La experiencia en ingeniería de Mammoet agiliza la construcción del nuevo metro de Brisbane
Kenny Constructions, el contratista de ingeniería civil encargado del proyecto, necesitaba instalar 59 armazones de hormigón, con un peso de hasta 70 toneladas cada uno, en lo más profundo de la estación subterránea. Superar desafíos como el espacio restringido y unos pocos milímetros de espacio libre a ambos lados de las vigas fue fundamental, todo ello mientras se completaba el proceso en el menor tiempo posible y con interrupciones mínimas para el resto de la infraestructura.
Solución aportada por Mammoet para el transporte de las estructuras de hormigón destinadas a los nuevos túneles del metro de Brisbane.
El uso de grúas no era factible, por lo que Mammoet aceptó el desafío e ideó una solución completamente ingeniosa. Propusieron una estructura a base de sus conocidos Sistemas Modulares Autopropulsados SPMT, que permitieron el transporte y la instalación de hasta cuatro grandes piezas de hormigón simultáneamente, lo que aceleró significativamente el proceso.
Para validar la solución, el equipo ensambló este sistema de transporte en una zona aledaña, realizando una serie de pruebas. Después de una minuciosa preparación y ensayos, comenzaron las operaciones reales.
La grúa torre del cliente bajó las vigas al sistema creado por Mammoet para posteriormente pasar a maniobrar con la máxima precisión por la zona subterránea. La suspensión hidráulica y el sistema eléctrico de dirección múltiple de los SPMT permitieron colocar cuidadosamente las vigas en sus posiciones designadas.
En cada ciclo los Sistemas Modulares Autopropulsados SPMT transportaban hasta cuatro estructuras de hormigón.
El aspecto más desafiante fue el espacio libre limitado. Cada una de las vigas tenía un tamaño de 17,6 m, dejando solo 100 mm a cada lado, un poco más que el ancho de una tarjeta de crédito. Y todo ello teniendo en cuenta que el primer lote de estructuras de hormigón, con un peso total de 193 t, tuvo que viajar hasta el extremo más alejado de la estación, una distancia de 150 m, la longitud de tres piscinas olímpicas.
En la primera fase, se instalaron 55 estructuras, con un peso de 48,3 t cada una, seguidas de cuatro extra grandes de 70 t cada una en la segunda fase. Como parte de la planificación previa, Mammoet se aseguró de que se pudiera usar la misma configuración para ambas fases, lo que permitió ahorrar más tiempo. Transportando e instalando hasta cuatro estructuras de hormigón en cada viaje, se totalizaron unos 15 ciclos.
Gracias a una planificación extremadamente meticulosa, al equipo especializado y a una ejecución perfecta, toda la operación se llevó a cabo sin problemas. Fergus McHugh, gerente de proyectos de Kenny Constructions, elogió a Mammoet afirmando: “Ha sido un trabajo plagado de desafíos, pero todo salió según lo planeado. Trabajar con el equipo de Mammoet ha sido un placer. Tomamos la decisión correcta”.
La ejecución segura y eficiente de todos estos trabajos ha hecho una contribución significativa al proyecto Cross River Rail, valorado en 5.400 millones de dólares australianos. La suma de cuatro nuevas estaciones subterráneas, más de 10 km de nueva línea ferroviaria y 5,9 km de túneles gemelos debajo del río Brisbane y del distrito central de negocios reducirá los tiempos de viaje en un 24% y permitirá incrementar el transporte en esta área en 9.000 pasajeros más al día.
En la primera fase, se instalaron 55 estructuras, con un peso de 48,3 t cada una, seguidas de cuatro extra grandes de 70 t cada una en la segunda fase.
Mediante el empleo de su experiencia y soluciones innovadoras, Mammoet ha ayudado a desbloquear un cuello de botella en la red de transporte de la ciudad y contribuirá al crecimiento económico de la región. Este desarrollo de infraestructura respalda el crecimiento demográfico proyectado del 40% en el sureste de Queensland, lo que brindará un impulso sustancial a la economía regional.
