La fábrica de Cementos Portland Valderrivas en Alcalá de Guadaíra suma ya más de cinco décadas de actividad

Desde su apertura en 1964, la fábrica de Cementos Portland Valderrivas en Alcalá de Guadaíra ha realizado importantes inversiones (más de 100 millones de euros en los últimos 15 años), que le han permitido transformarse en una factoría moderna que respeta el medio ambiente y garantiza las mejores condiciones de seguridad y salud de sus trabajadores. Además, es la mayor de Andalucía, con una capacidad de producción de 2.000.000 t/año de cemento y 1.200.000 t/año de Clinker.

En 2019, Cementos Portland Valderrivas aportó más de 30 millones de euros a la economía de su entorno y generó empleo directo de calidad para más de 200 familias, a los que hay que sumar la creación y el mantenimiento de puestos de trabajo indirecto, más de 1.000 familias, entre otras cosas gracias a la contratación de servicios con una treintena de proveedores de la comarca y más de 50 proveedores de la región.

Fábrica de Cementos Portland Valderrivas en Alcalá de Guadaíra.

La fabricación de clínker y cemento, es un proceso controlado que dispone de un alto nivel tecnológico, que le permite fabricar un producto esencial en la vida de las sociedades modernas, basado en la protección de la seguridad y salud de sus trabajadores y de su entorno, el cumplimiento de la normativa medioambiental, y vanguardista ante los retos de la economía circular, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y mejora de la eficiencia energética.

El proceso de fabricación de cemento (Fuente Oficemen) comienza con la extracción de materias primas en las canteras próximas a la fábrica, la explotación en el caso de la cantera de Alcalá, se realiza mediante la utilización de excavadoras, al tratarse la marga de un material blando.

Una vez extraído y clasificado el material es transportado hasta la Fábrica mediante camiones, a continuación se procede a su trituración hasta obtener la granulometría adecuada para el producto de molienda.

El material triturado se almacena en capas uniformes para ser posteriormente seleccionado de forma controlado, la prehomogenización permite preparar la dosificación adecuada de los distintos componentes reduciendo su variabilidad.

Los materiales se muelen para reducir su tamaño y favorecer así su cocción en el horno de clínker.

La alimentación al horno se realiza a través del precalentador de ciclones, que calienta la materia prima para facilitar su cocción. La materia prima molida se introduce por la parte superior de la torre y va descendiendo por ella. Mientras tanto, los gases provenientes del horno, ascienden a contracorriente precalentando así el crudo, que alcanza los 1.000°C antes de entrar al horno.

A medida que la harina va avanzando en el interior del horno la temperatura va aumentando hasta alcanzar los 1.500°C, produciéndose entonces las complejas reacciones químicas que dan lugar al clínker. Para alcanzar las temperaturas necesarias para la cocción de las materias primas y la producción de clínker, el horno cuenta con una llama principal que arde a 2.000°C.

A la salida del horno, el clínker se introduce en el enfriador, que inyecta aire frío del exterior para reducir su temperatura de los 1.400°C a los 100°C. El aire caliente generado en este dispositivo se introduce nuevamente en el horno para favorecer la combustión, mejorando así la eficiencia energética del proceso.

El clínker se mezcla con yeso y adiciones dentro de un molino de cemento. Los molinos de bolas, consisten en un gran tubo que rota sobre sí mismo y que contiene bolas de acero en su interior. Gracias a la rotación del molino, las bolas colisionan entre sí, triturando el clínker y las adiciones hasta lograr un polvo fino y homogéneo: el cemento.

El cemento se almacena en silos, separado según sus clases. El cemento se ensaca o se descarga en un camión cisterna para su transporte por carretera o ferrocarril.

• Producto de calidad

La planta de Alcalá de Guadaíra ofrece un producto que cumple los más altos estándares de calidad y durabilidad y que se obtiene empleando las técnicas más avanzadas del sector. En este sentido, la compañía realiza una inversión constante en la modernización de sus instalaciones, con el objetivo de incrementar su productividad y cumplir con las exigencias medioambientales que marca la legislación.

Cementos Portland Valderrivas desarrolla una política ambiental muy exigente y apuesta por la innovación para alcanzar la mejora continua, apoyada en la aplicación de las mejores tecnologías disponibles.

En relación al producto y a su mercado, el director de la Fábrica, Miguel Ángel Martínez señala “tenemos la ventaja de fabricar tipos de cemento que tienen aplicaciones interesantes en muchos mercados, aunque aún no están muy claras las consecuencias económicas que la situación provocada por el COVID pueden tener en nuestro negocio, seguimos enfocados en optimizar nuestros costes para poder vender nuestros productos a precios competitivos en el mercado internacional, y potenciar las exportaciones”.

• Economía circular

En su compromiso con la sostenibilidad, uno de los retos de la factoría es la sustitución de sus materias primas de origen natural por residuos procedentes de otras industrias, principalmente de su entorno cercano, así como la sustitución de sus combustibles de origen fósil, por biomasa y residuos no reutilizables o reciclables.

