"Portugal busca consolidar su presencia internacional en moldes de alta complejidad"
Entrevista a Manuel Oliveira, secretario general de la Asociación Nacional de la Industria de Moldes (Cefamol)
¿Cuáles son actualmente los principales mercados internacionales en los que la industria portuguesa de moldes busca afirmarse más allá de Europa?
La industria portuguesa de moldes ha diversificado su presencia internacional, buscando nuevas oportunidades fuera del espacio europeo, que sigue siendo el principal destino de su producción.
En 2024, se registraron exportaciones a 85 mercados distintos. Fuera de Europa, Estados Unidos y México se consolidan como mercados prioritarios y de mayor relevancia, no solo por la dimensión de su industria transformadora local, sino también por la valorización y demanda de proveedores de moldes de alta complejidad y precisión. Como mercados emergentes en las exportaciones del último año, también destaca Marruecos como destino relevante para el sector.
¿Qué distingue la oferta portuguesa de moldes en los mercados emergentes frente a la competencia de países como China o Turquía?
Aunque el precio tiene actualmente un peso importante como factor de decisión de compra, Portugal ha tratado de diferenciarse mediante la oferta de soluciones integradas y de valor añadido, destacando por su alta calidad técnica y conocimiento especializado, por su capacidad para desarrollar soluciones complejas y por ofrecer un servicio cercano y personalizado.
Los moldes portugueses son reconocidos por su precisión y fiabilidad, factores críticos en sectores tan exigentes como el automóvil, el médico o el de defensa y seguridad, entre otros. A ello se suma la flexibilidad de las empresas portuguesas, capaces de adaptarse rápidamente a las necesidades específicas de los clientes y garantizar un eficaz servicio posventa, algo que no siempre ocurre con proveedores de otras regiones del mundo. En mercados donde la confianza y la asistencia son determinantes, esta es una clara ventaja competitiva.
¿Cómo está ayudando la innovación tecnológica —digitalización, automatización e integración en la industria 4.0— a las empresas portuguesas a abrir puertas en nuevos mercados?
La innovación tecnológica ha sido uno de los pilares de la competitividad del sector. La digitalización y las herramientas de simulación permiten reducir los tiempos de desarrollo, asegurar una mayor previsibilidad y ofrecer a los clientes soluciones rápidas y fiables. Por su parte, la automatización y la integración de procesos aumentan la productividad y la eficiencia, reduciendo los márgenes de error y garantizando altos estándares de calidad.
Al mismo tiempo, la adopción de nuevas soluciones, como la monitorización de datos en tiempo real o el mantenimiento predictivo, abre espacio a nuevos modelos de negocio, en los que ya no se venda solo el molde, sino un servicio integrado de soporte y acompañamiento.
Estos factores son decisivos para conquistar nuevos mercados, especialmente entre clientes que valoran la eficiencia, la innovación y la garantía de rendimiento.
¿La actual coyuntura geopolítica y económica (guerra en Ucrania, tensiones comerciales entre EE. UU. y China, aumento de los costes energéticos) está condicionando o acelerando la búsqueda de nuevos destinos?
La situación internacional ha tenido un impacto muy significativo en la actividad de la industria portuguesa de moldes, sobre todo por la incertidumbre que genera entre los mercados y clientes tradicionales.
La guerra en Ucrania, las tensiones comerciales entre las grandes potencias y las políticas proteccionistas han creado un entorno de gran inestabilidad, en el que muchos clientes optan por posponer o incluso suspender nuevos proyectos de inversión. Esta retracción genera una menor carga de trabajo y acentúa la sobrecapacidad instalada a nivel global, lo que presiona las condiciones de negocio y los márgenes empresariales.
Al mismo tiempo, la fuerte competencia internacional, especialmente de países con estructuras de costes más bajas y políticas industriales agresivas, agrava aún más estos efectos.
En este escenario, con menos proyectos disponibles y mayor disputa por ellos, resulta imperativo que las empresas portuguesas sigan reforzando su diferenciación y explorando nuevos mercados, clientes y áreas de negocio, demostrando la calidad, innovación, competencia y fiabilidad que siempre han caracterizado su oferta.
¿Qué papel desempeña la escasez de mano de obra cualificada en la capacidad de la industria portuguesa para atender a clientes globales?
La falta de mano de obra cualificada es hoy uno de los mayores desafíos de la industria de moldes, no solo en Portugal, sino en toda Europa.
La demanda de técnicos especializados, capaces de operar equipos avanzados de última generación, reforzar la capacidad de planificación y programación o gestionar procesos de alta complejidad, supera la oferta existente. Esta realidad limita el crecimiento y, en algunos casos, dificulta la respuesta a clientes globales en plazos cortos.
No obstante, las empresas están intentando mitigar este reto mediante la innovación, la tecnología, la automatización y la optimización de procesos, además de reforzar las competencias internas a través de la formación y la cooperación con instituciones educativas. Será fundamental aumentar la inversión en programas de cualificación y en la atractividad de las carreras industriales, para evitar que este se convierta en un factor crítico de competitividad a medio plazo.
¿Qué sectores industriales pueden representar mayores oportunidades de crecimiento para los moldes portugueses en la próxima década?
Se prevé que los próximos años abran un abanico de nuevas oportunidades para el sector. El automóvil seguirá siendo central, aunque con nuevas exigencias derivadas de la sostenibilidad y la transición ambiental, así como de los nuevos conceptos de movilidad, lo que impulsará el surgimiento de nuevos productos, empresas y oportunidades para la industria de moldes.
La industria médica también ofrece un espacio de crecimiento prometedor, por su alto nivel de exigencia técnica y su constante ritmo de innovación. Asimismo, la industria aeroespacial y de defensa, en expansión en Europa, genera oportunidades en segmentos de alta precisión que deben ser identificados.
Junto a estos, sectores como el envase y embalaje o los bienes de consumo siguen generando demanda y nichos de especialización. Portugal cuenta con un buen posicionamiento para atender a estos mercados, especialmente cuando se requiere calidad, innovación y personalización.
¿Cómo imagina la posición de la industria portuguesa de moldes en el mapa global en 2030?
En la actualidad, resulta difícil hacer previsiones incluso a corto plazo, dadas las condiciones económicas y geopolíticas.
Sin embargo, se aspira a que en 2030 la industria portuguesa de moldes sea una referencia europea en la producción de moldes de media-alta y alta complejidad, con un fuerte reconocimiento internacional, y que las empresas se consoliden como socios estratégicos de clientes que buscan soluciones tecnológicas fiables, basadas en ingeniería avanzada y servicios integrados.
El objetivo es evolucionar hacia una lógica de proveedor de soluciones más que de fabricante de moldes, aprovechando la digitalización y la automatización para generar valor más allá del producto físico.
Con una apuesta constante por la innovación, Portugal podría alcanzar en 2030 una posición consolidada en el mapa global, con un cluster de moldes reconocido por su excelencia, capacidad de adaptación y contribución a la competitividad de múltiples sectores industriales.
