Las ferias sectoriales de la Construcción en la era de la IA: hacia dónde vamos

Las ferias, salones y congresos dedicados a la Construcción, en todos sus ámbitos, continúan siendo citas fundamentales para el sector. Tanto es así, que ya están planteadas las fechas de estas para los próximos meses e incluso años.

Smopyc será en 2026 la gran cita sectorial en España de la maquinaria de Construccion, Obra Pública y Minería. 

Todos los organizadores coinciden en lo mismo: el incremento de expositores y visitantes aumenta edición tras edición, a pesar de un periodo de crisis tras la caída económica de 2008.

Pero, en la época de la digitalización extrema y de cerrar proyectos a golpe de ChatGPT, ¿qué está sucediendo en el sector?

A priori, podría parecer contradictorio que, en la era de la Inteligencia Artificial y de las soluciones a un prompt de distancia, sean necesarios, cada vez más, encuentros físicos en espacios cerrados y con actividades previamente fijadas. Una contradicción del mundo moderno que tiene una breve explicación: el sector necesita hablar. Las constructoras, los profesionales, las administraciones y los demás agentes de la Construcción requieren de espacios de diálogo para entender qué está sucediendo y hacia dónde vamos. Y esto se consigue a través de los métodos tradicionales de la charla y de la exposición.

Por eso, en los próximos meses, acudiremos a citas como Rebuild, Smopyc, Tecma o Construmat. Citas fundamentales de los ámbitos de la maquinaria, el urbanismo, la ingeniería y arquitectura que cuentan entre sus puntos fuertes con la tecnología y el medio ambiente.

Algo que tiene que ver mucho y poco al mismo tiempo. Cada vez que realizamos una pregunta a ChatGPT (también técnica) consumimos cantidades ingentes de agua. Al mismo tiempo, estamos luchando por hacer de la Construcción una actividad sostenible, con el empleo de menos materias primas y su sustitución por materiales reciclados.

Una nueva contradicción que nos lleva a una de las temáticas habituales de las ferias en los últimos años: la sostenibilidad. Pues bien, la Inteligencia Artificial ha llegado, supuestamente, para la concreción de procesos y para la facilitación de la implantación de nuevos métodos de reducción de la huella de carbono de la Construcción.

Todo esto, que queda muy bien en el papel (reciclado, por supuesto) se ha encontrado con una serie de problemas que, lejos de solucionarse con la IA, requieren de un esfuerzo de entendimiento entre todos los agentes de la Construcción.

La falta de relevo generacional (es el nuevo grito de ayuda de nuestra economía) y de personal cualificado para afrontar la reducción del daño al medio ambiente y la digitalización de una de las actividades más contaminantes y tradicionales de nuestro sistema económico es el principal problema.

Y, para encontrar talento, están las ferias. Esta es una de las principales razones del crecimiento de las mismas en los últimos años. Si preguntamos a ChatGPT (el rey de la Inteligencia Artificial), el número de expositores en este tipo de citas profesionales ha crecido un 22%, aproximadamente, entre 2022 y 2024. Esta cifra es del 26% si nos referimos a los visitantes.

Un aumento significativo que nos hace ver la necesidad de contacto humano en el ámbito profesional. Testar maquinaria in situ, conocer a nuestro interlocutor y buscar nuevas oportunidades de negocio requieren de métodos tradicionales.

La Inteligencia Artificial gana presencia en el sector de la Construccion.

Esto sucede, quizá, porque el mundo se está desarrollando a dos velocidades: la tecnológica, en este caso, con la IA a la cabeza; y la real, que trata de seguir a la anterior con la primera marcha puesta.

Y es que la Construcción es tradicional. Así lo hicieron ver los expertos que participaron en el Foro Potencia celebrado el pasado 30 de octubre en Madrid. Enfocado en el ámbito de la excavación, los participantes coincidieron en la necesidad de un empuje digital y sostenible, especialmente pensando en la maquinaria pesada.

¿Y cómo llega esta? A través de profesionales preparados para ejecutar los cambios, en plena crisis de trabajadores. Por tanto, todo se reduce a lo humano y carnal en plena era digital.

Todavía no se pueden obtener empleados cualificados mediante prompts, así que toca volver a lo tradicional: integración de migrantes, formación y buenos salarios para fomentar la incorporación de savia nueva a un sector que, a pesar de la digitalización, puede volverse obsoleto en un abrir y cerrar de ojos.