, la IA facilita la optimización de estructuras y materiales, permitiendo la creación de gemelos digitales y modelos BIM que mejoran la precisión en los cálculos y la gestión de los proyectos. También se pueden realizar simulaciones energéticas y térmicas que predicen el comportamiento de los edificios en distintas condiciones climáticas, lo que resulta clave para la sostenibilidad de las infraestructuras. El uso de IA en el diseño también permite una mayor personalización de los espacios, asegurando que cada edificación se adapte mejor a las necesidades de sus usuarios y al entorno en el que se encuentra.

En la gestión de proyectos, las herramientas de IA automatizan la clasificación de documentos y optimizan la asignación de recursos, lo que permite prever retrasos y reducir costos mediante una mejor logística y distribución de materiales. Durante la fase de ejecución, la implementación de sensores IoT en combinación con algoritmos de IA mejora la coordinación en la cadena de suministro y optimiza la gestión de materiales en tiempo real. En algunos casos, la robótica autónoma ha sido utilizada para construir estructuras con mayor precisión y rapidez, revolucionando la forma en que se llevan a cabo ciertos proyectos. Estas innovaciones han reducido la necesidad de intervención humana en tareas de alto riesgo, mejorando la seguridad y reduciendo la exposición a peligros en las obras.

En cuanto al mantenimiento y operación de infraestructuras, los algoritmos predictivos permiten una mejor gestión del mantenimiento preventivo, optimizando la eficiencia energética y reduciendo riesgos en la construcción. La detección temprana de fallos mediante IA contribuye a la seguridad de las edificaciones, prolongando su vida útil y minimizando costos de reparación. En el ámbito de la economía circular, la IA facilita la clasificación de residuos de construcción y demolición, fomentando el reciclaje y la reutilización de materiales para su aplicación en futuros proyectos. Además, los sistemas de monitoreo inteligentes permiten una supervisión constante del estado de las infraestructuras, reduciendo la necesidad de inspecciones manuales y mejorando la capacidad de respuesta ante posibles problemas.

La aplicación de IA en la construcción no solo implica mejoras técnicas y operativas, sino que también tiene un fuerte impacto en la economía y la sociedad. La automatización de tareas repetitivas reduce la necesidad de intervención manual, lo que se traduce en una reducción de costos y un uso más eficiente de los recursos. Sin embargo, este avance también genera nuevas oportunidades laborales en áreas como la programación, gestión de datos y mantenimiento de sistemas inteligentes, redefiniendo el papel de los profesionales en la industria. Además, la implementación de sensores y sistemas de IA mejora la seguridad en las obras, detectando riesgos y previniendo accidentes laborales, lo que se traduce en mejores condiciones para los trabajadores. La transformación digital de la construcción también ha abierto nuevas oportunidades para la colaboración remota, permitiendo que expertos en distintas ubicaciones trabajen de manera conjunta en la supervisión y planificación de proyectos.

A pesar de los avances y beneficios que trae consigo la IA, su implementación en la construcción también plantea importantes desafíos y consideraciones éticas. Es crucial garantizar la transparencia y equidad en los algoritmos utilizados, evitando sesgos que puedan generar discriminación en la toma de decisiones. Asimismo, es necesario alinear el desarrollo de estas tecnologías con objetivos de sostenibilidad, minimizando su impacto ambiental y asegurando un consumo energético responsable. La privacidad y la seguridad de los datos también son aspectos clave que deben ser abordados con regulaciones y normativas claras, garantizando la protección de la información de los proyectos y de los clientes. Además, se deben establecer estándares internacionales que regulen el uso de IA en la construcción, asegurando que las innovaciones tecnológicas se implementen de manera ética y responsable.

El avance de la inteligencia artificial (IA) ha generado la necesidad de establecer un marco regulador que garantice un desarrollo seguro y ético dentro de la Unión Europea. En este contexto, el Reglamento (UE) 2024/1689 (AI Act) entró en vigor el 1 de agosto de 2024, estableciendo normas armonizadas para la comercialización, puesta en servicio y uso de la IA en la UE. El AI Act adopta un enfoque basado en el riesgo, clasificando los sistemas de inteligencia artificial en diferentes niveles de peligro. Entre estos niveles, se encuentran aquellas prácticas que representan un riesgo inaceptable para los derechos fundamentales y los valores de la Unión, las cuales están expresamente prohibidas por el Artículo 5 del reglamento. Para garantizar una correcta aplicación de estas prohibiciones, el Artículo 96(1)(b) del AI Act establece que la Comisión Europea debe adoptar directrices que faciliten su implementación práctica. En este sentido, la Comisión ha publicado un borrador de directrices que busca proporcionar claridad legal y asegurar una aplicación uniforme de las normas.

La publicación de estas directrices es fundamental para que proveedores y usuarios de IA comprendan las implicaciones legales de las prohibiciones y puedan adaptar sus sistemas a la normativa vigente. Es importante destacar que estas prohibiciones serán directamente aplicables a partir del 2 de febrero de 2025, lo que hace esencial que las partes involucradas se preparen con antelación.

La inteligencia artificial está marcando una nueva era en la construcción, ofreciendo herramientas innovadoras para mejorar la eficiencia operativa, optimizar recursos y fomentar la sostenibilidad. Sin embargo, su implementación debe estar acompañada de estrategias que aseguren su uso responsable y su integración armoniosa con el entorno laboral y social. A medida que la IA continúe evolucionando, su impacto en la construcción será cada vez más significativo, contribuyendo a la creación de infraestructuras más inteligentes, seguras y sostenibles. La colaboración entre expertos en IA y profesionales del sector será clave para maximizar los beneficios de estas tecnologías y garantizar un desarrollo equitativo e innovador en la industria de la construcción. En última instancia, la construcción del futuro dependerá de una combinación equilibrada de innovación tecnológica, planificación estratégica y regulación efectiva para asegurar que los avances en IA beneficien a la sociedad en su conjunto.