Las exigencias y objetivos de la Comisión Europea y de toda la normativa relacionada con la gestión de residuos son claros, es necesario reducir los residuos que llegan a los vertederos. Para ello las Administraciones trabajan en varias líneas, todas ellas asumiendo la jerarquía de residuos de la Unión Europea, concepto que indica el tipo y prioridad de tratamiento que debe recibir un residuo (de acuerdo a la Ley XXX), y que comienza con la prevención en origen (consistente en reducir la cantidad de residuos que se generan), reutilización, reciclaje, otros tipos de valorización (incluida la valorización energética), y por último la eliminación (el último escalón lo constituye la incineración y el depósito en vertederos).

El sector cementero, por sus características es ideal para contribuir a cumplir las exigencias de la Unión Europea, por un lado, puede realizar la valorización material de residuos, mediante su utilización y reduciendo la cantidad de materias primas de origen natural que necesita para la fabricación de clínker y cemento; y por otro puede utilizar residuos (previa preparación por gestores de residuos autorizados de los combustibles adecuados) como combustible, sustituyendo sus combustibles de origen fósil, y evitando que esos residuos acaben en eliminación.

El sector cementero lo lleva haciendo desde hace décadas, ahora es conocido como economía circular, que consiste en un modelo que prima el aprovechamiento de recursos y la reducción de las materias primas (fuente Ecoemebes), pues contribuye a la sostenibilidad del proceso, de las empresas y contribuye al bienestar de la sociedad.

La valorización material y energética tiene una serie de beneficios, entre los que se pueden destacar:

• Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (se evitan emisiones de gases de efecto invernadero en el proceso de fabricación de clínker al reducir el consumo de combustibles fósiles, y se evitan las emisiones de gases de efecto invernadero como consecuencia del depósito de estos residuos en vertederos).
• Las compañías cementeras reducen su dependencia del uso de combustibles fósiles no renovables, los cuales mayoritariamente no son producidos en España, y se sustituye por combustibles fabricados por gestores de residuos ubicados en la propia comarca, con residuos de la propia zona.
• Dinamizador de la economía local, favoreciendo las sinergias con los gestores de residuos.
• Contribuir a la permanencia futura de la actividad de la fábrica y del empleo que genera.
• Contribuir a potenciar la industria del reciclaje. Utilizando fracciones de residuos, que antes actualmente se destinan a vertedero.

• Eficiencia energética

Uno de los mayores retos de la sociedad en general y de la industria en particular es el de mejorar y optimizar sus procesos, en el sentido la Fabrica de Acalá de Guadaíra fomenta la “eficiencia de la factoría en todos sus sentidos” como objetivo prioritario. En este sentido desde hace dos años, establecieron una línea de trabajo y colaboración con la Universidad de Sevilla, a través de un acuerdo con AICIA (Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía) para la mejora en la eficiencia de los procesos, la reducción de las emisiones y la utilización de residuos como materia prima y combustible.

Complementariamente, la transición de las fuentes de suministro eléctrico de la planta alcalareña desarrollando proyectos de energías renovables, forma parte de su línea de acción estratégica a corto plazo.

Recientemente, a raíz de la iniciativa de consumo de combustibles alternativos a los tradicionales procedentes de la gestión de residuos, se ha generado cierta controversia entre colectivos que apoyan y los que no están de acuerdo con este proyecto.

El consenso y el diálogo es la medicina a aplicar.

La integración de todas las necesidades sociales/industriales es un aspecto irrenunciable en el estado de bienestar, todos debemos ser suficientemente responsables.

Cementos Portland Valderrivas desarrolla una política ambiental muy exigente y apuesta por la innovación para alcanzar la mejora continua, apoyada en la aplicación de las mejores tecnologías disponibles.

La fábrica se encuentra inscrita desde 2008 en el Sistema de Ecogestión y Auditoria Ambiental EMAS, mecanismo voluntario de la Unión Europea para las empresas comprometidas con la evaluación, gestión y mejora de su compromiso medioambiental. La acreditación ambiental de EMAS identifica y valora a las empresas comprometidas con el medio ambiente y con el cumplimento de la legislación vigente.

Cementos Portland Valderrivas acaba de renovar su inscripción en este organismo, apostando de esta forma por la transparencia en la información, y cuenta además con las garantías adicionales de que está verificada y validada por un organismo externo como AENOR y por la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Se trata de una empresa comprometida con su entorno, genera riqueza, fomenta el empleo local y lleva a cabo iniciativas que redundan en su apertura a la sociedad y en la creación de valor compartido.

Así, en el ámbito educativo, ha donado equipamientos -como material informático o juegos infantiles- a colegios; en el terreno deportivo, es patrocinador del equipo de fútbol femenino Ciudad Alcalá CF, y, en la concienciación social sobre el medio ambiente, lleva a cabo iniciativas como El Bosque de Portland, que se traduce en la plantación de árboles en sus instalaciones y desarrolla acciones sociales para los más desfavorecidos apoyando al proyecto Samuel de Cáritas y, en las últimas semanas, respondiendo con donaciones de bienes de primera necesidad distribuidos en la localidad sevillana.

Es una fábrica abierta al municipio de Alcalá de Guadaíra, que ha recibido más de 500 visitantes solo en 2019, y que busca las mejores soluciones de integración, adaptación y aceptación con sus principales grupos de interés a los que informa de las actividad e iniciativas de la Fábrica con su entorno.